Barbacoa en la playa + Pascua 3C + 4.14.13


M. Campbell-Langdell+
All Santos, Oxnard
4.14.13 + Pascua 3C
(Hechos 9:1-1-20, S. 30, Apoc. 5:11-14, Jn. 21:1-19)
Hace cincuenta años, un obispo de California, James Pike, estaba predicando sobre el incienso que se levanta de California.  Y sucede que ¡él estaba hablando sobre el humo de todas las barbacoas que tenemos!  Pues es verdad, ¿no?  En mi vecindario, ahora todos se abren sus garajes los fines de semana y tiene que manejar muy lento tras las personas, cada cual con su propia barbacoa, y algunos parecen hecho de mano.  Que para nosotros nuestro sacrificio de incienso muchas veces es una barbacoaJ.  El otro mes vi una tira cómica “Blondie” que mostró una familia, todos alrededor de su barbacoa, y todos en adoración, llevando sus espátulas grandes y otras herramientas para la parrilla.[1]  Son casi religiosos en su manera— ¡casi como si fueran levantando el cáliz y el pan!
Y si van a la playa de Port Hueneme, van a ver a varias parrillas con un incienso ofrecido hacia arriba, justo en la playa.  Y esto es lo que pasa en la lectura del evangelio hoy.  Jesús les ayuda a los discípulos de pescar, porque sus viejos modelos de ir de pesca ahora no funcionan[2]  y después les invita a una barbacoa, pidiendo que ellos comparten un poco de su pescado.  Algunos lo llamen “barbacoa en la playa” por esa razón, lo que es una chiste de una manera, pero para mí tiene bastante conexión con nuestra vida aquí en Oxnard.  
Así que… ¿qué pasa aquí en el cuento del capítulo 21 de San Juan?  Sucede que los discípulos, aunque han visto al señor resucitado, como escuchamos la semana pasada, y aunque han sido mandados por Jesús a compartir las buenas nuevas, todavía no saben exactamente qué hacer.  Están en un tiempo de indecisión, lo que en ingles llamaríamos “at loose ends.”  The disciples were at loose ends.  So what did they do?  They went to what they knew.  Ellos decidieron regresar a lo que sabían hacer.  Esta cosa de discipulado, sin Jesús, es un poco difícil.  Pedro dice “voy a pescar,” y los demás amigos en fe dicen, pues te acompañamos.  Pero fue un desastre.  No consiguieron a nada, lo que a veces pasa cuando uno se va a pescar, según lo que entiendo.  They didn’t catch a thing!  Pero Jesús (quien ellos no reconoce todavía) aparece en la playa, y les ayuda a encontrar no solamente un par de peces para hacer que no sea una noche perdida, pero ciento cincuenta y tres—un número que no entendemos bien pero parece muchos, ¿verdad? 
Una plenitud.  They caught an abundance, something that Jesus is famous for doing.  Jesús es famoso para darnos mucho más de lo que podemos imaginar, ¿verdad? 
Después, comen como yo describí y Jesús tiene esta plática tan interesante con Pedro.  Él le pregunta varias veces si le ama.  Un comentarista dice sobre esto que Pedro tiene que decirle tres veces a Jesús que le ama porque es una manera de invertir sus tres negaciones de Jesús antes de su crucifixión.  El autor lo describe así: tenemos tres afirmaciones para contrarrestar las tres negaciones, así como Jesús nos ayuda a salir de los viejos hábitos de miedo para obtener nuevos hábitos de amor.[3]
Yo añadiría también lo que he escuchado de un sacerdote llamado Eric Law, quien dice que nosotros como seres humanos tenemos que escuchar algo tres veces antes de que podemos entenderlo y recordarlo.  Entonces estos hábitos de amor, hábitos de cuidar de sus ovejas de Jesús es algo que es bien importante. 
Feeding the sheep is super important to Jesus, so important that he mentions it three times!  
Muchos han mencionado que esta barbacoa en la playa es una eucaristía, una santa comunión muy vieja, y que antiguamente algunas de las viejas eucaristías tenían pescado y pan en vez de pan y vino.[4]   
Y es cierto que en la Santa Comunión tenemos un sentido de compartir.  Cada uno trae su don para compartir, justo como sentimos una comunión feliz con nuestros amigos en una barbacoa grande, aunque sea cosa humilde, es una manera de conectarse uno con el otro.  Pero después de venir a la santa comunión,  nosotros como Simón Pedro tenemos un trabajo que el señor nos ha dado.  Cada uno de nosotros, no solamente yo como “Pastora” tenemos que cuidar a las ovejas como una manera de mostrar nuestro amor de Cristo, como una manera de compartir el amor que Dios nos ha dado en tanta abundancia.  A veces estamos mandados como Saulo, pero a veces no de manera tan dramática.  A veces somos creyentes como Ananías y tenemos que compartir con los nuevos en la fe, como él hizo con Saulo. 
Pero el punto aquí es que el Señor no comparte con nosotros para que seamos contentos nosotros, no, él quiere que todas sus ovejas tenga lo suficiente.  Y todos son su creación, así que de una manera las ovejas son nuestros niños y los nuevos en la fe, pero también son cada persona que ha asistido a la misa para un millón de años y cada persona en la calle o en su trabajo o en sus clases que ni siquiera conoce a Jesús para nada. 
You see, we are all God’s sheep, including those who wouldn’t give a “baah!” because we are all God’s creation. 
Así que ¿cómo podemos cuidar a las ovejas? 
Lo hacemos cada semana en iglesia, en escuela dominical, en Bread of Life / Pan de Vida que hacemos esta noche, una cena para ayudar a los necesitados en la comunidad y para crear comunidad entre todos en el área.  También apacentamos a las ovejas cuando somos un apoyo en fe a una persona entrando en un momento difícil. 
Y aunque mi imagen de hoy es encontrar a Jesús aun en una barbacoa en la playa, también sabemos viendo a lo que pasa con Pedro, a lo que Pablo va a sufrir, que no es un camino fácil ser un seguidor de Cristo.  A veces sentimos que estamos siguiendo a Dios en fe, sin saber cómo va a salir todo.  Pero la comunidad cristiana, la comunión que sentimos en esta mesa, en el convivio y en ser un apoyo mutuo, es lo que nos da el pan que necesitamos para el camino.  Este pan y este pescado les dio a los discípulos una manera para seguir a Jesús y la fortaleza que necesitaban para cuidar a sus ovejas.  Nosotros también podemos estar fortalecidos en esta misa para compartir con los demás las buenas nuevas en Cristo.  Y como la abundancia del pescado en esta historia, Dios nos da en abundancia también para poder compartir en comunidad.  ¡Aleluya!


[1] “Blondie,” by Dean Young, March 20, 2013.
[2] George Hermanson, “BBQ on the Beach,” April 22, 2007, can be found at: www.georgehermanson.com/2010/04/the-bbq-on-the-beach-year-c-easter-3-sermon.html.
[3] Ibid.
[4] Lewis R. Donelson, “Exegetical Perspective: John 21:1-19,” FOTW Year C, Vol. 2, p. 423.

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