Pascua 5 (B) + Un lugar en sus ramos + 5.3.15

(Johannes Wickert, “Philip and the foreigner,” oil on canvas, 200x200 cm, www.johannes-wickert.de - See more at: http://blog.spu.edu/lectio/god-on-the-go/#sthash.WdDI0oCf.dpuf)
Melissa Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Hechos 8:26-40; Salmo 22:24-30; 1 Juan 4:7-21; San Juan 15:1-8)
Más tarde, al pasar por un sitio donde había agua, el funcionario dijo: “Aquí hay agua; ¿hay algún inconveniente para que yo sea bautizado? (Hechos 8:36-37)”
Cada mes, Revda. Alene y yo recibimos un circular de una cantante de alabanza llamado Marsha Stevens-Pino, quien apoyamos en su ministerio. En esta hoja informativa siempre hay las historias de personas quienes han tenido un cambio en sus vidas como resultado de su ministerio. Pensaban que Dios no les iba a aceptar hasta que escucharon su música, en un concierto o en el internet. Marsha ha tocado cada vida con su mensaje del amor inclusivo de Dios, un amor que ella también ha experimentado. La letra de su canción más famosa, “For those Tears I Died” o “Por aquellas lagrimas morí” van así:
Y Jesús dijo ven a las aguas
Y puedes tomar
La sed de tu vida
Lo puedo quitar
Tus lagrimas siento
Y en tinieblas sufrí
Con amor te recuerdo
Por tu vida, morí.
And Jesus said, "Come to the water, stand by My side,
I know you are thirsty, you won't be denied;
I felt ev'ry teardrop when in darkness you cried,
And I strove to remind you that for those tears I died.
[1]
Marsha escribió esto después de sufrir una niñez lleno de ver y recibir abuso. Ella conectó con Jesús cuando se dio cuenta de que Jesús estaba con ella en sus lágrimas y en su sufrimiento. Ella se dio cuenta de que Jesús murió por ella y por todos los queridos niños de Dios que sufren. Marsha realized that Jesus died for her and for the sake of all of God’s children who suffer.
Justo antes de la sección que escuchamos de hoy en el Salmo 22, hay una frase: Pues él no desprecia ni pasa por alto el sufrimiento de los pobres, ni se esconde de ellos. ¡Él los oye cuando le piden ayuda! (S. 22:23), Y hace muy claro que Dios no rechaza a ninguna parte de su creación.
Esto es porque yo amo este pasaje del libro de Hechos hoy, donde vemos el encuentro entre Felipe  y el funcionario etíope. Como muchos han mencionado, todo lo que pasa en este pasaje es extraordinaria y casi difícil de creer.[2] Desde el encuentro casi por casualidad en un camino que pasa por el desierto, hasta el hecho de que Felipe encuentra un hombre casi opuesto a sí mismo, todo es improbable. Mira, este funcionario es llamado un “eunuco” o “castrado” en el griego, y además es probablemente un hombre de un color y cultura bien distinto a la de Felipe. This fellow is a sexual minority and from a completely different cultural context than Philip. Everything about their encounter is unlikely. Todo señala al trabajo misterioso del Espíritu Santo, y su manera de volar donde quiera sin ton ni son.
Aún más increíble es el concepto de que este funcionario etíope ha podido adorar a Dios en Jerusalén de la manera normal. Puede haber parecido un viaje perdido. Esto es porque él fue un eunuco, o un hombre que ha sido castrado para ser un fiel sirviente a su rey o en este caso, reina. En aquel tiempo cuando los reyes tenían muchas mujeres en harems, ellos necesitaban sirvientes en que podían confiar. Así que, si fue por cirugía o solamente fue un hombre no inclinado hacia las mujeres, estos eunucos fueron puestos en posiciones, a veces de alta confianza. Obviamente este es bien confiable, porque él es un tesorero por la reina de Etiopía. Pero, no importa su posición social en su país, él no puede adorar con los hombres en Jerusalén. Los eunucos no fueron permitidos entrada al templo con los otros hombres porque fueron diferentes.[3] Although this man is clearly drawn to the Jewish tradition and is studying the Jewish scriptures, the door has been closed on him, or so we assume.
Así que, aquí viene Felipe. Y no hay sorpresa que el pasaje que estudia el funcionario etíope es la sección el Isaías que relacionamos con la Pasión de Jesucristo. Así que Felipe empieza a contarle de Jesús. Y este empieza a ver que él no está en un callejón sin salida en  su camino de fe. Este Jesús puede ser su propio camino hacia la salvación. Así que, cuando encuentran agua, el piensa, ¿qué me previene? O como dice aquí, con mucha delicadez, “¿hay algún inconveniente para que yo sea bautizado?” Y nada le previene. Porque en Jesús sabemos que no hay nada en lo que somos como hijos de Dios que dice que tenemos que hacer algo para merecer el amor de Dios. We none of us have to earn God’s love.
De hecho, en la primera carta de San Juan lo escuchamos: “El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros.  A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros.” Y más tarde: “Nosotros amamos porque él nos amó primero” (1 Jn 4:10-12; 19).
We love because he first loved us.
Aceptamos a los que son diferentes porque Jesús nos aceptó primero, nosotros quienes tenemos sed de Él.
Porque esta escritura no solo se trata del excluido. Pero tiene que ver con todos nosotros que hemos sentido dejado al lado. Todos tenemos un lugar en la vid que es Jesús. We all abide in the vine which is Jesus. Todos nosotros, desde el funcionario eunuco etíope hasta el evangelista de origen judío, hasta blancos y negros y morenos y todo el arco iris de la creación de Dios. Todos estamos unidos a la vid que es Jesucristo.
Es realmente asombroso. Hay espacio para cada cual en sus ramos. Pero hay  trabajo para nosotros, también. No sabemos la historia del funcionario etíope. Pero probablemente él tenía que hacer un poco de trabajo en su vida cuando el regresó a su país para vivir su vida como cristiano y para compartir las buenas nuevas a sus amigos y colegas. We each have some work to do; even as we are assured that there is room in the branches of Jesus’ vine for all of us. Cada uno tiene que hacer algo. ¿Que necesito podar en mi vida? Me puedo preguntar. Y la verdad es que esto no trata del juicio de Dios, tanto como podar lo que los quitan los nutrientes de vida que podemos ocupar para dar fruto. Lo que extra la savia en nuestras vidas, que nos debilite en poder dar el fruto único que cada uno de nosotros podemos producir de nuestra propia vida. Because each of us has a special fruit to offer to the kingdom, but perhaps something is sapping us; keeping us from producing it.
En nuestra comunidad de Todos los Santos, vemos el fruto que nuestro ministerio da cada día. Si es en una caja de vegetales, o si es en una vida cultivada, una vida que ha sido antes dejado en la vid sin cultivación. Pero el camino siempre empieza adentro, cuando conectamos con la parte en nosotros que está herido, y cuando abrimos a Jesús y lo dejamos sanarnos por dentro. Cuando lo dejamos compartir su agua de vida con nosotros. When we open up to Jesus and partake of the water of life, that’s when healing begins. Para que nosotros también podamos dar fruto, fruto que perdure, y que alimenta al mundo.




[1] Marsha Stevens-Pino, “For Those Tears I Died,” from “Home” 2010.
[2] Karoline Lewis, Rolf Skinner and Matt Jacobson, Working Preacher Sermon Brainwave, #416 “Fifth Sunday of Easter”, for May 3, 2015: http://www.workingpreacher.org/brainwave.aspx?podcast_id=620.
[3] Coleman Baker, “Acts 8:26-40 Commentary,” Working Preacher for May 3, 2015, https://www.workingpreacher.org/preaching.aspx?commentary_id=2445.

Comments

Popular posts from this blog

Faith or Fear? Advent 1C

Proper 20 (B) + A community of power + 9.23.18

Proper21BAcceptingourownwounds29sept24