Diario del Sabatico 2: Anticipar la adversidad en el camino + 6.18.19
Alene y yo hemos estado de
peregrinaje antes. Hace varios años
caminamos alrededor de 100 km del Camino de Santiago de Compostela. Y
veremos este tiempo sabático
como un peregrinaje también. Y en tiempos de peregrinaje uno tiene
que anticipar la adversidad.
Empezamos este tiempo de
una manera muy linda, con una visita con familiares y amigos en la
área de la bahía. Tuvimos
una cena con familiares el sábado
y luego el domingo fuimos a una misa donde vimos a dos profesores de
nuestro tiempo en seminario. Luego visitamos con unos amigos. Y el
domingo por la noche fuimos a cenar con la familia de una amiga de
nuestra hija G. Fue una calle bien iluminada y estacionamos cerca de
la casa, pensando que llevamos a todo adentro con la excepción
de su maleta de G que estaba en la parte atrás del auto. G estaba
tan emocionada que corrió
adentro de la casa sin darse cuenta de que dejó
a su pequeña mochila
adentro. Comimos nuestra cena y disfrutamos y finalmente fue tiempo
de salir y G iba a quedar la noche con su amiga.
Mandamos a las chicas afuera para recoger su maleta de G y regresaron corriendo, diciendo que alguien había roto el vidrio del auto y de el había sacado todas sus cosas de G. Salimos afuera, y era verdad. Habían roto un solo vidrio y con esto sacaron casi todo lo que ella trajo consiga con la excepción de su cojín de viaje, sus chanclas y su peluche. Llamamos a la policía y vinieron rápidamente y y luego tratamos de adivinar que hacer. Regresamos a la casa y los amigos nos ayudaron, dando a A una cargadora para su teléfono casí muerto. Luego llamamos al seguro, a la compañia del alquiler del auto. Luego aseguramos que G todavía quisiera quedar con su amiga y ella dijo que sí. Aseguramos que ella tenía todo lo necesario para la noche y fuimos a la casa donde nos quedamos con otros amigos.
Mandamos a las chicas afuera para recoger su maleta de G y regresaron corriendo, diciendo que alguien había roto el vidrio del auto y de el había sacado todas sus cosas de G. Salimos afuera, y era verdad. Habían roto un solo vidrio y con esto sacaron casi todo lo que ella trajo consiga con la excepción de su cojín de viaje, sus chanclas y su peluche. Llamamos a la policía y vinieron rápidamente y y luego tratamos de adivinar que hacer. Regresamos a la casa y los amigos nos ayudaron, dando a A una cargadora para su teléfono casí muerto. Luego llamamos al seguro, a la compañia del alquiler del auto. Luego aseguramos que G todavía quisiera quedar con su amiga y ella dijo que sí. Aseguramos que ella tenía todo lo necesario para la noche y fuimos a la casa donde nos quedamos con otros amigos.
En la mañana
fuimos por el camino lento al aeropuerto y intercambiamos al auto de
alquiler. Y nos dimos cuenta de que nuestro seguro no cubrió
la pérdida de sus
pertenencias de G. Pero Dios provee. Realizamos que una tarjeta de
crédito que tenemos tenía
lo suficiente en créditos
para cubrir el costo de reemplazar su ropa de G y nuestro buen amigo
de dio su teléfono
celular antiguo a G para reemplazar la que perdió.
Hasta necesidades de limpieza nos dieron nuestros amigos. Casi todo
fue restaurado. Fue una experiencia difícil,
pero nos recordó de unas
cosas importantes.
Cuando estás
de un viaje de peregrinaje, tienes que estar abierto a cualquiera
ocurrencia, lo bueno y lo malo. A veces la adversidad va a cruzar su
camino. Sí estará
resuelto, pero a veces con unas pérdidas.
Pero hay mucho que ganar también.
Hemos visto tanta fortaleza en G en como respondió
a esta pérdida
inesperada.
La adversidad en el camino
no es una distracción del
camino, pero de hecho forma parte del camino. Somos mas fuertes por
lo que pasó. Recordamos
como guardar mejor a nuestras pertenencias. Pero aun mas recordamos
lo importantes que son nuestros amigos y la gente que Dios pone en
nuestros camino. Recordamos que aun cuando empezamos a preocupar,
Dios nos tiene. Todo va a estar bien. Seguimos bendecidos.
Continuamos en el viaje.
Comments
Post a Comment