Propio 28 C + Piedras vivas + 11.17.19
(Living Stones Succulent from: https://www.aliexpress.com/ item/32250096133.html) |
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Isaías 65:17–25; Cántico 2; 2 Tesalonicenses
3:6–13; San Lucas 21:5–19)
Somos piedras vivas, templo del Señor
miembros de su cuerpo, Iglesia en construcción
pueblo reunido, viña de elección,
pueblo reconciliado, testigos de su amor.
(“Somos Piedras Vivas” de Flor y Canto, Letra:
Bernardo Velado. Música: Antonio Alcalde)
Hoy quiero hablar de templos. Templos de piedra y
templos de gente.
En el evangelio de hoy, los
discípulos miran el templo en Jerusalén. Ahora, esto fue un proyecto especial
por el rey judío Herodes y él lo quisiera servir como un tipo de memorial a él
y a su reino. Para darles un sentido de la grandeza de este proyecto, deben de
pensar en las pirámides en Egipto o en México y Guatemala. El convertía un lado
del Monte Moría (el Monte del Templo) en un espacio de alabanza grandísimo. La
estructura en total iba a ser 1600 pies por 900 pies por 9 pisos, aunque no lo
completaron completamente. Grandes bloques de piedra fueron mudados de las
canteras en un sistema elaborado de poleas y cuando los pusieron en el sitio se
terminaron el trabajo allí.[1]
Cuando uno sabe esto, es obvio por que los discípulos fueron impresionados.
Este fue un proyecto enorme y esplendido.
Pero a pesar de esto, yo no
entendí el significado completo del templo para la gente de las tradiciones
Judeo-cristianos y para la gente de la Tierra Santa hasta que fui allá. Aunque
yo había escuchado del Templo de Jerusalén de que habla Jesús en el evangelio
de hoy, la destrucción del templo me pareció un evento histórico, no algo que
afectaba la gente de fe hoy en día.
Pero cuando vimos el Mural de
los Dolores en Jerusalén, un pedazo del mural que quedaba afuera del templo, y
vimos cómo la gente alababa en su presencia, entendí más sobre el significado
del templo en Jerusalén. Viendo el dolor de la gente en la pérdida de su centro
de alabanza y como alabaron en la presencia de un remanente de su templo
antiguo, pude ver lo importante que fue el templo a la gente judía. Y el dolor
que sienten en no haber reconstruido el templo todavía. Aunque de una manera no
hace sentido hacer un nuevo templo, porque el judaísmo ha cambiado. Ahora es
una fe de muchas personas alrededor del mundo basado en varias sinagogas
alrededor de rabinos que juntan con grupos de creyentes. No se ubican alrededor
de un solo templo pero ahora su fe es vivida en la comunidad local en todo el
mundo.
De la misma manera, cuando Jesús
habla aquí del templo en Jerusalén, de una manera el habla sobre su cuerpo. Y
al decir que se iba a reconstruir, el habla de la resurrección de su propio
cuerpo. Pero el también habla de nosotros como los que van a construir el
templo de fe. Porque conocemos de 1 Pedro 2:5 que nosotros los creyentes somos
las piedras vivas. Dice: “De esta manera, Dios hará de ustedes, como de piedras
vivas, un templo espiritual, un sacerdocio santo, que por medio de Jesucristo
ofrezca sacrificios espirituales, agradables a Dios.” Es decir, que nosotros
somos los que construyen un templo, no solo de piedras reales pero también de
nuestros cuerpos y nuestras vidas en construir y en reconstruir la iglesia en
nuestro mundo.
Porque, hablando de testigos
como Jesús habla de los discípulos en este pasaje de hoy, me di cuenta. Sí, es
verdad que debo mi vida a Jesús y mi salvación. Pero debo mi fe a todos los que
han compartido la fe conmigo tras todos los anos. ¿Quiénes son estas personas
para vosotros? ¿Alguien quien ha compartido la fe y ha sido una piedra viva en
tu vida? ¿Quién fue la primera persona para traerte a la iglesia? O ¿la primera
persona para invitarle a una iglesia que le acepta tal como eres, no como el
mundo quiere formarte?
Somos piedras vivos, templo del Señor,
Miembros de un cuerpo, Iglesia en construcción.
Y nosotros podemos trabajar
cada día para compartir estas buenas nuevas de Jesús con los demás. Las buenas
nuevas de un Dios quien nos ama como somos, en cualquiera expresión que somos
del arco iris de Dios. Cuando dice en la segunda carta a los Tesalonicenses que
no debemos cansar en hacerlo bien, pienso en esto. No solo en no cansar en el
trabajo de cada día, pero también en no cansar en compartir con los demás del
mensaje de Jesús, de salvación.
Nosotros somos los que están trabajando. Y Dios está creando algo nuevo en nosotros.
Nosotros somos los que están trabajando. Y Dios está creando algo nuevo en nosotros.
Dios nos dice en Isaías: “Llénense
de gozo y alegría para siempre por lo que voy a crear, porque voy a crear una
Jerusalén feliz y un pueblo contento que viva en ella.”
Y esta Jerusalén no será solo
el Jerusalén antiguo pero será un lugar para todos los creyentes. Un
lugar donde habrá paz y justicia para todos. Un lugar en que todos pueden
celebrar su propia identidad. Donde los fuertes pueden ser mansos y los débiles
pueden sentir su fortaleza.
No estamos sin hogar, pero somos libres en el Señor.
No estamos sin hogar, pero somos libres en el Señor.
Somos piedras vivas, templo del Señor
miembros de su cuerpo, Iglesia en construcción
pueblo reunido, viña de elección,
pueblo reconciliado, testigos de su amor.
(Letra de: http://elcancionerocatolico.blogspot.com/2016/07/piedras-vivas-letra-bernardo-velado.html)
Comments
Post a Comment