Propio 10 C + Amor en acción + 7.10.22
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Amos 7:7-17, S 82, Col. 1:1-14, Lucas
10:25-37)
“Ama al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”; y, “ama
a tu prójimo como a ti mismo (Lucas 10:27).”
¡El maestro de la ley lo tenía
correcto! Si hay un vínculo entre la oración de colecta que escuchamos la
semana pasada y este evangelio de hoy, es esto—el “ley de oro” lo llamen.
Ama a Dios y a su prójimo. Pero como lo hacemos es otra
historia. Loving
God and neighbor are both key to this week’s readings and last week’s collect.
But how we put the concepts into action are another story.
¿Quién es nuestro prójimo? Y el evangelio de hoy trata de este
concepto un poco. Pero antes de platicar sobre esto, quiero recordarles que,
en el evangelio de Mateo, Jesús dice “También han oído que se dijo: ‘Ama a tu
prójimo y odia a tu enemigo.’ Pero yo les digo:
Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen (Mateo 5:43-44).” Y
creo que hay una relación entre las escrituras de hoy y el concepto que Jesús
comparte aquí. ¿Quién es el prójimo que tenemos que amar, y quien es este
supuesto enemigo que tenemos que amar?
Muchos conocen la parábola de
hoy, “El Buen Samaritano” tanto que casi lo tienen memorizado. Pero creo
que siempre podemos sacar algo nuevo aun de historias bien conocidas. Y
hay una canción de Marcos Vidal que trata de hacernos pensarlo un poco más.
Se llama “Parábola” y lo voy a compartir aquí:
…
Como escucharon, un pastor y un
líder de alabanza lo ignoraron al hombre herido, pero un gitano, una persona no
muy respetada en España, tiene compasión. Vidal nos pregunta, ¿Cómo sería
esta parábola en hoy? Y ¿qué podemos aprender de esto? So the singer asks us, what would
this parable look like today, and what can we learn and do differently,
thinking about it?
Así que veremos la parábola de nuevo,
pensando en que dice a nosotros hoy, no en el tiempo de Jesús en Israel y
Palestina, ni en España de los 1990s, pero en 2022 en Oxnard. Así que hay
un hombre que esta asaltado en el camino entre Jericó y Jerusalén, y presumimos
que él es judío por el contexto.[1] This guy gets beat up and left half dead on this dangerous
road. Es un camino peligroso, en que mucha gente temía asalto o
robo. It’s
the kind of road where everyone looks out for themselves.
Así que, un sacerdote pasa por
ahí—él es un tipo que esperamos va a cuidar a un hombre en necesidad.
Pero—no sabemos si tiene miedo por su seguridad o si es por mantenerse
limpio en términos de necesidades religiosas, pero el da un rodeo para evitar
ayudar el hombre. Ahora, esto no trata de no ver el hombre. El
sacerdote, y después el levita, tomen medidas para no enfrentar la necesidad
del hombre. La palabra para su acción en griego es antiparelphen que
literalmente significa “pasar por el otro lado de la calle,” pero lo
interesante es que hay otra palabra parerchomai, que significa
“ignorar a algo para enfocar en otra cosa.” Interesante, ¿no? El
sacerdote y después el levita, una persona un poco como un guardián mayor, un
líder laico en el templo, ellos no solamente dan un rodeo, pero ponen su propia
agenda en frente de la situación que Dios ha puesto en su camino. ¿Me
pregunta, cuantas veces he hecho esto?
Pero el Samaritano sintió
compasión. Conocemos esta parte. Pero para entenderlo bien, tenemos
que entender que los Samaritanos casi fueron los enemigos de los judíos.
Ellos creyeron en el mismo Dios, pero por razón de migración forzada en otra
época pasada, fueron muy semejantes pero muy opuestos en sus puntos de
vista. Recuerden que es un pueblo Samaritano que no dejo a Jesús entrar
porque él estaba enfocado en Jerusalén.[2]
Así que en Mateo Jesús nos dice
sobre amar a nuestro enemigo y aquí en Lucas, Jesús nos muestra un enemigo que
muestra amor cuando los supuestos amigos, el sacerdote y el levita, no lo
muestran. Interesante,
¿no? Interesting that in Matthew we hear about Jesus telling us to love
our enemies and here in Luke Jesus is telling a story about an enemy who showed
love.
Jesús nos dice que es esta acción
de mostrar amor y compasión que importa más que cualquier perfección en adherir
a las leyes religiosas. Es un choque para algunos leer que cuando Jesús
habla de la división entre las ovejas y las cabras, la distinción no es si
dicen que son cristianos, pero es si mostraron amor a su prójimo. ¿Dio de
comer a alguien que lo necesitaba? ¿Dio de beber? ¿Lo visitaba en
la prisión o cuando estaba enfermo?[3]
Enfocamos en nuestras acciones, no porque nuestras acciones traen salvación,
pero para compartir nuestra fe, las acciones en amor son lo que importan.
¿Como podemos mostrar amor aquí en Oxnard? Muchas veces para nosotros es
en mostrar el amor a la gente sin hogar o que están en situaciones difíciles.
Por ejemplo, ¿qué les parece una
historia del “Buen Samaritano” que habla de un hombre sin hogar que esta
atacado por otro, y el pastor lo pasa porque está demasiado interesado en ver
lo que dice su iPhone y el miembro del concilio de la cuidad lo mira, pero lo
evita porque no quiere meterse en problemas ni ensuciar sus manos, pero
eventualmente un obrero de la construcción lo vea en el camino y lo lleva a la
casa de su mama para ayudarle y curar sus heridas? O posiblemente Uds.
piensan en otra manera de interpretar esta parábola que hace sentido a
Uds.
Mi pensamiento es que, no importa
cómo ven esta historia bíblica y como seria hoy, que lo importante es que
tenemos que fijar, no en la necesidad de todo el mundo, pero en mantener
corazones abiertos a ayudar a los demás, especialmente cualquiera persona
diferente, que Dios pone en nuestro camino que pudiera necesitar ayuda. Y
esto va a ser inconveniente a veces. Noten que el sacerdote y el Levita
regresan a casa en su horario, mantienen bien su agenda. Pero el
Samaritano queda una noche con el hombre herido. Gasta dinero. En
la carta a los Colosenses escuchamos que es en hacer buenas obras y crecer en
el conocimiento de Dios que nos portamos como deben hacerlo los que son del
Señor. No es poder decir el credo niceno perfectamente, pero lo que
importa a Jesús es un corazón listo para servir. We don’t have to memorize all the
religious laws perfectly, but having a heart that is ready to love is the most
important.
Ahora, la buena nueva aquí es que
no tenemos que buscar maneras para ayudar y servir y amar. Dios nos
presentará con las situaciones en que podemos compartir amor. Miran que,
en este evangelio, el sacerdote y el levita obviamente evitan enfrentar la
necesidad del hombre herido. No es parte de su plan, pero ellos tienen
que dar un rodeo para hacer esto. Sus familias probablemente entendieron
su decisión de ellos. De hecho, ¡fue un éxito regresar de esta calle tan
peligrosa sin perder dinero y tiempo! De contraste, el Samaritano
solamente hace la cosa que hace sentido a su corazón. El ayuda a una
persona en necesidad. Jesús dice: no protegen a su bolsa ni a su tiempo
tanto que se endurece su corazón. Jesus says don’t be so worried about your money and
time that your heart gets cold.
Deja que el Espíritu guía su
corazón y no dan un rodeo cuando su sienten movidos adentro para ayudar a
otro. Ahora, esto no significa ayudar a todos que piden en la manera que
piden. Por ejemplo, si su corazón dice que ellos no deben recibir dinero,
posiblemente pueden comprar o hacer un sándwich para un hombre en la calle que
le pide ayuda. Y no se trata de hacer todo para
alguien, solo es seguir su corazón al próximo paso lógico.
Jalal-adin Rumi, un poeta sufí del
siglo 13, dijo: “Déjate llevar en silencio por la extraña atracción de lo que
realmente amas, no te va a llevar por mal camino.”[4] Y esto es tan
verdadero. Jesús no nos llama a escuchar solamente las leyes y reglas de
la vida, aunque tienen su lograr. Jesús nos llama a amar.
Y amor es algo que nosotros los
seguidores de Cristo hacemos, que vivimos de manera poderosa, extática, llena,
sin pensar en nosotros mismos, cada día y cada momento hasta que eventualmente
estamos unidos con Dios y no podemos ver la alternativa entre amor y cualquiera
otro curso de acción.
[1] Matthew L. Skinner, “Exegetical
Perspective: Luke 10:25-37), FOTW Year C, Vol. 3, 241.
[2] Ibid.
[3] Michael Himes, Doing
the Truth in Love (New York: Paulist Press, 1995), 50-51.
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