Escuchar, escuchar, amar, amar


Melissa Campbell-Langdell
Todos los Santos, 9.2.12 (Propio 17B)
(Cantares 2:8–13; Salmo 45:1–2, 7–10;
Santiago 1:17–27; San Marcos 7:1–8, 14–15, 21–23)

Soy habladora. I am talkative!  En la escuela secundaria fui votada la más probable candidata para romper el récord mundial Guinness para la longitud de un mensaje del contestador telefónico. A veces me siento que doy un regalo de mí misma compartiendo mis pensamientos con los demás. Pero hablar demasiado no me deja oportunidad de ser presente a otros. Así que uno de mis mayores retos en la vida es ser un buen oyente.
En el libro, The Art of Racing in the Rain, o El arte de conducir bajo la lluvia,  el narrador Enzo el perro, dice que sería un buen humano porque él escucha bien /  Here, Enzo the dog talks about why he would be a good person:
"Esto es por qué yo sería una buena persona. Porque escucho. No puedo hablar, por lo que escucho muy bien. No interrumpo nunca, yo nunca desvío el curso de la conversación con mis propios comentarios. Gente, si pones atención a ellos, cambian la dirección de las conversaciones uno del otro constantemente. … Por ejemplo, si nos conocimos en una fiesta y quería contar un cuento sobre el tiempo que necesitaba obtener un balón de fútbol en el patio de mi vecino pero me persiguió a su perro y tuve que saltar en una piscina para escapar y comenzó a contar la historia, usted,bal escuchar las palabras "fútbol" y "vecino" en la misma frase, podría interrumpir y mencionar que su vecino de la infancia era Pelé, el jugador de fútbol famoso, y yo podría ser cortés y decir ¿No jugaba el para los Cosmos de Nueva York? ¿Se crio Usted en Nueva York? Y usted podría responder que no, creció en Brasil en las calles de Tres Coracoes con Pelé, y debo decir, pensé que era de Tennessee, y Usted podría decir no originalmente y luego pasar a esbozar su genealogía largamente. Así que mi gambito conversacional inicial — que tenía una historia divertida sobre ser perseguido por el perro de mi vecino — sería totalmente perdido y todo porque tienes que decirme todo sobre Pelé. ¡Aprenda a escuchar!   ¡Lo ruego de ustedes!  Pretenden que son perros como yo y escuchen a otras personas en lugar de robar sus historias". [1]
Enzo says: “Learn to listen!  I beg of you. Pretend you are dog like me and listen to other people rather than steal their stories.”[1]
Quizás lo que Enzo el perro está diciendo aquí, aunque de una forma cómica y exagerada, es lo que Santiago y Jesús están hablando en pasajes de hoy. Hay un viejo dicho del ministerio de prisión Kairos que dice: "Escuchar, escuchar, amar, amar," y un montón de cosas buenas pueden resultar de practicarlo. Básicamente, el concepto es, antes de decir cualquiera cosa, trata de escuchar y amar doblemente. Santiago dice que debemos ser lentos para hablar y rápidos para escuchar.  
Jesús dice que lo que sale fuera de nosotros, de nuestros corazones y es a menudo expresada por nuestros labios — es lo que nos contamina. No es decir que seguir una buena higiene y adherirse a las tradiciones judías no son importantes para Santiago y Jesús, pero ellos dicen que si su legalismo le hace un hipócrita, porque realmente no actúa en su fe, y simplemente parece respetuoso de la ley, ha perdido el mensaje. Sobre ambos estos pasajes, el teólogo Bill Countryman observa que no se centran particularmente en la pureza física, pero más bien enfocan en la pureza del corazón. [2]
¿Por qué es esto? Pues Santiago quiere mostrar que la pureza del corazón significa no presionar su agenda de ser en liderazgo. Countryman dice que cuando Santiago define la "religión pura" como cuidar a los huérfanos y las viudas, y mantenernos sin mancha del mundo, a menudo surgen preguntas sobre lo que significa ser "sin mancha". Ya sabemos que Jesús dice que no siempre esta hablando sobre una limpieza física. De hecho, la mancha interna es más sutil, más difícil de ver. Mirando el contexto, Bill Countryman decide que cuando Santiago dice que tenemos que despojar toda impureza, tiene que ver con evitar "los esfuerzos de gente enojada para asumir un liderazgo en la comunidad, ignorando los pensamientos y las contribuciones de los demás". Dice «pureza es lo que quita este tipo de suciedad, para que pureza significa dulzura [de naturaleza con los demás]». [3]  Ahora, ¡no quiero disuadir a los quienes serían los líderes de la Iglesia en decir esto! Al contrario, ¡nuestro objetivo es fomentar nuevo liderazgo! 
This isn’t to dissuade leadership in the church, on the contrary, but James here is talking about being gentle and not pushing yourself into leadership as much as he is trying to encourage us to listen.
Pero si la tentación de hablar, o empuje su objetivo, o ser en liderazgo para sus propias necesidades, no es un gran problema para algunos de nosotros, podría ser otra cosa, probablemente algo diferente para cada uno de nosotros. Para mí, a veces esto significa no pensar en mi agenda diaria como demasiado importante como para olvidar ser un cristiano con un vecino. A veces tengo que cambiar mi plan cuando una persona que necesita asistencia llega a la puerta y estoy centrado en otra tarea. Maybe it’s trying to “listen, listen, love, love” when I’m feeling more talkative.
¿Por qué es tan clave escuchar?  Why is it so important to listen? El teólogo Paul Tillich dice que como seres humanos queremos conseguir algo en nuestras vidas, algo llamado "auto-integración." Es un proceso de vida que va junto con el "auto-creatividad" y el "auto-transformación". Significa que uno empieza a conocerse a si mismo, explora otras maneras de ser en el mundo, y regresa al centro de su identidad con un entendimiento mejor de si mismo y de otras personas.  [4]   Una persona que realmente puede escuchar a otro es auto-integrado porque él o ella no siente la necesidad de compartir información por su propio beneficio, pero escucha más a las conversaciones y solo habla cuando compartir añade a la experiencia del otro.  Yo no soy allí todavía, pero es mi proceso. 
Y, ¿quién sabe? Tal vez una persona que escucha bien a los demás puede escuchar mejor a Dios, ¿no es cierto?
Y posiblemente esto, de la lectura de Cantares de hoy, es un poco de lo que escuchará:
“Mi amado me dijo:
«Levántate, amor mío;
anda, cariño, vamos.
¡Mira! El invierno ha pasado
y con él se han ido las lluvias.
Ya han brotado flores en el campo,
ya ha llegado el tiempo de cantar,
ya se escucha en nuestra tierra
el arrullo de las tórtolas.
Ya tiene higos la higuera,
y los viñedos esparcen su aroma.
»Levántate, amor mío;
anda, cariño, vamos.»
Arise, my love, my fair one,
and come away.”
(Cantares 2: 10-13).



[1] Garth Stein, The Art of Racing in the Rain (Nueva York: HarperCollins, 2009), 101-102, Traducción mía.
[1] Ibid.
[2]  L. William Countryman, Dirt, Greed and Sex, Rev. Ed. (Minneapolis: Fortress, 2007), 82; 131.
[3] Countryman, 131. Traducción mía.
[4] Loye Bradley Ashton, "Perspectiva teológica: Marcos 7:1-8, 14-15, 21-23," Feasting on the Word, Year  B, Vol. 4.  Traducción mía.



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