Propio 23B + El fluye de la Gracia + 10.11.15
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Job 23:1–9, 16–17; Salmo 22:1–15; Hebreos
4:12–16; San Marcos 10:17–31)
Recordé
algo cuando fuimos al Dodgers Night de nuevo este año.
Y esto es que una de mis cosas favoritas de estar en un partido de béisbol es
cuando hacemos “The Wave” o “La Ola.” Alguien lo empieza y se levanta, y si
funciona, de inmediato va por todo el estadio en una ola consistente de la
acción de gente que se levanta y se baja uno después del otro. I love the “The Wave” at a baseball
game because it is a moment of human connectedness. Es un momento
de conexión humana, casi se puede decir de “iglesia” en el medio de un
pasatiempo americano usualmente bien secular.
Sin embargo, esta “ola” es una
cosa bien particular. Casi todo el mundo tiene que estar dispuesto a pararse
para un momento, y si demasiadas personas no pueden o no lo quieren hacer, está
atascado. La gente necesita responder y continuar el movimiento para que ocurra
la magia que es la ola.
Lo que me trae al mar. Una de
mis cosas favoritas de vivir en Oxnard es que puedo ir y solo contemplar el mar
de vez en cuando. He dado cuenta de que solo estar en la playa y ver y escuchar
la ida y vuelta de las olas me da mucha paz. No es solo la quietud o la
inmovilidad, pero hay una calma en esa moción—el fluir del agua—llegando y
yendo—que me trae paz. When
I go to the ocean, it is the rhythmic movement of the water flowing in and out
that brings me peace. Como alguien me mencionó
esta semana, si toda el agua iría, sería terrible.[1]
Pero también si llegaba sin cesar, sería también una catástrofe. El ritmo es la
cosa.
Hoy, vemos que la marea de la
vida de Job parece haber bajado por completo. Today, we see that the tide of Job’s life seems to
have completely gone out. Él ha perdido todo con la excepción
de su vida, y trata de soportarlo todo, pero al fin se queja. Aun toma un salmo
famoso, 139, el que describe como nunca podemos separarnos de Dios, y lo
invierta, diciendo que el busca en toda dirección y no encuentre a Dios en
ningún lugar.[2]
Que frustrante. Es como si Dios, y el agua de vida, han derramado por completo.
Veremos la semana que entra que Dios no lo ha abandonado, pero que si lo va a
visitar. Todo lo que ha sido tomado de él
sí
esta restaurado. Aunque tengo que decir que leo esto como una alegoría un poco,
porque si no, ¡pobre de su familia inicial de Job! Sabemos que cuando perdimos
a un familiar, no solo se reemplace con otra persona tan fácilmente. Pero me desvío
del tema. Dios sí viene a Job y eventualmente el experimentará
el fluye de la gracia en su vida. Pero su historia nos recuerda que a veces
tenemos tiempos secos y en aquellos tiempos necesitamos mejores amigos que los
de Job para mantener la fe con y por nosotros hasta que sentimos la gracia y el
amor de Dios de nuevo. I
see in the book of Job a good reminder that in the dry times we need good friends--
better friends than Job has-- in order to keep the faith with and for us until
we feel it again.
En el pasaje del evangelio de
hoy vemos una interacción entre un hombre rico y Jesús. Jesús lo pide vender
todo para dar a los pobres. De contraste con Job, quien literalmente pierde
todo, este hombre solo se siente como si Jesús le pide perder su vida. Es obvio
por qué. Él no se conoce como hijo de su papa, algo típico por los judíos de su
época, pero esta conocido como un hombre rico. This guy’s identity is all in being a “rich dude,” so
he feels like Jesus is asking him to give up his whole self. De
una manera, no parece que Jesús le pide vender no solo su propiedad pero su
identidad también.
Ahora, no quiero hablar a la
ligera sobre lo difícil que puede ser perder su propiedad, como esto puede
afectar a su identidad en nuestra sociedad. It is certainly a very difficult thing to lose everything, so
I am not making light of that. He sido bendecida en no experimentar
eso hasta ahora, pero lo que he aprendido de los que son sin hogar o han sido
sin hogar una vez, es que en algunas instancias pasa una perdida completa de la
identidad. ¿Quién soy yo sin mi apartamento, mi ropa buena? Esta experiencia
puede resultar en un desastre personal. Estoy intensamente consciente de esto
mientras preparo para ayudar en dar comida en la cena de Bread of Life o Pan de
Vida esta tarde.
Pero tomamos otro vistazo a
este pasaje. No es que Jesús solo le pide del hombre perder todo para ir a las
calles, pero lo dice, Ven, sígueme. El lo mira y lo ama. Jesus clearly looks at this man and
loves him. He is not abandoning him. Esta es la única vez en el
evangelio de San Marcos cuando escuchamos que Jesús ama a alguien en
particular.[3] This is the only time in Mark when Jesus
is specifically mentioned as loving someone, folks! Es
importante. Jesús no solo le ama al hombre, pero lo invita. Sin embargo, el
hombre no escucha o no responde a la invitación. Es como la corriente ha parado
en él. Es como si en adquirir muchas cosas, él ha olvidado como dar también, en
orden de ser capaz de darse de sí mismo a los demás.
Ahora, esto es un arma de
doble filo. No solo la gente rica se atasca. A veces la gente de muy bajo
ingreso puede quedar igualmente cerrado al fluye de la gracia de Dios. No creo
que debamos leer este evangelio como una glorificación de la pobreza. Gente que
ha estado en los márgenes sabe que cuando esta uno en desesperación, uno agarra
a cualquiera cosa y sin dar gracias por ella, uno trata de conseguir más y más.
No hay apertura a la provisión de Dios porque no vea que Dios le da todo lo que
tiene y en no recibir lo que recibe como bendición, uno queda cerrado a la
gracia completa en la vida de uno.
Cada dia, Jesús nos invita a nosotros, también. Jesus is busy
inviting us every day, too. But we have to be open to it. Tenemos
que estar abiertos a esto, abierto al sentido de su Mirada de amor. Tenemos que
estar abiertos al fluye y movimiento de diferentes aspectos de nuestras vidas.
En términos de la iglesia, un
ejemplo se puede ver en como manejamos nuestros recursos en nuestra iglesia—lo
que llamamos la Mayordomía de Tiempo, Tesoro y Talento. Para mí, dar una
porción de mi tiempo, tesoro y talento es una manera de mantener el fluye de
gracia en mi vida. I
give some of my time, treasure and talent to keep grace flowing in my life and
in the lives of others. Cuando estoy generosa, no solo con mi
dinero, pero con mi vida entera, encuentro que en no agarrar las cosas
demasiado, en no acumular muchas cosas de este mundo, estoy más consciente de
las bendiciones que Dios ha puesto en mi vida. Reconozco que en un nivel básico,
todo lo que tengo, todo “bien” es de Dios. Algunos “bienes” son más
espirituales que materiales, pero algunos son materiales también. I truly think that God gives us
material and spiritual gifts, and it is good to give thanks for both.
Ahora, ¿predico aquí un
“Evangelio de la Prosperidad”? No creo que Dios solo bendiga materialmente a
quienes los ama, o que los que no tienen bienes materiales no son amados por
Dios. No, esto es una
teología incorrecta. It would be wrong to say that God necessarily rewards
those materially whom God loves and somehow withholds from those whom God
doesn’t love. Sabemos que aunque solo aquí en San Marcos se
menciona, que la Mirada amable de Jesús es para todos nosotros. Pero sí
creo que una y otra vez he experimentado algo sorprendente y lo he escuchado de
los demás: cuando damos de lo que Dios nos ha dado, recibimos con más.
Para mí, esto de dar ha
manifestado en diferentes olas. Al inicio, cuando Alene me ayudó a
dedicar el diez por ciento de mis ingresos para dar a la iglesia y a otras
caridades, tuve dolores del crecimiento espiritual. Me sentí
como tuve mucho dinero para dar, y no mucho para gastar en lo que yo deseaba.
Siempre tenía lo que necesitaba, y esto es importante—Dios le provee siempre
una manera para dar sin faltar. Pero a veces me sentí incomoda en esa transición.
Though at first when I dedicated ten percent of my income to
giving to church and other good causes, I felt like I had too much to give away
and not enough for me, now I find the opposite is usually true. He
visto un fenómeno diferente recientemente. ¡A veces quiero dar más que técnicamente
tenemos en el presupuesto! Pero siempre tenemos lo suficiente. Go figure!
Pero el punto es que tenemos
que dar. De dar de cada aspecto de nuestras vidas, incluso nuestro dinero. No
solo aquí en la iglesia, pero en el mundo. Sí,
entramos a la estación de la mayordomía, pero sabemos que justo como el hombre
rico tuvo que ir a encontrar otra identidad, nuestra identidad primaria es lo
de ser cristiano. Living
generously is a way of living our Christian identity. En compartir
nuestros talentos en la iglesia, seguro. Pero también en compartir nuestros
talentos en nuestros lugares de trabajo, o trabajos voluntarios, o con nuestros
amigos. En ser generosos de nuestro tiempo cuando podemos, porque ¡nunca
sabemos cuándo una mano o una persona para escuchar puede ayudar más de lo que
pudiera imaginar!
Y mientras continuamos de
vivir esta vida cristiana, experimentaremos el fluye de la Gracia en nuestras
vidas. A veces podemos sentir bastante llenos del amor y de la gracia de Dios,
pero muy de vez en cuando sentiremos como Job, lejos de la gracia. Pero este
sentido de la ausencia de Dios es una ilusión, justo como el sentido de tenerlo
todo si ese “todo” no incluye a Dios en primero lugar es también una ilusión.
Cuando sentimos el bajo de la marea de gracia, esto es el momento en que
continuemos la ola. Este es el momento cuando los demás se deben levantar
alrededor de nosotros para mover el corriente de Gracia. When we feel low, that is when others
keep the wave of Grace going. And pretty soon, we will be there
again. En muy poco tiempo, allí estaremos también; en el fluye de la Gracia.
Comments
Post a Comment