Adviento 3 (C) + un Dios que sienta en lo alto, y mira para abajo + 12.13.15
(divinemercy.sg) |
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Sofonías 3:14-20, Primer Cantico de Isaías (Isaías
12:2-6), Filipenses 4:4-7, San Lucas 3:7-18)
“Tenemos
un Dios quien se sienta en lo alto, y mira para abajo.” “We
have a God who sits high, and looks low.” Esas fueron las palabras de sabiduría de la Revda.
Doctora Renita Weems que compartió con nosotros en la convención diocesana la pasada fin
de semana. Estas palabras se han repetido en mi mente mientras he notado las
cosas que han estado pasando en nuestro mundo en los tiempos recientes. Tenemos
una ansiedad en nuestro país ahora. Y se entiende. Pero hay un riesgo aquí de
perder lo que está a la base de nuestras creencias. Tenemos que tener cuidado.
Tenemos que recordar que tenemos un Dios quien se sienta en lo alto, pero mira
para abajo. With all that is going on in the world right now, we must
be careful not to lose our sense of values.
Y
aquí, las palabras de San Pablo a los Filipenses hoy: “¡Alégrense! … No se aflijan
por nada.” Estas pueden parecer palabras bien desconectadas de nuestro
contexto. Pero en realidad, no son. Los filipenses si tenían problemas también.
Tenían razones para estar afligidos.
Pero como un comentarista lo puso, “la gratitud va en contra de la
ansiedad.”[1] San Pablo sabía esto. Gratitude counters anxiety, and
Paul knew it. Si tomamos un tiempo de dar gracias, como nos han invitado en
nuestros libros de reflexiones de Brújula Viviente, es mucho más difícil enfocar
en nuestras preocupaciones.
Walter
Brueggemann escribió
un libro titulado Journey to the Common
Good o Jornada al bien común, en que muestra como Dios compartió
pan del cielo con los israelitas mientras caminaban por el desierto. Para el,
esta imagen de abundancia en medio de un terreno infértil es una muestra de la
abundancia de Dios.[2] Pero tenemos que confiar en él. No podemos
participar en la ansiedad demasiado. If we find ways to combat anxiety and live
into God’s abundance, we end up having the resources to focus on the common
good. Si confiamos en Dios y
practicamos tiempo de Sabbat, encontramos fuerzas para enfocar en el bien común.
Juan
el bautista es fuerte pero también lo amamos un poco, ¿no? En la manera en que
nos muestra una manera de hacer esto que hace sentido en la lectura de hoy del
evangelio de San Lucas. Después de que
el asuste al muchedumbre por sus buenas nuevas que parecen malas noticias,
ellos preguntan qué pueden hacer. Y su respuesta es simple: comparte lo que
tienes, y no tomas más de lo que necesitas tomar. Share
what you have and take no more than you need, this is John the Baptist’s
advice. Hay algo bien sencillo
en su mensaje de Juan que me ayuda durante este tiempo de espera, esta estación
de Adviento. Empieza con las cosas pequeñas. Don’t take it all on, but
do share what you can.
Y
compartir viene de la gratitud. Sharing comes from gratitude. Puedo compartir
cuando reconozco y doy gracias por el hecho de que tengo dos chaquetas o comida
para compartir. Y gratitud va en contra de la ansiedad. Que buen mensaje para
nosotros en este tiempo de Adviento. Yo a lo menos me pongo ansiosa. ¿Que he
comprado? ¿Es suficiente? ¿He olvidado alguien? Pero no se trata de las cosas.
It is not about stuff. Es sobre compartir de una manera bien sencilla. It
is about togetherness, and time with Jesus. Se trata de un tiempo uno con el otro y con Jesús.
Esto
también tiene que ver con los eventos nacionales e internacionales porque la
generosidad no termina con compartir ropa y comida. Nosotros de todos países sabemos
que a veces la mejor generosidad es vivir juntos en armonía con gente de
diferentes fes y tradiciones. We know that one of the best reflections
of generosity in our culture is that of sharing our space with different
faiths.
De
hecho, después de describir como Dios provee las necesidades de los Israelitas
en el desierto, Brueggemann describe como Dios tiene un propósito para toda esa
abundancia. Como nuestro obispo presidente Michael Curry lo dijo en la convención
diocesana, recordando las palabras de su papa, “No estás aquí solo para
consumir el oxígeno.” “You are not here just to consume the oxygen.” Y tampoco
fueron los israelitas aquí solo para consumir el oxígeno. Tenían que ocupar la
abundancia que Dios los había dado para compartir los atributos de Dios: de
amor firme, o hesed; de justicia, o mispat; y de rectitud, o sedaqah. With
their abundance, the Israelites were expected to share steadfast love, justice
and righteousness with their neighbors. Y Brueggemann dice que los israelitas tenían que “estar
en solidaridad, [con] … todos los compañeros,” tener una distribución equitativa
de todos los recursos—y pensar en la viuda, el huérfano y el inmigrante, y tomar
“un papel activo en los asuntos sociales.”[3]
Así
que nuestro lenguaje como cristianos basados en la biblia es: intervenir por
los pobres, los inmigrantes, el extranjero. If we read the Bible, we realize
we must stand up for justice. Esto
es algo que creo que algunos en nuestra sociedad han olvidado. Cuando hablan de
limitar la entrada de ciertas personas al país, gente que viene de países devastados
por la guerra, solo por sus creencias, ¿estamos muy diferentes que las personas
quienes quieren dejar unas personas vivas y otras personas no solo por razón de
su fe? Nosotros en los EEUU, quienes históricamente son entre los mejores en
vivir uno con el otro entre gente de diferentes fes, al menos en los momentos
mejores, podemos mostrar el mundo como se trata al extranjero. We can
show the world how we can coexist in peace. ¿Hay un riesgo? Sí. Claro. Siempre hay un riesgo en
los hechos de amor. There are always risks in love.
Doctora
Renita Weems nos hizo un desafío en la convención diocesana. Ella notaba que el
lugar en el mundo donde más crece la iglesia es en los países en vías de desarrollo.
Nos preguntó:
¿Pueden compartir la iglesia con gente así?
De la misma manera, los adherentes al Islam están creciendo. En un reporte del instituto Pew de este año, dijeron que la población mundial de musulmanes esta creciendo.[4] Pero esto no es algo que tenemos que temer. The Muslim population is growing in the world, but we do not need to fear. We have to learn to live together. Tenemos que encontrar una manera de vivir juntos. Y la verdad es que la mayoría de nosotros tenemos un lenguaje común básico: de fe, de devoción a Dios, de oración y una búsqueda para paz. Las interpretaciones violentas de Islam son una travestía de los principios bellos de esa fe. The violent interpretations of Islam are a misreading of the belief system. Y están basados en poder humano, una trampa en que nosotros los cristianos hemos caído varias veces también.
De la misma manera, los adherentes al Islam están creciendo. En un reporte del instituto Pew de este año, dijeron que la población mundial de musulmanes esta creciendo.[4] Pero esto no es algo que tenemos que temer. The Muslim population is growing in the world, but we do not need to fear. We have to learn to live together. Tenemos que encontrar una manera de vivir juntos. Y la verdad es que la mayoría de nosotros tenemos un lenguaje común básico: de fe, de devoción a Dios, de oración y una búsqueda para paz. Las interpretaciones violentas de Islam son una travestía de los principios bellos de esa fe. The violent interpretations of Islam are a misreading of the belief system. Y están basados en poder humano, una trampa en que nosotros los cristianos hemos caído varias veces también.
Así
que nos tenemos que conocer uno al otro. Gratitud va en contra de la ansiedad,
pero también conocer a su vecino va en contra de prejuicio.
Cuando
fui ministra de campus en UC Riverside, participaba en un dialogo entre
religiones con los estudiantes musulmanes. Así que un día durante Ramadán ayuné y luego fui al centro islámico
en la noche. De hecho, es el mismo lugar que asistía la pareja que mataba a
tanta gente en San Bernardino. ¿Es posible que ese hombre joven estuviera allí,
antes de conocer a su esposa? No sé, la verdad. But I went to that Islamic
Center in Riverside and I was welcomed that night in Ramadan. Me dieron los Bienvenidos. Me guiaron a donde estaban
las mujeres, y me dieron de comer. Había reglas, sí. Vine bien cubierta y quedé con las otras mujeres.
Seguí los
protocoles. Pero fui una hermana, para la noche. I was a sister, for the
night.
La
verdad es que todos somos hermanos y hermanas. We are all children of
God, brothers and sisters. Todos
somos los hijos de un Dios que se sienta en alto pero mira abajo. De un Dios
quien nos dice que no debemos temer.
Un
poema de Rumi, un poeta musulmán, dice, “¿Por qué quedas en la cárcel, cuando
la puerta queda completamente abierto?” “Why are you still in prison,
when the door is so wide open?”
Tenemos
que ser radicales en hesed, es decir, en el amor de Dios. We must be radicals
in generosity. En compartir nuestra ropa y comida, si, pero también nuestro país,
nuestros pueblos, nuestros supermercados, y parques. De hecho todos pertenecen
a Dios, de todos modos. Somos hermanos y hermanas.
Los
actos de horror son mentiras. Nos dicen que estamos solos, y solo nos enseñan a temer uno al otro.
Pero
Jesús nos ha muestro otra manera. God has shown us another way,
about hesed. Dios nos habla de mispat
y sedaqah. Dios nos ha mostrado que, en tener gratitud por todo que él nos ha
dado, no debemos temer. No debemos estar ansiosos.
Es difícil en esta estación, pero debemos pensar en las maneras en que estamos agradecidos—posiblemente ya tenemos lo suficiente, o algo cerca.
Es difícil en esta estación, pero debemos pensar en las maneras en que estamos agradecidos—posiblemente ya tenemos lo suficiente, o algo cerca.
Posiblemente
ni necesitamos tantos regalos. Podemos compartir. We can share and not
stress as much. ¿Quién necesita tener tanto estrés sobre las
preparaciones de la Navidad? Menos estrés nos da una manera de vivir con más
generosidad. De vivir el sueño de Dios. El poder del amor es inextinguible. Yo lo
creo. Todos los sabios de las grandes religiones dicen algo así, lo que
escuchamos del Canto de Solomon, “El agua de todos los mares no podría apagar
el amor (8:7).” Many waters cannot quench love.
Hemos
tenido algunas tormentas en tiempos recientes. ¡Esperamos ver la lluvia
verdadera!
Pero
tenemos un Dios que se sienta en lo alto y
mira para abajo.
Dios sabe lo que necesitamos.
Dios nos ama.
Dios sabe lo que necesitamos.
Dios nos ama.
No
tengan miedo. Amen con valentía.
Comparten
libremente, y en hacerlo posiblemente cambiarán el mundo.
[1] Leander E. Keck, “Philippians
Commentary” in Interpreter’s One-Volume Commentary, 855.
[2] Walter Brueggemann, Journey to the Common Good, (Louisville:
Westminster John Knox, 2010), 22.
[3] Walter Brueggemann, Journey to the Common Good, 62-63.
[4] “Why Muslims are the world’s
fastest-growing religious group,” Pew Fact Tank, April 23, 2015, http://www.pewresearch.org/fact-tank/2015/04/23/why-muslims-are-the-worlds-fastest-growing-religious-group/.
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