Propio 11A + Separación de las estrellas + 7.23.17
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| (The Odyssey Online) |
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
Yo tengo una confesión. A
veces, cuando estoy viajando, no quiero ser muy obvia como una sacerdote. No es
que no me encanta ser pastora, pero a veces prefiero estar leyendo mi libro en
un tren o en un avión. Pero tras el tiempo me he dado cuenta de que la gente
muchas veces piensa muy interesante sobre Dios en los viajes, en los tiempos
entre-tiempos. Y esto muchas veces abre un espacio muy grande para hablar de
Dios y como actúe en nuestras vidas.
Cuando yo regresaba de
Inglaterra por medio de Islandia el martes, me sentí al lado de una mujer un
poco más joven que mí que vive en Inglaterra pero es de California. Y ella es
de una familia griega y ella alaba en la iglesia griega ortodoxa. Pero ella fue
muy rápida en decir que su iglesia no fue muy “religiosa”, pues era más
“espiritual.” Y esto me hizo pensar. Porque si Ustedes han asistido una misa en
la iglesia ortodoxa, van a reconocer que esa iglesia es llena de rituales muy
fijos y un poco estrictos, aun a nuestros ojos episcopales. Lindísimos rituales
pero de esta forma son unas de las organizaciones más “religiosos” que conozco.
Entonces, ¿porque ella no
quisiera hablar de una a iglesia “religiosa?” Yo creo que tiene algo que ver
con el juicio que existe en nuestras mentes cuando pensamos en religión. Juicio
como vemos hoy en la lectura del evangelio de San Mateo. Hay gente buena y
gente mala, y al fin de los tiempos Jesús va a separar los buenos de los malos.
Ay, ay, ay. Si estamos muy honestas, ¿nosotros a veces pensamos así también,
no? A lo menos yo a veces tengo miedo de cómo me va a juzgar Dios.
Un autor ruso dice que esta
manera de pensar en Dios se forma una manera “forense” de pensar en Dios-o sea,
que Dios siempre nos va a tratar como posibles criminales.[1]
Pero no es así. Dios nos ama tanto. Somos su creación. Y aun cuando actuemos
mal Dios nos quiere abrazar de nuevo. Porque en el somos nuestros seres
perfectos.
Pero ¿Cómo llegamos a esta
manera forense de ver a Dios? En Mateo, podemos mirar el trasfondo de los que
escribieron el evangelio. Habían pasado por un tiempo de conflicto y perdieron
los judíos el templo en el año 70 después de Cristo. Y entonces había mucho
conflicto entre diferentes grupos. Entonces una parábola de como Dios va a
dividir los elementos buenos de los elementos malos, que de hecho yo entiendo
como una manera de dar paz a la gente para que no se preocupen si todo su alrededor
no fue en la paz perfecta de Dios, llego a estar interpretado como una visión
miedoso de que todos estarán juzgados. Piénsalo bien. Jesús describe el mundo.
Hay la creación que es buena, hecha por Dios, y esto es las semillas buenas.
Pero como no vivimos en un mundo perfecto, las fuerzas del mal van a venir y
tratar de hacernos daño, aun en nuestras propias vidas y mentes y espíritus.
Pero Jesús dice que no tenemos que temer por esto porque Dios nos tiene en sus
manos. Nuestras partes finas perduran. Y aunque lo seguimos bien o nos perdemos
un poco a veces, él nos refinara al fin de los tiempos. Lo que quedara solo sería
lo mejor de nosotros. Para mí, esto no se trata de gente buena y gente mala
pero se trata de que cada uno de nosotros seamos pecadores y santos a la vez,
tratando de seguir a Cristo y a veces haciéndolo bien a y a veces fallando.
Pero Dios renovara a todos nuestros esfuerzos en el fin para que estemos listos
de estar en su presencia.
No tenemos que tenerle miedo a
el que está siempre a nuestro lado, quien hizo las estrellas, los cielos y la
tierra.
Pero, dice Madeleine L’Engle
que a veces nosotros sentimos muy separados de las estrellas, es decir de Dios,
y a veces tenemos que reconocer que Dios nos ama profundamente no importa a lo
que hicimos. Esto nos trae a ese ingrato, Jacob.
Para mí, es buena cosa que casi cualquier líder bíblico es imperfecto. Y Jacob no es ninguna excepción. Él no sabía que Dios le tenía una bendición, así que él lo trato de robar de su hermano Esaú. En esta lectura de hoy él está huyendo su hermano, y con buena razón porque él lo engañó. Y aun así, aun a este tipo tan indecente, aparece Dios. Y Dios lo promete que va a estar con él y con su familia. Y él se dé cuenta de que Dios ha estado a su lado todo este tiempo. ¡Que milagro! Es así con todos nosotros.
Pero la autora Madeleine L’Engle dice que lo que hace Jacob de que nosotros podemos aprender es que el reconoce la presencia de Dios. Que en deleitar en Dios, Dios encontró deleite en el. Nosotros estamos llamados a hacer el mismo.[2] El no responde solo con temor por el juicio, pero responde en celebración de que Dios está con él y con su familia. El re-conecta con las estrellas.
¿Cómo podemos nosotros mirar las estrellas y la creación de Dios como de primera vez en este momento? Como podemos ver que no tenemos que robar ninguna bendición como un beso de sus labios de Dios pero que él nos espera con los brazos abiertos con un corazón que nunca deja de perdonarnos ni de esperar de nosotros que actuemos mejor uno con el otro porque aquí y siempre estamos en su presencia, sus hijos amados para siempre.
Para mí, es buena cosa que casi cualquier líder bíblico es imperfecto. Y Jacob no es ninguna excepción. Él no sabía que Dios le tenía una bendición, así que él lo trato de robar de su hermano Esaú. En esta lectura de hoy él está huyendo su hermano, y con buena razón porque él lo engañó. Y aun así, aun a este tipo tan indecente, aparece Dios. Y Dios lo promete que va a estar con él y con su familia. Y él se dé cuenta de que Dios ha estado a su lado todo este tiempo. ¡Que milagro! Es así con todos nosotros.
Pero la autora Madeleine L’Engle dice que lo que hace Jacob de que nosotros podemos aprender es que el reconoce la presencia de Dios. Que en deleitar en Dios, Dios encontró deleite en el. Nosotros estamos llamados a hacer el mismo.[2] El no responde solo con temor por el juicio, pero responde en celebración de que Dios está con él y con su familia. El re-conecta con las estrellas.
¿Cómo podemos nosotros mirar las estrellas y la creación de Dios como de primera vez en este momento? Como podemos ver que no tenemos que robar ninguna bendición como un beso de sus labios de Dios pero que él nos espera con los brazos abiertos con un corazón que nunca deja de perdonarnos ni de esperar de nosotros que actuemos mejor uno con el otro porque aquí y siempre estamos en su presencia, sus hijos amados para siempre.
[1]
Madeleine L’Engle, A Stone for a Pillow,
p. 3: https://books.google.com/books?id=Hr6mDAAAQBAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false.
[2]
Ibid, p. 20.
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