Trinidad / Orgullo (B) + 5.27.18
Rublev's Trinity |
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Isaias 6:1–8; S. 29; Romanos 8:12–17; Juan
3:1–17)
¿Qué es el momento cuando más
sentimos el profundo misterio de esta vida? ¿Es cuando escuchamos nuestro ser
querido respirar en la noche? ¿Es cuando vemos los relámpagos y brillos y
truenos de una tremenda tormenta? ¿Es cuando alguien nos dice una verdad que
siempre conocíamos pero nunca pudimos poner en palabras?
Nosotros los seres humanos
tenemos cuerpos y a veces es bueno estar conectados a ellos. Yo soy una persona
más conectada con mi mente que con mi cuerpo, así que una cosa que he hecho recientemente
que me ha ayudado bastante ha sido hacer solo un poco de yoga cada día. Siempre
lo he hecho pero estoy haciendo un poco más yoga ahora y más regularmente. Y me
ayudado a conectar con el cuerpo.
Muchas veces cuando leemos escrituras como este evangelio, nos enfoquemos mucho en el espíritu, y sentimos que el espíritu se tiene que estar desconectado del cuerpo.
Muchas veces cuando leemos escrituras como este evangelio, nos enfoquemos mucho en el espíritu, y sentimos que el espíritu se tiene que estar desconectado del cuerpo.
Y la lectura de Romanos nos
habla de no estar completamente conectados a las debilidades del cuerpo.
Pero de hecho, Dios nos ama en
nuestros cuerpos. Solo nos dice que no debemos sentir limitados por nuestros
cuerpos. Nuestros cuerpos sentimos que no podemos. Pero por el poder de Dios,
tenemos un compañero más fuerte.
Podemos pensar en la Santa
Trinidad en tantas maneras- en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en el
Amor Creador, el Amado y el Amor que fluye entre todos, y aun en personajes muy
diferentes como los que aparecieron en el libro The Shack (2007, William P. Young), con un Dios Madre
Afro-americana, un espíritu de aspecto asiática quien era jardinera, y Jesús el
carpintero humilde. Podemos hacer diagramas de cómo es Dios uno y tres a la
vez.
Pero esto es lo más importante de nuestro Dios trinitario. Es que está en comunidad en sí mismo, y en este espíritu comunitario Dios siempre quiere estar en nuestras vidas acompañándonos. Como compañeros en esta jornada que es la vida. Dios baile con nosotros en cuerpo y espíritu y entra en nuestras vidas de una manera dinámica.
Pero esto es lo más importante de nuestro Dios trinitario. Es que está en comunidad en sí mismo, y en este espíritu comunitario Dios siempre quiere estar en nuestras vidas acompañándonos. Como compañeros en esta jornada que es la vida. Dios baile con nosotros en cuerpo y espíritu y entra en nuestras vidas de una manera dinámica.
En la lectura de Isaías, el ángel
le toca a Isaías con una brasa – y no se preocupen – ¡nosotros no lo hacemos
para el perdón de pecados! Pero aquí para él es una imagen mística para
entender el perdón de los pecados y la manera en que Dios lo capacita para
compartir su mensaje como su profeta. Aunque Isaías fue un hombre ordinario, el
está redimido por esta acción mística y por el acercamiento de Dios para servir.
A través de Jesús, la manifestación en esta tierra del Hijo, nosotros somos hijos de Dios. Y no cualquier hijo. Pero tenemos una herencia con Dios.
Como posiblemente saben, en el mundo anciano, no todos los hijos recibieron herencia. Solo uno o dos de los hijos, y olvidase de las hijas (a lo menos según las tradiciones). [1] Así que cuando escuchamos hoy de tener una herencia en Dios, escuchamos que no somos unos hijos parciales pero somos cada uno como el hijo primero o segundo de Dios. El hijo o hija que merece todo lo que Dios tiene que compartir con nosotros.
Si esto no los llene de asombro, su idea de Dios es demasiado pequeño. Porque, para mí, contemplar en ser la hija con todos los derechos del primogénito – esto es una maravilla. Es casi incomprensible para mí.
A través de Jesús, la manifestación en esta tierra del Hijo, nosotros somos hijos de Dios. Y no cualquier hijo. Pero tenemos una herencia con Dios.
Como posiblemente saben, en el mundo anciano, no todos los hijos recibieron herencia. Solo uno o dos de los hijos, y olvidase de las hijas (a lo menos según las tradiciones). [1] Así que cuando escuchamos hoy de tener una herencia en Dios, escuchamos que no somos unos hijos parciales pero somos cada uno como el hijo primero o segundo de Dios. El hijo o hija que merece todo lo que Dios tiene que compartir con nosotros.
Si esto no los llene de asombro, su idea de Dios es demasiado pequeño. Porque, para mí, contemplar en ser la hija con todos los derechos del primogénito – esto es una maravilla. Es casi incomprensible para mí.
Pero creo que tuvimos una
imagen de esto en la semana pasada en la boda real. Porque Meghan Markle, la
esposa de Príncipe Harry, es una persona bi racial- tiene un padre con raíces
euro-americanos y una madre con raíces afro-americanos. Pero muchas veces ella
se ve bastante europea en su apariencia y así es muy probable que ella pudiera
haber tenido la boda tradicional sin ninguna representación de su trasfondo afro-americana.
Pero ella está orgullosa de todo lo que es. Ella tiene una herencia rica de
todo su trasfondo y es parte de lo que ella trae a su nuevo papel de princesa.
Y por esto ella pidió a nuestro obispo presidente Michael Curry a predicar. Y
por esto escuchamos música afro-americana y vimos un cellista afro-británico
tocando y vimos a su mama llevando rastas con su vestido formal. Fue todo muy
sutil y con mucha delicadeza. Pero ella está orgullosa de sí mismo, y todos lo
sentimos. Ella sabe que no es a pesar de su trasfondo que ella es ahora
duquesa. Pero de hecho ella trae todo de sí misma para compartir con el mundo
una nueva manera de ver la familia real de Inglaterra y liderazgo en general.
Nosotros también debemos tener
confianza. No somos todos duquesas bi raciales pero cada uno tiene que mirar
adentro y estar orgulloso de quien es. Y cada uno tiene algo que nos hace
sentir no completamente iguales al servicio de Dios como Isaías. Pero no
debemos creer esta voz interior. Justo como Isaías, cuando buscamos a Dios,
juntamos a su baile y estamos perdonados, y redimidos para poder servir al Señor.
Y es por esto que venimos ante el Señor en toda confianza. Sabemos que aunque algunos de nosotros enfrentamos momentos difíciles, Dios nunca nos dejara. Podemos traer nuestras necesidades ante él y pedir lo que necesitamos, como los hijos e hijas que somos, con todos los derechos que pertenecen a este papel.
Y es por esto que venimos ante el Señor en toda confianza. Sabemos que aunque algunos de nosotros enfrentamos momentos difíciles, Dios nunca nos dejara. Podemos traer nuestras necesidades ante él y pedir lo que necesitamos, como los hijos e hijas que somos, con todos los derechos que pertenecen a este papel.
Cuando tenemos una necesidad,
venimos ante Dios con todo nuestro ser y le pedimos con corazón. Y en su
tiempo, nos ayudara. Y cuando él nos llama, sabemos que lo servimos, no a pesar
de todo lo que somos. Pero de hecho traemos todo lo que somos para enriquecer
nuestro servicio en el nombre de Dios.
Porque este es el misterio del
Dios trinitario. Dios nos invita a bailar con él, vivir en amor propio y en
amor para los demás. Y nuestro obispo presidente nos dice que cuando vivimos en
el mundo con este amor, ningún niño ira a cama sin comer. “Cuando el amor es el
camino, ningún niño volvería a la cama con hambre en este mundo nunca más.
Cuando el amor es el camino, dejaremos que la justicia ruede como una corriente poderosa y la justicia como un arroyo que fluye constantemente.
Cuando el amor es el camino, la pobreza se convertiría en historia.
Cuando el amor es el camino, la tierra será un santuario.
Cuando el amor es el camino, descansaremos nuestras espadas y escudos a la orilla del río y no estudiaremos la guerra jamás.
Cuando el amor es el camino, dejaremos que la justicia ruede como una corriente poderosa y la justicia como un arroyo que fluye constantemente.
Cuando el amor es el camino, la pobreza se convertiría en historia.
Cuando el amor es el camino, la tierra será un santuario.
Cuando el amor es el camino, descansaremos nuestras espadas y escudos a la orilla del río y no estudiaremos la guerra jamás.
Cuando el amor es el camino,
hay mucho espacio bueno. Mucho espacio bueno. Para todos los hijos de Dios.
Y cuando el amor es el camino, en realidad nos tratamos unos a otros, bueno, como si fuéramos realmente familia.”[2]
Y cuando el amor es el camino, en realidad nos tratamos unos a otros, bueno, como si fuéramos realmente familia.”[2]
Somos familia en Cristo. Somos
perdonados por nuestro Dios. Podemos servir y podemos estar orgullosos de
quienes somos. Este es el misterio. Gracias a Dios.
[1]
Rolf Jacobsen, Karoline Lewis and Matt Skinner, “Sermon Brainwave #607 – The Holy
Trinity,” for May 27, 2018, https://www.workingpreacher.org/brainwave.aspx.
[2] Michael Curry, De “’El poder del
amor’ – Un sermón por el Reverendísimo Michael B. Curry para el matrimonio de SAR
el Príncipe Henry de Gales y la Sra. Meghan Markle, Sábado 19 de mayo de 2018.”
Correo electrónico de Episcopal News Service, 23 de Mayo de 2018.
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