Bautizo del Señor + 1.9.22
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Isaias 43:1-7; Salmo 29; Hechos 8:14-17; Lucas 3:15-17, 21-22)
El
evangelio de hoy nos trae al lado de un rio, y al bautizo de Jesús. Antes de
que él este bautizado, la gente se acerca a Juan para escucharlo predicar y
para verlo bautizar a la gente para el arrepentimiento de los pecados. Hay un
gran sentido de expectación entre la gente. Richard Swanson lo describe así,
que hay un “’multitud de judíos quienes están esperando para las promesas que
han escuchado de sus abuelas’ en un tiempo cuando ‘el sentido de los malos
acumulados es tan poderoso, la cantidad de promesas no contestadas es tan
enorme, que las esperanzas se fusionan en una solo pregunta: ¿Eres tú el
mesías?’”[1]
Esto
parece algo familiar ¿o qué? ¿El peso de promesas no completadas y las promesas
de nuestras abuelas que este mundo pudiera ser mejor? ¿Pueden sentir las
expectativas de la gente?
Y,
por supuesto, Juan no fue el Mesías. Pero aquí viene Jesús. Y su primer acto
aquí no fue ser un líder pero recibir el liderazgo de Juan en forma de estar
bautizado. Jesus comes and receives John’s baptism before he shows
power. Así él nos muestra el
poder real, saber tener poder y recibir la autoridad de los demás a la vez.
Así
que hoy estamos llevados de nuevo a este rio, y recordados de nuestros
bautismos.
Es
interesante que este domingo caiga cerca del año nuevo. Porque renovar nuestros
votos bautismales tiene que ver con hacer resoluciones para el año nuevo. Si
realmente recordamos nuestros votos bautismales, decimos a Dios, hago un
compromiso contigo de nuevo. Gracias por amarme y por ser en mi vida.
En
escuchar del bautizo de Jesús estamos llamados a recordar quienes somos – gente
que han sido reclamados por Dios en nuestro bautismo. We
are reminded that we are claimed by God in baptism, too.
Por
supuesto el bautizo no es una invención cristiana. En la tradición judía el
bautizo fue una manera de pedir perdón del pecado. Y todavía se ocupa también
en la preparación ritual de alguien que se convierte al judaísmo.
Y
el enfoque en lavarnos de pecado todavía es uno de nuestras ideas más
prominentes sobre el bautismo. Hace sentido porque el simbolismo es lavarnos. Y
es una parte de lo que hacemos.
Pero
aquí Juan habla de otro nivel de iniciación religiosa- el bautismo del Espíritu
Santo que no purifica solo del pecado pero límpianos de todo lo que nos
previene servirle a Dios con todo nuestros dones. Muchas veces hablamos de la
separación entre la paja y el trigo como si trataba de la separación de gente
buena y mala. Pero la vida no es tan simple. Hay un poco de paja en el trigo de
todos nosotros, y necesitamos la ayuda del Espíritu para renovarnos todos. We
all have something that the Spirit needs to clean out of us in order to serve
God.
Y
entonces vemos que Jesús modela este proceso en su bautizo, y en esto vemos que
él es el hijo amado de Dios. Y por extensión estamos recordados de que somos
amados por Dios. Porque aquí tenemos el eco de las palabras de Isaías: “porque
te aprecio, eres de gran valor y yo te amo” (Isaías 43:4ª). Hay muchas partes
de las escrituras que hablan del amor que Dios tiene para nosotros. Pero he
escuchado que aquí en Isaías es el único tiempo en las escrituras cuando Dios nos
dice directamente a su gente que nos ama.[2] Así que ¡debemos escuchar! Porque
Ustedes están amados. Because You. Are. Loved! Fuiste amado antes de su nacimiento,
antes de que sus padres o su abuela o su tía le conocieran. Dios le ha amado
siempre. Y esto es lo que estamos recordados en nuestro bautismo.
Así
que, mientras miran sus promesas para el año nuevo este enero, no solo enfoquen
en sus supuestos “pecados” – si no han hecho suficiente ejercicio o comido bien
o sido disciplinado en otra parte de su vida. Pero también enfoquen en limpiar
lo que hay en su vida que le detiene de tener una relación mejor con Dios. Lo
que le previene compartir sus dones. ¿Hay algo que no le deje asistir a la misa
u orar diariamente? Por supuesto todos tenemos otros compromisos a cuales
tenemos que respetar. Pero también les piden poner su atención en su relación
con Dios con un corazón honesto. ¿Dónde y como le pide Dios crecer este año? How is God calling
you to grow this year?
Personalmente,
este es un tiempo de mucha reflexión para mí. Hoy cumplo doce años de estar
ordenada como sacerdote y todavía hay tanto para aprender. En el fin de esta
semana voy a tomar dos semanas de vacación, y Padre Bill los va a acompañar. Va a ser un tiempo para descansar y pensar en
cómo puedo ser una mejor persona de fe.
¿Por
qué reflejamos así en el empiezo del año? Y ¿Por qué renovemos nuestros votos bautismales?
Hay una multitud de razones, pero uno es porque cuando nos acercamos a Dios,
estamos más cercas al que nos amó primero. Estamos más cercas de Dios quien
reconoce no solo a Jesús pero a nosotros como sus hijos amados. Y cuando
sabemos esto, no hay nada que nos puede traer este año que viene que no podemos
sobrevivir y conquistar con la ayuda de el quien nos amó primero.
Así
que escuchamos de nuevo estas palabras de nuestro Dios, compartidos por Isaías:
“Pero
ahora, Israel, pueblo de Jacob,
el Señor que te creó te dice:
«No temas, que yo te he libertado;
yo te llamé por tu nombre, tú eres mío.
…
porque
te aprecio,
eres de gran valor y yo te amo.”
(Isaías
43:1; 4ª)
Amen.
[1] As
quoted by Kathryn Matthews, “Sermon Seeds January 13, 2019,” found at: http://www.ucc.org/worship_samuel_sermon_seeds_january_13_2019.
Traduccion mia.
[2] Karoline Lewis, Matt Skinner, Rolf
Jacobson, “Working Preacher Sermon Brainwave Podcast #643 - Baptism of Our
Lord,” For January 13, 2019, found at: https://www.workingpreacher.org/brainwave.aspx?podcast_id=1094.
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