La Madurez Cristiana (Prop 13B) 5 Agosto 2012


2 Sam 11:26-12:13ª; S 51:1-13; Efes 4:1-16; Jn 6:24-35    
Muchos de ustedes han escuchado diversas opiniones esta semana sobre si o no comer un sándwich de pollo. Many of you will have heard arguments this week over whether or not to eat a chicken sandwich.  Bien, la cuestión está menos de si comer un sándwich y más, ¿estamos de acuerdo con lo que dijo el propietario del sándwich de pollo? ¿O no estamos de acuerdo? Y ¿Cuánta atención queremos prestar a esto, sabiendo que en nuestro país tenemos un derecho a la libertad de expresión?
Para ser honesto, yo no quiero mucho entrar en el debate personalmente en este momento. It’s not my job this morning to enter into the whole debate.  Ciertamente no creo es mi trabajo en este sermón. Pero lo que salió del diálogo para mí es una pregunta acerca de cómo vivimos nuestra fe cristiana. Para muchas personas esta semana, comer o no comer un sándwich de pollo se convirtió en un símbolo de sus creencias cristianas.
I found it interesting that for a bunch of people this week, eating (or not eating) a sandwich translated to having Christian faith or not.  Surely it goes a bit deeper than that.
Mi amigo Chris Arnold dijo en respuesta a esto que: "Si tu fe en Cristo está instando a que coma una comida, recomiendo omitiendo el sándwich de pollo y tener algún pan y vino el domingo por la mañana (como nuestro Señor mandó). ¡Está disponible en cualquier Iglesia Episcopal!" [1]
Lo que todo este debate realmente dice a mí es: ¿Qué es ser un cristiano maduro? What is a mature Christian life?  Creo que tenemos varias ideas en las lecturas de esta semana.
Uno es que el amor es un verbo. Reflexionando en el pasaje de Efesios y como el cuerpo de Cristo debe estar edificándose en el amor, dice G. Porter Taylor, "el amor no es una emoción; el amor es un acto de la voluntad". [2]
Cuando maduramos como cristianos, amamos no sólo porque "sentimos cerca de alguien", sino porque sabemos que es lo correcto. Esto nos lleva a buscar la unidad, no sólo para ser gente que quieren ser amigo de cualquiera persona sino porque es en la comunidad que nos encontramos con madurez. Aquellos de ustedes que han encontrado un sentido de unidad en muchos años de matrimonio, así como aquellos que tenían que poner fin a los matrimonios que no fueron verdaderamente amorosos, saben bien que el amor a menudo es un acto de voluntad, que es un trabajo duro, que no quiere decir que no es también una alegría. Love is a verb—it is an act of the will more than an emotion.
Esta madurez amorosa también nos lleva a ser audaces. Nosotros debemos reclamar nuestros propios dones individuales para que el cuerpo de Cristo no atrofie en ninguna parte.
Debemos encontrar el don brillante que Dios tiene para cada uno de nosotros — ya sea su trabajo voluntario, su empleo o su hobby. Construcción de nuestros propios dones individuales puede parecer egoísta, pero en hacer esto se acumula el cuerpo de Cristo. Pensar en cómo cada atleta en los Juegos Olímpicos ha dado todo individuamente, y sin embargo en llegar juntos todos en los juegos, vemos tanta unidad y promesa, al menos por un momento. Ahora, expresando nuestros talentos individuales, así como hablar de nuestras verdades individuales, debe hacerse siempre en el amor. Todo lo que se siente llamado a, ya sea cantar, comer un sándwich de pollo, o hacer una caminata, si no lo hacen en el amor, no van a ser un ejemplo cristiano. William Sloane Coffin narra un momento cuando un estudiante sugirió algo a él: "Bien Señor," dijo, "cuando dices algo que es cierto y doloroso, dígalo suavemente. En otras palabras lo debe decir para curar y no herir. Debe decirlo en el amor". [3]  
¡Qué buenos consejos! Un cristiano maduro es audaz en compartir sus dones de Dios y su verdad, pero siempre los comparte en el amor.  A mature Christian is bold to share her gifts and her truth with the world, but she must always do so in love.
Todo esto significa que tenemos que tener una fuerza motriz, un hambre que nos impulsa, que es más profundo que cualquiera necesidad física. Jesús pregunta quienes le persiguen en el Evangelio de hoy porque, él dice que han llenado sus estómagos, pero irónicamente necesitarán otro hambre para mantenerles volviendo a el (especialmente cuando las cosas se ponen difíciles, como lo harán más adelante en la historia).  Él dice: necesita venir a mí para el pan que no se llena el cuerpo, pero el pan que llena el alma.  You need to be after the bread that fills the soul, not the body!
Si solo están interesados en saciar el cuerpo, dice Jesús, ustedes van a estar arrastrados por los vientos de los tiempos como teme el escritor de la lectura a los Efesios. El hambre física no será la fuerza que necesita. Pero el pan de vida eterna si nos da vida para siempre. ¡Otra paradoja de la fe!
Aquí en todos los santos, estamos hablando de nuestra misión y visión como iglesia, y en nuestra declaración que dice "quienes somos," nosotros hemos incluido una frase acerca de cómo queremos compartir el «pan de vida, física y eterna," con los demás. Creo que es realmente importante como cristianos alimentar a la población necesitado. Cristo realmente lo manda. Pero para ser cristianos maduros, no 'arroz cristianos' que sólo tratan de venir a la iglesia para saciar sus necesidades físicas, tenemos que encontrar algo más profundo. [4] Sandra Schneiders pone esto en una diferente manera.
Ella mira este evangelio y dice que las personas aquí  están buscando un "qué", que es pan.  Y ni siquiera es el pan que necesitan.   Pero más tarde en John, los discípulos buscan un "quién", y esa persona es Jesús. Jesús, al ver a María llegando a su tumba, le pregunta "¿Quién buscas?" Sandra Schneiders dice: "el lector ha pasado a través de la transformación de simple buscador religiosa investigando Jesús entre otras posibilidades, a ser un [verdadero] discípulo cristiano, cuya búsqueda espiritual ha encontrado su hogar definitivo en Jesús". [5]   When we look for the “who” of Jesus rather than the “what” of physical bread, we find what our hearts truly desire.  Cuando buscamos el “quien” de Jesús en vez de la “que” de pan física, encontramos lo que nuestros corazones realmente desean.
Es natural que si apenas uno está comenzando su camino de fe, como muchos de nuestros jóvenes, y quizás algunos adultos buscadores entre nosotros,  van a buscar el "qué" del cristiano — si sean las necesidades físicas o sólo el sentido de comunidad o un abrazo que obtenemos en la Iglesia.  Many seekers need to look for a “what” first—be it the warm sense of Christian community or filling physical needs.  ¡Esto es natural y sigue siendo parte de por qué amo la Iglesia! Pero lo que realmente nos va a dar apoyo como como cristianos maduros es nuestras ganas de seguir en relación con Jesús, para conocer el "quién" quien vamos a continuar de tratar de conocer para todas nuestras vidas.  Amen.



[2] G. Porter Taylor, "Perspectiva teológica: Efesios 4:1-16," FOTW, año B, Vol. 3, 306.
[3] Citado en Jaime Clark-Soles, "Perspectiva exegética: Efesios 4:1-16," ibíd., 307.
[4] O. Benjamin Sparks, "Perspectiva Pastoral: John 6:24-35," ibíd 308.
[5] Sandra Schneiders, Written that you may Believe (Nueva York: Crossroad, 1999), 29.

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