Prop 14B Amor, no deber 12 August 2012
De
lo profundo, oh Señor, a ti clamo; Señor, escucha mi voz;*
Estén
atentos tus oídos a la voz de mi suplica.
Si
tu, oh Señor, notares los delitos, *
¿Quién,
oh Señor, podrá mantenerse?
…
Con
el hay abundante redención, *
Y
el redimirá a Israel de todos sus pecados.
Simplemente
no puedo evitar sentir mal por David en la lectura de 2o Samuel hoy.
¿Quién puede escuchar esas palabras de tanta tristeza, "Absalón hijo mio,
Absalón, hijo mio," y no llorar con él? Es un hombre cuyo camino de fe nos
enseña mucho, y hoy lo vemos muy cambiado que antes, cuando era el rey joven quien
agarró a Betsabé. Y sin embargo, como cualquier persona de fe madura, el todavía
esta aprendiendo acerca de la gracia y la misericordia de Dios.
David’s in a different place than he was before,
but he is still learning about the love of God and how big it is. Él y su hijo Absalón han
estado en un argumento sobre la cuestión del honor de Tamar, y antes de que
pudieran ser reconciliados, Absalón es asesinado. Ha habido fallos en ambas
partes, y el sentido de dolor aquí es profundo.
David no solo es un padre quien ha perdido a un hijo, pero no fueron
reconciliados todavía, y esto duele también.
Todo esto
me hizo pensar del Salmo de hoy. “Si
tu, oh Señor, notares los delitos, *¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?” y más tarde, nos recuerda que hay "abundante
redención" en el Señor. Y esto es cierto. La Gracia y el perdón de Dios es
son mas extravagantes que la fiesta más grande imaginable. God’s
mercy and forgiveness are like a big cup that spills over – there is much more
to drink there than we can be thirsty for.
Dios es indulgente con nosotros. Y el entiende nuestra humanidad pecaminosa, con toda
nuestra necesidad de la gracia y todas las formas que guardamos el rencor.
Y resulta
que porque Dios nos perdona, nos dice en Efesios hoy que nuestro trabajo, que
es uno de amor y no deber[1], es perdonar uno al otro. Ahora con el
fin de perdonar bien, San Pablo nos dice “no mienten mas, sino diga cada uno la
verdad a su prójimo (Efesios 4:25)." Creo que esto es una de las partes
más difíciles del perdón-debemos notar los fallos nuestros y los de los demás y
ser lo suficientemente valiente para nombrarlos. No es sólo decir "está
bien" pero se trata de honestidad. Como William L. Countryman, uno de mis
profesores de seminario, lo pone, "No nos ayuda mentir sobre el mal". [2] It doesn’t help to lie about the wrong.
Pero ¿perdonar no es tan simple, verdad? Ser honestas significa tratar de vivir el perdón de Dios
con los demás, actuando como si realmente somos un solo cuerpo. Significa no condonar un mal diciendo
"está bien" pero significa perdonar desde el corazón, y solamente
como y cuando podamos.
A veces esto
toma mucho tiempo, y vemos que incluso con David un gran hombre de fe, a veces no
logramos tener el perdón y la reconciliación en nuestra vida. Pero podemos
aprender de nuestros errores y los de
David y comenzar el proceso de perdón, recordando la gracia que Dios nos
tiene. Tenemos que rezar mucho a veces
si hay situaciones en que nos cuesta
perdonar. [3] A veces, incluso si podemos perdonar al menos
lo suficiente como para dejar que nuestra parte de una situación vaya,
reconciliación no puede ocurrir de inmediato. Sometimes we forgive but we cannot be reconciled
right away because we still need to build trust. Porque perdonar y ser reconciliado son dos procesos diferentes, como
también dice L. William Countryman. [4] A veces el perdón es sólo un paso en un
proceso largo.
En todo
esto, tenemos esperanza, porque la gente puede cambiar. Podemos cambiar nosotros
mismos. Somos una nueva creación. Y según Efesios, tenemos que actuar de esa
manera. Esto fue un gran concepto para los primeros cristianos.
Vivían en
una cultura claramente no-cristiano, y a veces tenían que dejar de lado
carreras que no fueron de acuerdo con su fe.
Hubo flexibilidad en las respuestas a esto, pero sin embargo, los
primeros cristianos tuvieron que hacer algunos cambios de vida —Por ejemplo, en
"Los actos de Hipólito," un libro cristiano de los años 200 BC, dice que los escultores y pintores tienen que
dejar de hacer ídolos paganos, y ¡que los actores tienen que dejar su profesión
porque todas las obras de teatro fueron sobre los dioses griegos![1] ¡Gracias a Dios que podemos
tener actores cristianos ahora!
The important part here is that we Christians
have always had to choose to be a Little different than the outside culture
would have us be. Tenemos que actuar por amor
y no deber. No pensando en rencores sino encontrando maneras de perdonar.
No podemos
aguantar el abuso, no sólo porque es una violación de derechos, sino también
porque cualquier otro tipo de relación que no es respetuoso y amoroso no es
"apropiado para aquellos que son ciudadanos del reino de Dios," para citar
Bill Countryman una vez más. [5] Porque somos una nueva creación, es inherente
a nuestra fe que creemos que gente puede cambiar.
En el
Evangelio, gente vean a Jesus que piensan que lo conocen, y el aparece cambiado
o diferente a ellos. No era que tenían en mente, recordando el viejo
"Jesús el carpintero." He
wasn’t “Jesus from the carpenter’s block.”
Jesus was different from who or what they expected. But who expects a Messiah?
De veras nadie va a esperar un Mesías. Jesús
es una hoja de luz dorada en el campo de nuestra vida cotidiana — parece lo
mismo pero es hecho de material mas finita. A veces somos demasiado ciegos para
ver las posibilidades increíbles de Cristo.
Pero
cuando prestamos atención a Jesús, escuchamos que dice, "ven a mí". Y
nos venimos a él, echando a un lado todos nuestros prejuicios, y llegamos a
este altar y comemos de este pan. Y es así de sencillo. Y es así de complicado.
Llegamos a él y buscamos el perdón de Dios. Llegamos y buscamos la paz y la
vida. Jesús dice: "el pan que yo daré es mi propia carne (Jn 6:51)." Y
Bill Countryman dice que "Dios estaba dispuesto a soportar la muerte de
Jesús para empezar el proceso del perdón entre los seres humanos". [6] Que grande amor, ¿no?
Posiblemente Uds. saben que uno de los
propósitos originales de la paz en la misa antes de tomar la santa comunión fue
para darnos una oportunidad de perdonarnos uno con el otro. Viene de la admonición de Jesus que primero
debemos estar en paz con otros antes de comulgar. “La paz" no es solo un
proceso amistoso de dar abrazos, pero una afirmación verdadera que estamos en
paz con otros.
Debemos reflexionar
obre cómo estar en paz con nuestros prójimos— si son aquí, en nuestras familias,
o alguien totalmente diferente o distante. Y luego, en esa extraña paz de
Cristo vamos a comer este pan del perdón y estar en la unidad una vez más,
viviendo la vida plenamente. Let us
eat the bread together and be at unity, having forgiven our neighbor.
Que
podemos perdonar y ser perdonados y espero para un futuro en el que ningún
padre necesita llorar, "¡Absalón, hijo mio!” y donde podemos ser
verdaderamente un solo cuerpo en Cristo. Amén.
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