Propio 18 (B) + Cambie su mente + 9.6.15
https://csrd.asu.edu/healingracism |
M. Campbell-Langdell
All Saints, Oxnard
(Proverbios 22:1-2, 8-9, 22-23; S. 125; Santiago
2:1-10, (11-13), 14-17; Marcos 7:24-37)
“No abuses del pobre por ser pobre, ni oprimas ante los jueces al
indefenso, pues el Señor saldrá en su defensa y oprimirá a quienes los
opriman” (Proverbios 22:22-23).
Wow, ¡palabras fuertes!
These are strong words. Y
en el libro de Santiago hoy escuchamos que no debemos tratar mal a los pobres.
La verdad es que la discriminación tiene una historia tan larga como la raza
humana. Y esta discriminación a veces se trata de la raza, la clase social, la
religión, o cualquier otro de una multitud de razones.
Hoy día nuestra Obispa Presidente, Katharine Jefferts Schori, y nuestra
Presidenta de la Casa de los Deputados Gay Clark Jennings nos dicen que estamos
celebrando un día especial con la Iglesia Africana Metodista Episcopal. Aun
llamé a mi colega AME aquí en Oxnard, Pastor Cox, para informarlo que
nosotros participamos. Se llama el domingo de “Compasión, arrepentimiento y
compromiso para terminar con el racismo.” Today the Episcopal Church
celebrates with the African Methodist Episcopal Church a special day. We
participate in “Confession Repentance, and Commitment to End Racism Sunday.” Este trabajo de parar el racismo es aún más importante
en nuestro país ahora, cuando hemos visto mucha gente matado por ser gente de
color.
Yo debo empezar con una explicación: yo sé que he vivido una vida bien
protegida y doy gracias por esto. Pero yo recuerdo la primera vez que realmente
entendí un poco más el problema del racismo. Tuve alrededor de doce años y
estaba en preparación para mi fiesta de cumpleaños, que ese año iba a ser una
fiesta de té en un club de campo a la cual asistía mi abuelita. Era un lugar
muy “fancy” y yo estaba emocionada tener una fiesta de te allí con mis mejores
amigas. Pero solo había un problema. Mi mejor y más vieja amiga iba a visitar
de Inglaterra e iba a venir a mi fiesta. Pero lo único fue que hubo una
posibilidad de que la tratara mal o lo la aceptara en el club. La razón: ella
es de origen africana. Aunque ha vivido casi toda su vida en Inglaterra, ella
tiene una papa de Zimbabue y una mama de Jamaica. Cuando mi mama y yo fuimos a
la oficina de campo para preguntar si íbamos a tener problema con mi amiga
morena, estaban un poco en “choque” y dijeron, “No, ¡no hacemos esto jamás!”
No hacemos esto jamás. Jamás. They didn’t discriminate against black people anymore. But they did once. And even in the 1990s we had to ask. Aun durante los años 90 tuvimos que preguntar.
Cualquiera persona que dice que no tenemos un problema del racismo en nuestro país, sabemos que esta persona está en error. Porque yo sé que cada día hay gente maltratada por ser diferente.
No hacemos esto jamás. Jamás. They didn’t discriminate against black people anymore. But they did once. And even in the 1990s we had to ask. Aun durante los años 90 tuvimos que preguntar.
Cualquiera persona que dice que no tenemos un problema del racismo en nuestro país, sabemos que esta persona está en error. Porque yo sé que cada día hay gente maltratada por ser diferente.
¿Qué tiene que ver todo esto con las lecturas de hoy? Pues, puedo ver
muchas conexiones con el evangelio. Me explico. Pero antes, unas cosas muy
importantes de saber sobre el racismo o cualquier otro prejuicio. Prejuicio es
exactamente como suene: pre-juicio. Antes de conocer a alguien, siempre hacemos
un juicio sobre ellos. Muchas veces esto no es una mala cosa. Un pre-juicio que
una abuelita que está luchando con un montón de bolsas viniendo del
supermercado y puede necesitar ayuda no es una mala cosa a veces. A veces una
mujer en un callejón por la noche hace un pre-juicio que debe regresar al bar o
restaurante para caminar con un amigo antes de pasar por un hombre que le mira
raro. Esto puede ser buena cosa. Pero muchas veces los pre-juicios no solamente
nos protegen, pero traen con ellos todas las cosas malas que hemos vivido o
escuchado de otras personas sobre otros tipos de personas. Si una persona de un
grupo de gente nos ha maltratado en el pasado, a veces nos cuesta confiar en
cualquiera persona de este grupo en el futuro. O puede ser algo semejante. Esto
hace sentido. Pero esto es cuando los prejuicios pueden hacer daño.
Jesús es una parte de la expresión trinitaria de Dios. Pero Jesús
también fue un hombre judío en Palestina bajo un imperio romano muy opresivo. Siendo
un hombre maduro, probablemente sufrió maltrato más que una vez en su vida. Él entendió su misión
al inicio como servir solamente a los judíos. Pues, para él fue necesario
reformar a la religión judío, no construir una nueva religión. Y aquí viene una
mujer. Y no solo quiebra las reglas porque es una mujer y está hablando con un
hombre quien no es de su familia, pero también ella es de un grupo de gentiles
de la región de Tiro. Ahora, aquel grupo de gentiles habían vivido mejor bajo
el imperio romano que los judíos, y fueron más prósperos.[1] So Jesus,
the less prosperous Jew, is being approached by a woman he thinks has no
business approaching him, and on top of it, she is likely richer than him. Así que él hace un prejuicio.
Ella pide sanación para su hija, y al inicio él no puede estar abierto a
esto. Él la vea que solamente puede ver su apariencia, y posiblemente sus
prejuicios sobre los gentiles de la región de Tiro. Esa
gente pagana. No tiene fe, él piensa. Jesus probably looked at this woman and
thought of all the awful things he had heard about the so-called pagans of the region
of Tyre. Él hasta le llama una perra.
Ahora, muchos de nosotros tenemos perros. Son animales lindísimos y leales. Pero en palestina en el primer siglo, fueron los animales salvajes que comían la basura, una alteración del orden público. Cuando yo vivía en Chile, había jaurías de perros que corrían en las calles que me daban miedo. Así se habla Jesús de la mujer. Ouch, she was just called a dirty dog!
Ahora, muchos de nosotros tenemos perros. Son animales lindísimos y leales. Pero en palestina en el primer siglo, fueron los animales salvajes que comían la basura, una alteración del orden público. Cuando yo vivía en Chile, había jaurías de perros que corrían en las calles que me daban miedo. Así se habla Jesús de la mujer. Ouch, she was just called a dirty dog!
Pero lo que hace la mujer es increíble. Un comentarista nota que ella
hace algo un poco semejante a lo que hacia la gente negra con la palabra “negro”
durante los años sesenta. Lo tomó, una palabra
peyorativa, y lo convirtió en algo bello. Empezaba a hablar de cómo “Negro es
Bello” o “Black is Beautiful” en los, ella cambia este nombre de perro en algo
lindo, diciendo que aun los perros comen de las migajas de la mesa del Señor.[2]
Wow, en vez de ser una señora arrogante, ella muestra humildad y fe. Y Jesus
responde a esto. Jesus really responds to the woman’s faith. If we can learn
something from him here, it is not in not having prejudices as we all pre-judge
naturally, apparently even Jesus at times. Cada uno, incluso a Jesús, pre-juzga a las personas a
veces. Pero podemos aprender a estar abiertos a cambiar nuestras mentes.
Luego Jesús sana a un hombre pagano sordo y tartamudo y dice a el “Efatá!” o ¡Ábrete! Posiblemente
todos nosotros tenemos que estar un poco más abiertos a los demás. Podemos
confiar en nuestras intuiciones, pero cuando salen prejuicios nacidos del
dolor, ¿porque no tratemos de mantenernos abiertos? Podemos empezar a juzgar
bien, reconociendo que todos hemos pecado y que Dios nos ama a todos. En esto,
posiblemente el Espíritu Santo pudiera trabajar en y por nosotros, y pudiéramos
sanar un poco más a un mundo adolorido.
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