Propio 13 C + Rugido del leon + 7.31.16
(appropriacion mas temprano en el blog) |
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Oseas 11:1–11; Salmo 107:1–9, 43; Colosenses 3:1–11;
San Lucas 12:13–21)
“Con
lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacia mí; los acerqué a mis
mejillas como si fueran niños de pecho; me incliné a ellos para darles de
comer, pero ellos no quisieron volverse a mí” (Oseas 11:4-5ª).
Este
pasaje en Oseas que habla de cómo Dios es un padre a nosotros es tan tierno. Y
un poco triste porque habla de cómo a veces nos alejamos de Dios. Habla de cómo
Efraín, quien simboliza al pueblo de Israel, o la gente de Dios, es como un
niño a Dios.[1]
Dios lo ha mostrado como caminar. Como madre lo ha acercado a sus mejillas. This sweet
statement from Hosea talks about how God is like a father or a mother to us.
Pues
yo creo que en esta época queremos escuchar la voz de un Dios que nos quiere
como un niño. Yo anhelo escuchar la voz de Dios. Pienso en una canción de
Marcos Vidal, algunos lo conocen, un cantante quien en su canción “Aslan”
canta:
“No es casualidad que yo te ame,
cuando veo todo lo que has hecho,
no solo en Tu creación, sino en mi corazón
que sin saber por qué ya no es de piedra.
No es casualidad que yo te ame
porque de Tu voz emana vida
capaz de transformar un pobre corazón
en una vida llena de alegría.”
“No es casualidad que yo te ame,
cuando veo todo lo que has hecho,
no solo en Tu creación, sino en mi corazón
que sin saber por qué ya no es de piedra.
No es casualidad que yo te ame
porque de Tu voz emana vida
capaz de transformar un pobre corazón
en una vida llena de alegría.”
Aquí
el describe como Dios, nuestro padre y creador, nos llena de la única alegría y
seguridad real que podemos tener.
Hemos escuchado mucho sobre en quien tenemos
seguridad en tiempos recientes, y esto me hace pensar en una verdad, que
escuchamos en la colecta del día. No podemos continuar en seguridad sin el
auxilio de Dios. Es decir, no encontramos seguridad real fuera de Dios. Our
only true security is in God.
Pero
este es un Dios quien está asociado con un león. Es decir, nuestro Dios no es
siempre un gato lindo que se puede acariciar pero un león que tiene rugido.
La
canción Marcos Vidal continúa:
“Tu
voz,
creo la luz que aún hoy podemos contemplar
Tu voz creó las nubes
bajo el cielo y sobre el mar.
Oh, habla otra vez, voz de Jehová,
repite en mí el milagro,
y que te pueda escuchar,
desata el poderío,
de Tu voz una vez más,
rugido de león de la tribu de Judá.”
creo la luz que aún hoy podemos contemplar
Tu voz creó las nubes
bajo el cielo y sobre el mar.
Oh, habla otra vez, voz de Jehová,
repite en mí el milagro,
y que te pueda escuchar,
desata el poderío,
de Tu voz una vez más,
rugido de león de la tribu de Judá.”
Hay
muchos poderíos en este mundo nuestro que tenemos que desatar y Dios los puede
desatar con su voz.
Esto
me hace pensar en una película que vi esta semana que fue sobre una joven
llamada Malala-¿acaso han escuchado de ella? Ganó el Premio Nobel hace un par
de años. Es de Pakistán y fue fusilada por el Talibán por querer que todas las niñas
pudieran asistir a la escuela. Y en la película “He Named me Malala” (2015)
ella describe como su papa le dio el nombre Malala, que es el nombre de una adolescente quien salió durante
la guerra en su país de Afganistán y los animaba a los soldados a luchar.
Algunos dijeron a su papa que este nombre no fue bueno porque fue un nombre
triste porque la joven falleció en la guerra. Pero su papa de Malala dijo que
no, este nombre significaba estar valiente. Y ella si esta valiente, porque
después de recuperar de su trauma, ella continua de hablar para niñas que
quieren asistir a la escuela. Y todavía hay muchos en todo el mundo. En la
película, hay unas caricaturas que muestran su historia de Malala y de su antecedente,
y cuando hablan, su voz sale fuerte en letras brillantes en el aire oscuro. Y
uno tiene la idea de que levantar su voz es un acto de rugir como el león quien
es nuestro Dios.
Malala showed me courage by
lifting her voice, a voice that reminded me of the roar of the Lion, the voice
of our God.
Ella
está desatando el poderío en nuestro mundo, y nosotros podemos hacer lo mismo.
En escuchar la voz de Dios. En tratar de levantar nuestra voz cuando vemos
inequidades en nuestro mundo.
Todo
esto no podemos hacer sin un apoyo grande. Cuando vi la película sobre Malala,
pensé en el apoyo que le dio su papa. Un apoyo que he visto en muchos de
Ustedes que son papas a sus hijos, y vi que ella no pudiera levantar su voz sin
este amor y apoyo. Just like Malala with her Dad, we rely on our
God to give us the support we need to be able to lift our voice and to live
into who we are as children of God.
Con
este apoyo, podemos realizar todo lo que significa ser los hijos e hijas de
Dios. Un Dios de amor. Un Dios quien ruge como un león. Termino con las
palabras de Marcos Vidal al fin de la canción:
“Te amo,
porque cuando estás conmigo soy feliz,
y no es casualidad que quiera estar cerca de Ti.
Oh, habla otra vez,
y que te pueda oír,
repite en mí el milagro,
y que te pueda escuchar,
desata el poderío
de tu voz una vez más,
rugido de león, rugido de león,
de la tribu de Judá.”[2]
“Te amo,
porque cuando estás conmigo soy feliz,
y no es casualidad que quiera estar cerca de Ti.
Oh, habla otra vez,
y que te pueda oír,
repite en mí el milagro,
y que te pueda escuchar,
desata el poderío
de tu voz una vez más,
rugido de león, rugido de león,
de la tribu de Judá.”[2]
Que
escuchamos por el rugido del león, y que levantamos nuestra voz para los
necesitados.
Amen.
[1] Michael D. Coogan, The Old Testament: A Historical and Literary Introduction to the Hebrew
Scriptures (NY: Oxford UP, 2006), 318.
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