All Santos (B) + Called to the throne + 11.4.18


M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Isaías 25:6–9; Salmo 24; Revelación 21:1–6ª; San Juan 11:32–44)
Last week our Spanish service felt like a preliminary All Saints Day service as we remembered two of our sisters in Christ, Rachel Olson and Haydee Sarti on different anniversaries for them. La semana pasada recordamos a Rachel y a Haydee en sus “aniversarios” y para mi sintió un poco como un empiezo al domingo de Todos los Santos.
This is a very rich time of year. We celebrate this very special community of All Saints and the saints that make up our church. And we remember our loved ones who have joined the heavenly chorus above, who are even now around the throne of God.
En este tiempo muy especial del año, nosotros celebramos no solo esta comunidad muy especial de Todos los Santos y la gente que incorpora nuestra iglesia, pero también recordamos a nuestros seres queridos quienes se han ido a estar con Dios y ahora están delante de su trono celestial.
Pero es también un tiempo en que lidiamos con nuestras perdidas de seres queridos. But this is also a time when we face the grief we have in losing loved ones.
Last week our friend from seminary Debbie died of a long illness. And I mentioned to Pastor Alene that her wife Teresa was on my heart and she said, “It is always those who are left behind who have it worse.”
Hablando de la pérdida de nuestra amiga, y como yo pensaba mucho en cómo estaba su esposa, Pastora Alene dijo que es siempre los que están aquí que sufren, más que los que están con Dios.
And isn’t that the truth? These remembrances are for us, not our loved ones. Estas maneras de recordar son para nosotros, no para nuestros seres queridos.
I love the movie “Coco” which we watched at the garden on Friday, and it tells of the traditional observance of the Day of the Dead in Mexico. But the quibble I have with it theologically is that the movie makes out that if we forget our loved ones they somehow disappear. La película “Coco” que vimos el día viernes en el jardín esta precioso. Pero sugiere que si olvidamos de recordar a nuestros seres queridos, que van a desparecer. No es cierto. Ellos están en las manos de Dios, y él nunca los soltará. God will never let our loved ones disappear. But the remembrances are for us. So that we remember where we came from, what our loved ones have taught us about living and the gifts that they have given us.
Recordar a nuestros seres queridos nos hace recordar un poco más de nosotros, y lo que nuestros seres queridos nos han enseñado sobre cómo vivir y los dones que nos ha dado.
Sabemos de Isaías que Dios nos quitará a la muerte para siempre. Es una promesa para nosotros quienes están aquí y a veces nos sentimos solos en nuestro pesar.  En ingles la traducción dice que Dios va a tragar a la muerte. In English we hear in Isaiah that God will swallow up death forever. This is very interesting because apparently the Canaanite deity for death had a big mouth and would swallow people. Which sometimes is the way death feels like, doesn’t it? Like we had someone in our life and all of a sudden, they are swallowed up and the void they leave cannot be filled.
En la cosmología cananea, su dios de la muerte tenía una gran boca y comía a gente.[1] ¿No es así cuando perdimos a alguien? ¿Como si alguien estaba en nuestra vida y luego “poof” ya se van, como la muerte los comió? Me parece una imagen interesante.
Así que es bonito recordar que Dios es más fuerte que la muerte, y que de hecho Dios lo comerá a la muerte. God is stronger than death, and will swallow up death forever, this we hear in Isaiah.
El Señor destruirá para siempre la muerte,
Secará las lágrimas de los ojos de todos. [God] will swallow up death forever.
Then the Lord God will wipe away the tears from all faces. What a wonderful thing to remember. Qué bonito recordar.
And God will call us home. Y Dios nos llamará a casa. Es algo triste darse cuenta de que en el evangelio de San Juan, la resucitación o la resurrección de Lázaro es el evento que directamente causa su detención. Today’s story of Lazarus’ return to life by Jesus tells of the event that leads to Jesus’ arrest in John. So in freeing Lazarus from the bonds of death, Jesus in effect signs his death warrant. En desatarle los vínculos de la muerte a Lázaro, Jesús en efecto pone en acción los eventos que resultan en su muerte. Pero Jesús lo llama a Lázaro para regresarle a vida justo como el llamará a todos nosotros para regresar a estar en su presencia en la vida eterna. But Jesus calls Lazarus all the same, restoring him to the living, just as he will eventually call all of us into eternal life.
In Revelation we know that God has made us God’s home. Sabemos de la lectura de Revelación que Dios vive con los hombres. Dios está con nosotros en nuestras perdidas y nos acompañará a casa cuando es tiempo como ya ha hecho con nuestros seres queridos. God has chosen to dwell with us, and none of us are alone, whether it is in our joy or in our grief. God dwells with us and will lead us home eventually, just as God has led our loved us before us.
God will call us each by name. So that in time we might all be gathered around the heavenly throne.
Dios nos llamará a cada uno por nombre, y estaremos junto al trono celestial, y al fin con todos los santos de la tierra y de los cielos gozaremos. Eventually we will all join that heavenly throng – all the saints of heaven and earth, singing Alleluia, Alleluia, Alleluia. Amen.


[1] Rolf JacobsonKaroline Lewis, and Matt Skinner, “Working Preacher Sermon Brainwave Podcast #631 – All Saints Sunday,” https://www.workingpreacher.org/brainwave.aspx, for November 4, 2018.

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