Propio 9 A + Independencia + 7.5.20
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Salmo 45:11–18 LOC; Romanos 7:15–25ª; San
Mateo 11:16–19, 25–30)
¡Feliz fin de semana del Día
de la Independencia! Muchos de nosotros hemos quedado emocionados por "Hamilton"
el pasado fin de semana, ese gran trabajo de Lin-Manuel Miranda basado en el
libro de Ron Chernow. Nos hemos unido a la celebración de lo que es lo mejor de
los Estados Unidos: un lugar donde los inmigrantes y los habitantes nativos
pueden vivir plenamente su potencial como soñadores y creadores. Un lugar para
el pensamiento revolucionario. Y una tierra enriquecida por su diversidad y por
las historias diversas de sus muchos colonos y pueblos indígenas tejidas en un
gran tejido.
Pero sabemos que esta nación
está lejos de ser perfecta. Es un experimento audaz, y algunos aspectos de sus
fracasos originales han vuelto a perseguirnos en los últimos tiempos.
En la escritura de hoy, Pablo
dice: “Pero si lo que hago es lo que no quiero hacer, reconozco con ello que la
ley es buena. Así que ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que está en
mí.”
Y debo admitir que, de niña,
siempre escuché estas palabras como las de un alma quizás demasiado torturada.
¡Relájate, Pablo! Deja de pensarlo demasiado. No puede ser tan malo.
Pero al reflexionar sobre este
pasaje a la luz de los acontecimientos recientes, comencé a pensar menos en el
pecado personal y más en el pecado social. Y, por supuesto, vuelve a lo personal
porque estas cosas tienden así. Pero como persona blanca, tomo conciencia no
solo de cualquier prejuicio inconsciente que yo pueda tener sobre ciertos
grupos, sino también de cómo vivo en una sociedad que me recompensa por algo no
ganado y penaliza a otros por algo que no pueden y no deberían cambiar sobre sí
mismos. Y si ese no es un ejemplo de lo que habla Pablo, no sé qué es. Todos
tratamos de liberarnos del pecado y del maltrato a nuestro prójimo, pero nadie
puede evitarlo perfectamente porque estamos en un mundo caído.
Y esto se destaca por el hecho
de que la sociedad en la que vivimos en este momento tiende a hablar en
absolutos. Hablando de su generación, Jesús dice: “Se parece a los niños que se
sientan a jugar en las plazas y gritan a sus compañeros: ‘Tocamos la flauta,
pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron.’”
Básicamente, estaban
desconectados de lo que era real. Las noticias falsas no son nada nuevo. Fake
news is nothing new! Y la gente cuestionaba la verdad de Jesús todo el tiempo.
Todo el tiempo la gente veía su amor y su verdad y trataba de convertirlo en
una mentira.
Pero nosotros como cristianos
sabemos lo que es real y verdadero.
Como Winnie Varghese escribe:
“Que este no sea otro momento
en el que se pueda decir de nosotros, éramos de nuestro tiempo. El fascismo se
estaba apoderando del mundo, y nos volvimos hacia adentro y elegimos gastar
nuestra energía en defender la justicia de nuestra tradición o la iglesia.”
Que no seamos de nuestro
tiempo. Pero seamos los soñadores de lo que puede ser. Que miremos más allá de
lo que es y que veamos un futuro mejor. Al igual que Hamilton, a pesar de todos
sus defectos. Ninguno de nosotros somos perfectos. De hecho, creo que hay mucha
sabiduría en reconocer cada uno de nuestros papeles en la sociedad. Casi cada
uno tiene algún tipo de privilegio, e incluso algunos de los privilegiados no
tienen privilegios de alguna manera. Por ejemplo, soy una mujer blanca urbana
altamente educada que tiene ingresos medios a altos, pero soy una mujer LGBT
casada y eso me hace diferente y marginada para algunos.
Si podemos reconocer nuestro
papel, no solo en algunos de los sistemas de opresión de la sociedad, sino
también en nuestros sistemas de liberación, podemos soñar más activamente y
lograr una sociedad más justa para todos.
Y entonces no seremos niños
perdidos, desconectados de la realidad, sino ciudadanos comprometidos y
amorosos de este país y este mundo, tratando de construir un futuro mejor para
la próxima generación. Uno en el que menos niños tengan miedo y a más se les
permite soñar, crear y respirar libremente.
Amén.
Comments
Post a Comment