Propio 23 B + El ojo de la aguja + 10.10.21

 

Patheos.com

M. Campbell-Langdell

All Santos, Oxnard

(Job 23:1–9, 16–17; S. 22:1–15 Hebreos 4:12–16 San Marcos 10:17–31)

 

Cuando fuimos joven, una de mis mejores amigas tenía un letrero en la sala de living de su familia. Decía "Solidaridad" pero en un idioma extranjero, tal vez el de uno de los países de Europa del Este, y sin duda había una historia detrás de él, pero no se los detalles. Pero "solidaridad" es lo que me viene a la mente hoy mientras reflexiono sobre este pasaje de las Escrituras del evangelio de San Marcos. Solidarity is the theme that comes to mind as I think on this passage from Mark.

Pero primero, recordemos la semana pasada, cuando nos escuchamos de Job. Job experimentó lo contrario de la solidaridad. Cuando tenía dolor y sufrimiento, sus amigos aumentaban su angustia al culparlo de sus problemas. En lugar de sentirse rodeado de cuidados, Job se sintió abandonado y solo. Don’t be like Job’s friends, and blame others for their own troubles.

Por el contrario, Jesús nos invita a una comunidad de apoyo mutuo radical. En el pasaje de hoy, un hombre se acercó a Jesús y, llamándolo bueno, le preguntó qué tenía que hacer para heredar la vida eterna. Veo a este hombre como muchos de nosotros en diferentes momentos, malinterpretando el objeto de la fe. La fe no es una casilla para marcar, es una forma de vida.

Este hombre de alguna manera quería congraciarse con Jesús (llamándolo bueno) y luego quiso seguir los comportamientos que harían que su nombre se escribiera en el libro de la vida. Debe haberse sentido tan orgulloso, cuando le dijo a Jesús que había seguido todos los mandamientos desde su juventud. Poco sabía él que Jesús tenía un truco bajo la manga. This rich man thought he had it all worked out, but Jesus had a trick up his sleeve.

Este momento, tan real que podemos imaginarlo dentro de dos mil años, teñida por el cariño de Jesús, convierte este momento de cumplimiento de la obligación en una historia sobre la verdadera naturaleza del discipulado.

Porque para seguir verdaderamente a Dios, este hombre debe vender sus posesiones, dar el dinero a los pobres y seguir a Jesús. Se nos dice que se fue de Jesús, triste. Siempre espero y confío en que ese no fue el final de su historia.

Tanto en las historias de San Benito de Nursia como de San Francisco de Asís, escuchamos de hombres jóvenes con recursos económicos que vivieron vidas sin preocupaciones. Al escuchar el llamado de Dios, lo abandonaron todo y a su manera siguieron a Jesús formando órdenes monásticas. Pasaron de una relativa autosuficiencia o dependencia de sus familias ricas a convertirse en totalmente dependientes de la bondad de sus comunidades, y ambos expandieron esas comunidades para apoyar una creciente comunidad de monjes y monjas. I think too of the examples of Saints Benedict and Francis who gave up wealth to found communities based on simple living.

La invitación de Jesús aquí para una persona rica es imposible. Sugiere un abandono radical de la esencia de este hombre, es decir, su riqueza, lo que lo sostiene en la vida que tiene, asumimos cuidadosamente elaborado. Y en cambio, este hombre se volverá dependiente de Jesús y de su humilde grupo de seguidores. Jesus expects this man to give up his wealth and join his ragtag group.

Cuando le pregunté a una amiga qué pensaba de este pasaje esta semana, ella dijo que cuando seguimos a Jesús, ¡ganamos muchas cosas! Estuve de acuerdo en que el hombre rico no tenía por qué sentirse tan triste, ya que lo que perdió en riqueza física, lo habría multiplicado por diez en riqueza espiritual, pero tal vez de manera más tangible para nosotros los humanos encarnacionales, en la sociedad y comunidad de otros cristianos. Everything he lost would have been gained back. Justo como pasó a Job.

Sospecho que Jesús vio alrededor de este hombre el foso de su riqueza. Jesus saw this man as a castle, with his wealth a moat around him. Era un castillo, cuidadosamente construido y fortificado por todo lo que había construido. Ahora que tenía su futuro garantizado en esta vida (como él la entendía), necesitaba trabajar en la vida eterna. Pero entre él y el camino a la vida eterna, había un abismo. Y ese abismo era su necesidad de controlar su propio destino. Jesús, señalando a Dios que es bueno, dijo, ¡debes estar dispuesto a renunciar a todo! Cuando somos adictos al control, debemos estar dispuestos a renunciar a todo, a tomar la vida a la ligera y a confiar en la guía de Dios.

El hombre quería pasos concretos hacia la salvación que pudiera controlar, pero Jesús estaba tratando de decirle que simplemente no funciona así. Podemos pensar que somos dueños de casas, campos y familia, pero no son nuestros. Pertenecen a Dios. Todo lo que Dios nos ha bendecido debe ser devuelto a Dios en algún nivel para que dé fruto en el mundo.

Soy el primero en decir que trato de racionalizar esto. Me encantó la interpretación que explicaba que el ojo de la aguja era el nombre de una puerta comercial particularmente estrecha que solo podían pasar los camellos arrodillándose. ¡Qué poesía! Debemos humillarnos para seguir a Dios. Ese es el camino a la salvación. Pero no, no es tan sencillo. Debemos ir más allá de simplemente humillarnos. Debemos estar dispuestos a regalarlo todo. Ponerlo todo en manos de Dios. We must be willing to give it all up. Esto es porque los pobres son nuestros maestros. Porque lo han hecho.

Pero tenga en cuenta, Jesús no le está hablando a la multitud aquí. Él está mirando y amando a este hombre en particular. Tienes la sensación, tal como alude en el pasaje de Hebreos, que él pudo ver el corazón de este hombre. Y amarlo, con todo eso. ¡Piense en eso! Jesús, mirándote y amándote, ¡incluso con y de hecho por todo lo que entra en tu corazón! Qué gracia. If Jesus looked in your heart right now, he would love you not in spite of but because of all of it! What grace.

Pero su orden para el hombre fue exactamente eso. Su orden para él.

Lo que se requiere de cada uno de nosotros es diferente. Pero también en cierto modo lo mismo. Debemos reconocer que todo buen regalo que tenemos proviene de Dios, y cuando lo hagamos, estaremos dispuestos a dar libremente de lo que Dios nos ha dado. No todos vendemos todo y salimos para seguir a Jesús. Muchos de nosotros manejamos con prudencia lo que Dios nos ha dado y encontramos formas de ser generosos con ello tanto como podamos. Each of us is called in different ways, but in the same way we all must know that everything comes from God.

Y estos dones que Dios da no son todos económicos. Quizás tengas una habilidad o tiempo adicional que se le puedas devolver a Dios. Cuando tenemos nuestro tiempo de mayordomía este año, nuestro llamado no solo será para los regalos financieros dados como sea posible para cada individuo y familia, sino para que nos digas, en primer lugar, ¡qué dones ya estás dando a la iglesia para que podamos agradecerte! Y luego, si hay un regalo o habilidad o simplemente un regalo de su tiempo que le gustaría ofrecer, eso también será bienvenido.

Pero el punto aquí no es el mantenimiento de la iglesia solo como una institución. We welcome all of your gifts, but this is not just about keeping the church going.

Es para recordarnos que confiamos el uno en el otro. Para nuestra salvación, pero también en las necesidades de la vida cotidiana, como nuestra necesidad de conexión humana, nosotros, como iglesia, estamos aquí el uno para el otro. Jesús modeló una nueva visión de la vida familiar y comunitaria, que fomentaba la interdependencia. En la comunidad cristiana, podemos renunciar a un poquito de nuestra seguridad al principio y nuestra autosuficiencia, pero cuando confiamos en los demás y en Dios para ayudarnos a cuidarnos y ser parte de ayudar a cuidar a los demás, nuestra vida se convierte en algo tan importante. más rico. Y, en última instancia, creo que es más estable. We give up a little security but we gain so much in our community of faith.

Estoy escuchando un libro titulado The Mountains Sing de Nguyen Phan Que Mai. Y en él una joven y su abuela reciben alojamiento de una pareja anciana durante la guerra de Vietnam después de que su casa fuera bombardeada. Cuando la abuela de la niña agradece la ayuda de la pareja, ellos responden con un refrán, hojas enteras protegen a las rotas. Pensé que la imagen era tan profunda. Y habla de mucho de lo que nos esforzamos por hacer también en la comunidad cristiana. We are the whole leaves protecting broken leaves. Nosotros, que estamos íntegros, tratamos de cubrir a los quebrantados para que puedan reparar y, a su vez, proteger a los demás. Este es un proceso dinámico de dar y recibir. Y en él experimentamos una verdadera solidaridad entre nosotros. Y dependencia de Dios. Y cuando sentimos eso, sabemos que estamos caminando por el camino angosto de la salvación. Amén

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