Propio 26 B + Oro y plata + 10.31.21

 


M. Campbell-Langdell

All Santos, Oxnard

(Rut 1:1-18; Salmo 146; Hebreos 9:11-14; San Marcos 12:28-34)

 

Del libro de Rut, capitulo uno hoy:

Pero Rut le contestó: —¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras, y allí quiero ser enterrada.

Y de la lectura del evangelio de San Marcos hoy:

El maestro de la ley le dijo: —Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar. Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo: —No estás lejos del reino de Dios.

¿Qué significa tener una familia? Y ¿Qué es fidelidad? Son unas preguntas en que las lecturas de hoy me hacen pensar. Es la tragedia de perder dos familiares muy cercanos a muerte y otro en separación que le hace Rut pensar en quien es su familia.

Muchos de ustedes saben que la semana pasada tuve el placer de estar en la boda de dos queridas amigas, Armanda y Evan. Si bien ambos tenían muchos miembros de la familia allí, fue una boda muy gay en la que la familia elegida también estuvo presente. El oficiante era amigo de una de las novias desde hace mucho tiempo, y tuve el honor de dar las gracias. Bueno, ya sabes lo que pasa cuando le pides a una pastora que haga la oración sobre la comida. No pude evitar incluir un poco más. Compartí la bendición de John O ’Donohue para un matrimonio, seguida de una bendición real de la comida y los presentes en inglés y portugués (en honor a una de las novias). El final de la bendición va así:

“Tan cálidamente como el aire atrae la luz,

Que puedan dar la bienvenida a todos los regalos que cada uno trae.

 

Tan elegante como un sueño absorbiendo la noche

Que el sueño te encuentre libre de ira y dolor.

 

Como el crepúsculo cosecha todos los colores del día,

Que el amor los lleve a casa el uno con el otro ".[1]

Que el amor los lleve a casa el uno con el otro. Me encanta este poema de bendición porque habla de cómo el matrimonio y, de hecho, toda relación amorosa es una elección. Elegimos ser familia. Elegimos resolver nuestros problemas y siempre volver al amor. También somos una parte elegida de la familia de Dios, y en eso recordamos nuestro bautismo.

Jesús se encuentra con un maestro de la ley en la lectura del evangelio de hoy. A diferencia de los otros que se esfuerzan por ponerlo a prueba, este casi parece aleatorio. Solo otro Joe Scribe. Pero nadie es random. Dios pone personas en nuestras vidas por una razón. Quizás hayan experimentado esto. Las personas que resultaron ser sus compañeros de trabajo, pero resultaron ser como una familia. Quizás tuvieron una experiencia intensa con otro grupo, y en ella les hicieron amigo cercano de ciertas personas que te rodeaban, incluso si no tenían nada en común cuando los conocieron por primera vez. Un ejemplo extremo de esto se puede ver en la película "Queen and Slim" (2019) en la que una pareja afroamericana se encuentra en una cita habiéndose conectado por una aplicación celular, solo para que todo salga de lado cuando un oficial de policía los detiene en lo que debería haber sido una parada de tráfico de rutina. En cambio, sus vidas cambian para siempre y, sin saberlo, se convierten en el rostro de un movimiento. En esta compleja película que muestra los problemas de la violencia anti-policial aun cuando se enfrenta al problema de la violencia policial, esta pareja pasa de ser unos completos desconocidos que ni siquiera se quieren muy bien a ser una pareja completamente dedicada el uno al otro.

Dios pone a las personas en nuestras vidas y, a veces, llegan a significar mucho para nosotros. A veces, las personas que deberían significar mucho para nosotros se sienten distantes de nosotros por un tiempo.

¿Quién es su familia? ¿Elegida o de origen? Quizás alguien de su familia elegida esté en esta iglesia. Espero que tengan gente aquí que les respalde incluso mientras los apoyan también.

Así como Rut se dedica a Noemí y su relación, hoy les pregunto: ¿Qué relaciones pueden cultivar? Recuerden, se necesitan dos para bailar el tango, por lo que puede invertir en ciertas relaciones, pero si otra persona no puede o no quiere responder, puede ser bueno encontrar uno o más que estarán ahí para ustedes también. A veces, otros no responderán como esperamos, pero también debemos pedirnos lo que necesitamos los unos a los otros. Trabajan en todas las relaciones más nuevas de sus vidas, incluso mientras mantienen cualquier relación que puedan con su familia de origen. Es como el dicho de Girl Scouts: “Haz nuevos amigos y conserva los viejos. Uno es de plata y el otro de oro ". Make new friends and keep the old. One is silver and the other gold. La verdad es que la familia puede ser personas que son parientes consanguíneos, o pueden ser personas que no tienen ninguna relación consigo y que le tratan como familia.

¿Con quién han hecho un compromiso especial? Mientras estaba en Nueva Jersey, también pude pasar algún tiempo nuestra ahijada, Inori. Se sintió tan bien pasar un par de días con su familia y ella simplemente estando presente, jugando y leyendo historias bíblicas juntos. Si hay alguien con quien han hecho un compromiso similar, traten de encontrar un momento para estar presente durante la próxima semana o mes, haciéndole saber lo que significa para ustedes. Si no tienen un ahijado o una ahijada, tal vez seria bien estar presente a un amigo o familiar que sabe que necesita apoyo adicional en este momento.

Porque Dios está más presente en el amor que nos mostramos.

Porque Jesús nos dijo en el evangelio de hoy: —El primer mandamiento de todos es: “Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” Pero hay un segundo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Ningún mandamiento es más importante que éstos.

Amen.



[1] John O'Donohue, To Bless the Space Between Us, page 136, Doubleday, 2008, First Edition, USA

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