Epifania 6 C + Encanto / Dichosos + 2.13.22
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Jeremías 17:5–10; Salmo 1; 1 Corintios 15:12–20; San Lucas 6:17–26)
«Dichosos ustedes los pobres, pues de ustedes es el
reino de Dios.» Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, pues quedarán
satisfechos.» Dichosos ustedes los que ahora lloran, pues después reirán.
Estas palabras son el inicio
de la sección de las enseñanzas de Nuestro Señor Jesús que se llaman las
Bienaventuranzas. Y yo quiero decir para iniciar, que, tomado completamente
literalmente, estos dichos no hacen sentido. Celebrar a los pobres solo por ser
pobre no hace nada para aliviar su situación y de hecho puede hacer daño. Igual
con levantar a los hambrientos, o los que están en dolor o los que sienten el
odio de los demás solo porque están en esa posición. La iglesia ha hecho daño
cuando romantizamos la pobreza, el hambre y otros dolores humanos. “Su premio
estará en el cielo” a menudo ha sido una frase usada para maltratar a los en
necesidad o faltar de hacer lo que podemos para ellos.
Pero si lo pensamos bien, es
exactamente cuando estamos en crisis- cuando viene la diagnosis, cuando
recibimos la noticia inesperada de una pérdida,
cuando necesitamos más a Dios. Y de esta manera, estamos bendecidos, no por
pasar por dolor, pero en que estas situaciones nos pueden conectar mas con Dios
y con nuestra comunidad.
Pero yo pienso que estas
frases hablan de tres conceptos- llano, lleno y familia.
Para empezar, “llano.” De
contraste con el evangelio de San Mateo donde Jesús habla a la gente en un
monte, Jesús habla a la gente en un llano. Aquí en el evangelio de San Lucas el
énfasis es en igualdad entre las personas así que el énfasis en un lugar plano
hace sentido. Jesús se está nivelando las relaciones entre las personas. Por
ejemplo, en una sociedad donde se considerara una persona rica como bendecida
por Dios, el dice que el pobre es dichoso. Justo como hizo su madre María en la
Magníficat, el orden del mundo está puesto al revés para mostrar que en el
reino de Dios hay igualdad. Dios ama especialmente a los que están olvidados
por el mundo y en su amor restablece el orden que debe ser natural entre las
personas. La película “Encanto” se trata de una familia encantadora que vive en
Colombia. Ellos tienen una historia de huir violencia y se han formado un
pueblo en un lugar protegido. Casi todos tienen un don especial con la aparente
excepción de Mirabel. Pero al fin, aprende la abuela y todos que los dones
verdaderos son los miembros de la familia, no sus dones especiales.
No son lo que pueden hacer.
Posiblemente tenemos que recordar que Dios bendice a los que están en necesidad
y no solo los que saben hacer todo. Y entonces nuestro valor no es en lo que
podemos hacer, pero en solo ser parte de la familia de Dios.
Familia. ¿Quién es su familia?
Jesús habla de conexiones aquí. Entre discípulos y amigos y en comunidad. Un
concepto mas expansivo de familia es aparente en los evangelios. Entonces Jesús
nos invita a pensar en la bendición que encontramos en comunidad. Al fin de la
película “Encanto,” la familia Madrigal esta en crisis. Ellos miran que el
pueblo que ellos siempre han apoyado ahora viene para ayudarles a ellos. Ellos
se humillan para recibir ayuda en reconstruir su casa. El trabajo de todos
empieza a llevar a cabo su milagro nuevo. Nosotros también experimentamos esto
en comunidad. Cuando estamos en un momento difícil, y oramos uno para el otro. Cuando
visitamos uno al otro y traemos comida, sacramentos, oraciones. Cuando llamamos
o mandamos textos. Para decir- no estas solo. Estoy contigo. Dios esta a su
lado.
Y esto es la bendición que reclamamos. No es todo el dolor de la vida. Es la
bendición de la vida abundante que podemos tener en Dios, a pesar de los
desafíos de este mundo.
Porque Dios, hablando a través de Jeremías dice,
Pero bendito [la persona] que confía en mí, que pone
en mí su esperanza.
Benditos son. Dichosos somos. A pesar de todo, por la
gracia de Dios.
Y esto es nuestro milagro.
Amen.
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