Epifania 7C + Galletas + 2.20.22
All Santos, Oxnard
(Génesis 45:3–11, 15; Salmo 37:1–11, 39–40; 1 Corintios 15:35–38, 42–50; San Lucas 6:27–38)
“Perdonen, y Dios los perdonará. Den a otros, y Dios
les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y
repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a
ustedes.”
Estas palabras sabias de Jesús
me hacen pensar en un programa de televisión y un carácter muy populares en la
programación adulta, “Ted Lasso.”
En el primer episodio estamos
introducidos a un hombre quien ha entrenado futbol americano al nivel
universitario y ahora la jefe de un equipo de futbol regular en Inglaterra lo
ha empleado para ser su entrenador de equipo. El no sabe que su jefe quiere que
el falle. Ted Lasso does
not know he is being set up to fail, and brings a can-do attitude and a big
sign saying “Believe!” Él pone un letrero en el vestuario
que dice “¡Creen!” Y los británicos insensibles piensan que el es risible, no
alguien para tomar en serio. Aunque su jefa ha sido frío con él, el trae
galletas de mantequilla a ella en la mañana y el inicia un tiempo de compartir
con ella llamado “Biscuits with the Boss.” Y aunque ella lo resista al inicio,
eventualmente ellos se relacionen bien. Él
no sabe nada de futbol así que depende de la sabiduría de su entrenador
asistente y un recogepelotas que él promueve a ser un entrenador. Su éxito
viene del tenor que el establece entre sus jugadores. Es una mezcla de creencia
en sus habilidades y poder olvidar las perdidas como un pez dorado. Be like the
goldfish and forget, he says.
En el pasaje del libro de
Genesis de hoy vemos un escenario conmovedor. José fue abandonado como un joven
por sus propios hermanos y vendido a la esclavitud, dado por muerto. Y ahora está
en la posición de poder. Él puede dejar a sus hermanos morir
con hambre. Él los puede encarcelar para un delito menor. Hasta amenaza
esto para que ellos le traigan Benjamín, su hermano menor. Pero él
no quiere hacerles mal. Él quiere reconectar con su familia y
encontrar la paz. Así que, lloroso, él perdona a sus hermanos. Él
no se olvida del pasado, pero él lo pone al lado para poder reconectar.
Del mismo modo, en el pasaje
del Evangelio de Lucas hoy, Jesús exhorta a sus seguidores a amar a sus
enemigos. A perdonar. Esto no significa dejarse pisotear a los demás sobre uno.
Jesus is not telling us to be a doormat. Aun Coach Lasso, quien es tan
imperturbable, se enoja cuando el aprende que otros le estaban saboteando. Pero
no responde vengativamente. Él los muestra entendimiento y empatía.
De la misma manera Jesús nos pide relacionar con los demás de una manera
compasiva. En el mundo en el que él vivía había violencia diaria. También la
gente sobrevivía con un sistema complicada de hacer trueques. Pero noten como Jesús
pide que la gente reacciona. Si uno esta pegado, debe ofrecer la otra mejilla.
Pues esto no es algo pusilánime. Es un acto de resistencia. Walter Wink ha
dicho que en la cultura anciana esta acción forzaba a la persona que estaba
atacando a uno a hacer uno de dos cosas deshonorables. Uno seria un gesto de revés
que faltaba honor, y el otro fue usar la mano izquierda, el mano impuro porque
la gente lo usaba para ir al baño. De la misma manera, Ted siempre desafía las
expectativas de los demás, y nosotros estamos llamados a ser astutamente
tiernos a los que nos rodean. Yo no siempre hago esto bien. Esta semana estaba
reuniendo con un feligrés en un café cuando un señor vino pidiendo limosna.
Dije que no tuve dinero para dar, pero olvidé que
mi reacción primera debería haber sido ofrecer comprarle algo en vez de solo
decir “no.” I should
have led with helping rather than shutting down the man’s request. Ahora
voy a tratar de hacer mejor la próxima vez. Porque sorprender a alguien con
bondad es contagioso.
“Hagan ustedes con los demás
como quieren que los demás hagan con ustedes.” Esta parte me hace pensar. ¿Han
notado que los que tratan mal a los demás generalmente no tienen una relación
buena y balanceada con ellos mismos? Pienso que en nuestra sociedad tenemos que
regresar a los básicos y aprender a cuidarnos a nosotros mismos para poder
saber como tratar bien a los demás. En “Ted Lasso” Ted habla a un terapista
para aprender cómo cuidarse mejor.
Este lenguaje de dar crédito y
hacer prestamos es común entre algunas de las comunidades de nuestra parroquia.
Sé
que no todos dependen solo en bancos para tener un sentido de seguridad con su
dinero y sus inversiones. Pero creo que para mí lo más importante aquí es
recordar que nuestras transacciones no siempre tienen que ser transaccionales.
Si damos un regalo, no debe ser para controlar a otra persona o para recibir
algo de regreso. Cuando separamos el enfoque de nuestras relaciones con los
demás de solo lo que ellos pueden hacer para nosotros mismos, ganamos mas gozo
en el mundo. Porque somos hijos e hijas del Altísimo Dios. Si hay que
sobrevivir, pero hay también que vivir, sabiendo que nuestro valor no es en lo
que poseamos.
Vi una tira cómica esta semana
que imaginaba como seria si los manejadores de buses fueran practicantes de
yoga. Dice el manejador del bus que va a la parte alta de la ciudad, “There is
nothing uptown that you do not already have.” “No hay nada en la parte alta de
la ciudad que no tienes todavía.” (Bizarro, 2/13/22). Por supuesto esto es
chistoso, pero si nos apartamos de juicio y expectativas de los demás, si
removemos nuestra necesidad de condenar a los demás como si fuéramos jueces y
no hijos e hijas todos de Dios, nos abrimos a la felicidad.
Incluyo una voz de alerta
aquí. Amar a nuestros enemigos no siempre es seguro, físicamente o
emocionalmente. No es un requisito poner a nosotros mismos en un lugar de estar
abusado. A veces amamos a los demás de una manera cercana, y otras veces solo
es posible amar a una distancia, y con oración. A veces arriesgamos un pequeño daño
para un gran logro, pero nadie debe sufrir abuso. ¡Dios quiere que prosperamos!
¡Dios quiere que tengamos gozo!
Así que, que aprendemos un
poco de Ted Lasso – pero solo lo vea los adultos por favor. Y traen gozo y
creencia en sí mismos a los demás. Y a veces, galletas. ¡Posiblemente
encontraran gozo en hacerlo!
Amen.
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