Ramos/ Pasión 2023
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Mateo 26:14- 27:66; Isaías 50:4-9a; Salmo 31:9-16)
A esa misma hora, Jesús gritó
con fuerza: «Elí, Elí, ¿lemá sabactani?» (es decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has abandonado?») Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron:
“Éste está llamando al profeta Elías.”
Confusión. Desesperación. Este
texto nos trae allí a estas emociones. A la base de la cruz. A ver a Jesús,
sangrado, sufriendo, muriendo. Y aun en la cruz la gente escucha a Jesús
llamando a Dios y piensan que él llama a Elías. ¿Por qué me has
abandonado? Jesús esta dejado en un mundo que no entiende.
Y esta semana sentimos ese
dolor de otra manera. Cuando escuchamos la terrible noticia de la perdida de
vida en una escuela privada cristiana en Nashville. Un alumno previo de la
escuela que cometió el acto terrible de sacar las vidas de los demás y luego
fue matado se identificaba como una persona transgénero. No sabemos si esto fue
un factor, pero Tennessee es uno de los estados que ha tenido leyes mas fuertes
en contra de la comunidad LGBT. Los cristianos conservadores están apoyando
limites que pueden arriesgar las vidas y salud de la gente queer. Pero me
pregunto si, al lado de mirar de nuevo al acceso en nuestra sociedad que tiene
la gente con problemas mentales a las armas de guerra, también tenemos que
pensar no solo en el problema del mal, pero como se expresa en nuestra falta de
compasión uno por el otro.
Porque lo más que promovemos
legislación que limite lo que los niños se pueden aprender en la clase de
historia, o que dice quien puede leer cuentos a niños o controla los cuerpos de
los demás, lo mas movemos hacia construir una sociedad que falta entendimiento
mutuo y comprensión mutua. Quedamos perdidos en el abismo de los malentendidos.
Justo esta semana leí en
Facebook sobre un clérigo de otra denominación que se está entregando sus
credenciales como un ministro porque no puede apoyar una institución que desea
el mal hacia una porción de la población.
Pero yo creo que nuestra
iglesia puede apoyar a todos los miembros de nuestra sociedad. Porque, para mí,
nuestro pacto bautismal dice que cada persona debe recibir la dignidad. Debemos
buscar y servir a Cristo en cada persona. No importa si sea de otra fe, genero,
orientación sexual, o un diferente trasfondo étnico. Todos somos valiosos ante
los ojos de Dios y por Jesús todos debemos recibir amor y respeto, aun esta
persona perdida que cometió el acto tan terrible esta semana.
¿Como podemos sanar como una
sociedad? Isaías dice que el Señor le ha instruido. Así que pedimos que Dios
sea presente con cada instructor y maestro en este momento. Ellos luchan con si
está seguro estar en la escuela. Sea con cada niño de edad escolar, y cada
padre y madre que manda su hijo o hija a la escuela. Ellos esperan y oran que todo
esté bien.
Oremos porque hay esperanza
entre los momentos difíciles aun de esta historia de la Pasión. Hay esperanza
en la sangre de Jesús. Cuando sellaron su destino de Jesús, la gente dijo:
“Nosotros y nuestros hijos nos hacemos responsables de su muerte!” En ingles
dice que su sangre esta por ellos y por sus hijos. Lo triste es que mucha gente
vea esta frase como una manera de culpar a la gente judía. Pero se trata de una
manera antigua de tomar la responsabilidad de sus acciones. Pero sabemos que aun
esta noticia, que parece muy difícil, que su sangre sea sobre nosotros, de hecho,
es una buena noticia. ¿Por qué? Porque la sangre de Jesús nos sana y nos salva.
Por su sangre, somos salvados. Somos redimidos en él.
“Ten misericordia de mí, oh
Señor, que estoy en angustia” dice el salmo. Nosotros decimos, “ten
misericordia de nosotros, Señor, porque estamos en angustia.” Nuestra sociedad
parece bien, pero muchos se están desmoronando por dentro. Y los que se
desmoronan dañan a veces a sí mismos, a veces a los demás en maneras que ni
podemos imaginar. Aumenta la paz, Señor, ayúdanos a entendernos uno al otro.
Aumenta la compasión en nuestra sociedad, Señor. Para que no solo legislamos
sin escuchar también. Para que no sacamos derechos sin estar presentes a los
que están perdidos y malentendidos. Para que todos nos apoyemos uno al otro.
Porque todos somos pecadores en necesidad de la gracia de Dios. Que recordemos
que cada persona que conocemos es un hijo o hija amado de Dios.
Compre una camiseta esta semana. Dice “when God created joy, they made drag
Queens” – “cuando Dios creó el gozo, hizo las transformistas.”
En la parte de atrás, dice de nuestro pacto bautismal, pero en inglés: “¿Lucharás
por la justicia y la paz en el mundo y respetarás la dignidad de todo ser
humano?” Es de nuestro pacto bautismal. Que empecemos con esto. ¡Que honramos
los perdidos y caminemos con Jesús en esta jornada hacia la Pascua, recordando
que, si tenemos la sangre de Cristo en nuestras manos, también en el tenemos
nuestra salvación! Amen.
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