Pentecostés A + Soñamos Juntos + 5/28/23
M. Campbell-Langdell+
All Santos, Oxnard
(Hechos 2:1-21; S. 104:25-35, 37; Números 11:24-30; San Juan 20:19-23)
Y así continua. No pudiera
evitar pensar en aquella cosa tan simple y un poco frívola cuando leí un
comentario por el teólogo David Lose sobre las lecturas de Pentecostés. Él nos
pregunta si a gente le tiene miedo de soñar. This silly sign, with things like
“stay loose” “watch snails” and “look forward to dreams” came to mind when I
saw David Lose’s reflection on the Pentecost readings today. He
asks why we are afraid to dream.
Lose cita a Steven Levitt y
Stephen Dubner, quienes recientemente escribieron un libro llamado
“Freakonomics” y su aserción que “una de las cosas claves de la innovación es
estar dispuesto a pensar como un niño y de reaprender como cuestionar nuestros
suposiciones.”[1] ¿Tenemos miedo de soñar porque es
fuera de nuestro control? Are we afraid to dream because we might dream up something that scares
us?
Pedro cita al profeta Joel en
describir lo que ha ocurrido en este día de Pentecostés, este evento caótico
que recién ha pasado cuando el empieza a hablar. Y no sé cómo, pero él
encuentra las palabras para describirlo. Peter finds the words to describe the amazing
Pentecost moment from the prophet Joel. And it’s
about dreaming. “Sucederá que en los últimos días, dice Dios, derramaré mi
Espíritu sobre toda la humanidad; los hijos e hijas de ustedes comunicarán
mensajes proféticos, los jóvenes tendrán visiones, y los viejos tendrán
sueños.” Y después, “Pero todos los que invoquen el nombre del
Señor, alcanzarán la salvación.” “Then everyone who calls on the name of the Lord shall be
saved.”
Esto es lo que pasa, dice
Pedro en este día del nacimiento, el birth-day o Sapo Verde de la iglesia.
Estamos recibiendo el Espíritu. Estamos soñando. Viejos y jóvenes, todos
estamos abiertos al Espíritu.
Hoy tenemos el bautismo de
Sebastián, el primer de tres domingos de bautismos en la iglesia. El Espíritu
realmente está aquí y su trabajo se manifiesta en Todos los Santos. También es
nuestro trabajo estar abierto al Espíritu Santo. A escuchar los sueños de
nuestros niños y los sueños de nuestros adultos.
Así que, ¿que nos puede
detener? What may
hold us back? Cada uno tiene un don para compartir. En el libro
de Números de hoy, setenta de los mayores de edad profesan. Dios ocupa la voz y
los dones de cada uno para el bien de su reino. Aunque dice que este evento no
fue repetido, estamos seguros que Dios los usó
para otro servicio y para servir a su gente. Todos trabajamos en esto junto al
Espíritu, y ella nos guiará si la dejamos.
“Finalmente,” dice Lose, “No
sé si estamos preocupados que si soñemos estaremos desilusionados.”[2] We might be afraid to be
disappointed by our dreams. Es posible. Pero esto es donde
tenemos que recordar que nosotros como cristianos no estamos llamados a ser
perfectos, estamos llamados a ser fieles. Nunca avanzaremos si no tomamos
el chance de soñar. We must dare to dream. Si no atrevemos estar o pensar un
poco diferente, aun de una manera un poco juguetona, nunca llegamos a soñar con
el Espíritu.
Otra visión pentecostal me
viene de una película que vimos hace varios meses. Se llama “Estrellas en la
tierra (Cada niño es especial)” y es un cuento lindo de un niño que tiene
discapacidades de aprendizaje, pero también es bien artístico. Lo vea luchando
en su escuela, no porque es malcriado, pero porque el presta más atención al
mundo alrededor que a sus cursos. Pero él va a una escuela donde un maestro de
arte nota que él tiene un talento. Este maestro deja a él y a todos los niños
jugar y soñar. It’s
beautiful to see this little boy who struggled so much just bloom with the
teacher who sees his gifts and lets him dream. Al final,
están en el anfiteatro de la escuela y tienen un día en que toda la escuela hace
arte. Y es bien especial porque los maestros más estrictos pueden sonreír y
reír con los estudiantes y al final este niño gana un premio. Y es un momento
tan especial, ver lo realmente especial que él es. Él no es sus supuestos
“defectos.” Dios lo creó para ser mucho mas.[3]
Así que pudiera preguntarse,
“¿Quién soy yo para soñar? Y autora Marilynne Robinson dijera “¿quién eres tú
para no soñar? O como ella lo dice, Nuestro mayor temor no es ser
inadecuados. Nuestro mayor temor es que somos incalculablemente poderosos. Es
nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos,
‘¿Quién soy yo para estar brillante, preciosa, talentosa, y fabulosa?’ De
hecho, ¿Quién eres para no serlo? Tú eres un niño de Dios. Optar por la
mezquindad no sirve al mundo. No hay lucidez en encogerse para que los demás no
se sientan inseguros junto a ti. Nuestro destino es brillar como los
niños. Fuimos nacidos para manifestar la gloria de Dios que es dentro de cada
uno de nosotros. No es el de unos cuantos; es de todos. Y conforme dejamos que
nuestra luz propia alumbre, inconscientemente permitimos lo
mismo a los demás. Y al liberarnos de nuestro
propio miedo nuestra presencia automáticamente libera a otros.” [4]
When we let our own light shine, we unconsciously allow
others to do the same.
Todo este hablar de sueños
parece bien liberador, y es. Pero Dios nos quiere dar raíces también. God not only wants to free us, God
wants to ground us, too! Solo podemos soñar con el Espíritu
cuando experimentamos el Shalom de Dios. We can’t dream when we are afraid.
Noten que tímidos están los discípulos en el evangelio de hoy de San Juan.
Ellos no realmente creen lo que ha dicho María Magdalena, lo de ver a Jesús.
Están tristes, y sus corazones están tan cerrados como sus puertas. Y Jesús
entra, prácticamente asustándolos, y dice “¡Paz a Ustedes!” Jesus comes in like some spook and
says “Peace be with you!” Jesús sabe que ellos tienen que
sentirse llenos de esta paz y centrados en Dios, antes de que puedan sentir las
llamas de fuego del Espíritu tan juguetonas y dinámicas.
Un comentarista, Samuel Cruz,
dice que esta Shalom, esta paz, es así: “Shalom significa todo lo
bueno que uno se pueda imaginar: estar sin enemigos atacando, tener su pedacito
de terreno y la casita, tener relaciones saludables, experimentar prosperidad
en todas las áreas de la vida, no solamente financiera.”[5] Yo amo este concepto. I just love that this is what God calls us
to—a complete peace that grounds us in every aspect of our being. Esta
paz profunda es lo que nos quiere tener Dios.
Esto es parte de lo que
vivamos como una iglesia juntos. Posiblemente no estaremos allí todavía. Posiblemente
no llegue la paz profunda hasta que viene el Señor. Pero
estamos trabajando en tener esta paz cada uno en nuestra propia manera, y es
nuestro trabajo como iglesia de ayudarnos uno al otro a llegar allí. A sentir
ese Shalom cada día un poco más. Para que podamos soñar cada día un poco más de
lo que el Espíritu quisiera que hagamos.
¿Cómo pudiéramos soñar un
mundo mejor? Yo creo que una parte de esto es vivir nuestra experiencia
como una comunidad intercultural y bilingüe. Por esto el domingo que viene empezamos
una misa bilingüe mensual que incorpora mejor a los jóvenes y jóvenes adultos.
¡Que soñemos juntos y compartimos juntos nuestras visiones sobre como pudiera
ser, y a que nos invita el Espíritu en nuestras vidas!
[1] David Lose, “Pentecost Dreams,”
Wednesday, June 4, 2014 (www.workingpreacher.org/craft.aspx?post=3249). Traducción
mía.
[2] Lose.
[3] “Taare Zameen Par” / “Like Stars on
Earth”, 2007.
[4] Marilynne Robinson, “A Return to Love:
Reflections on the Principles of ‘A Course in Miracles” http://www.goodreads.com/quotes/928-our-deepest-fear-is-not-that-we-are-inadequate-our. Con ayuda en traducción de http://creativaconsulting.wordpress.com/2010/05/23/nuestro-miedo-mas-profundo/.
[5] Samuel Cruz, “Comentario del
San Juan 20:19-23,” de http://www.workingpreacher.org/preaching.aspx?commentary_id=2128.
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