Propio 9A + Llegar a casa + 7.9.23

 


M. Campbell-Langdell
Todos los Santos, Oxnard

(Génesis 24:34–38, 42–49, 58–67; Salmo 45:11–18; Romanos 7:15–25ª; San Mateo 11:16–19, 25–30)

A veces salir de su casa significa llegar a casa en una nueva versión de si mismo. Muchas veces, el amor es perderse y ganarse a la vez. Es llegar y salir, a la vez.

Esta semana leí una cita por el teólogo Henri Nouwen: “Hay muchas otras voces, voces que son fuertes, llenas de promesas y muy seductivas. Niegan fuertemente que el amor es un don completamente gratuito. Me salgo de casa cada vez que pierdo la fe en la voz que me llama el Amado y sigo las voces que me ofrecen una gran variedad de maneras de ganar el amor que tanto deseo.”[1] Hay tanta verdad aquí. El lugar donde mas estamos en casa es cuando estamos descansando en el amor constante de Dios por nosotros. En todas las otras situaciones estamos en exilio.

Sin embargo, hoy en la lectura de Genesis capitulo 24 leemos una historia de salir de casa, a lo menos para Rebeca. Esto esta reflejado en el salmo de hoy que dice: “Oye, hija, considera e inclina tu oído: * Olvida tu pueblo y la casa de tu padre.” Rebecca esta llevada de la casa de su familia para ser una esposa para Isaac. Es del mismo grupo de personas de Abraham. Ella se va de casa, pero al salir de casa se encuentra enamorada. En encontrar el amor, ella se encuentra en casa con Isaac.

Este es un pasaje interesante porque lo han cortado de tantas partes del capitulo que casi uno se pierde en los detalles. Abraham es viejo y esta preocupado sobre si su linaje va a perdurar. Pide a su siervo buscar una esposa para Isaac. ¿Por qué no se va Isaac si mismo? No se si se trata de su necesidad de cuidar a los terrenos y los animales de Abraham o si esto solo fue la tradición entonces. De tener un matrimonio arreglado por una persona sabia. Sin embargo, se va de la casa el siervo y el decide seleccionar la esposa de una manera muy precisa. Es la persona que va a llevar agua a el y a sus animales.

Este momento en la historia me hace pensar en un momento muy especial en la liturgia que usaba la “Farm Church” de Abundant Table por mucho tiempo y tal vez siguen con esta práctica. Tienen un momento llamado “agua de vida” y pasan un contenedor de agua, diciendo “agua de vida” o “water of life” y cada persona se puede bendecir con el agua al recibirlo. Este momento sencillo y profundo recuerda a uno de la necesidad para el agua para sostener a toda la vida.

De la misma manera, el agua en el desierto literalmente hizo la diferencia entre la vida y la muerte. Mientras que el siervo parece seleccionar una manera arbitra para determinar la futura esposa del hijo de su jefe, en realidad el esta siendo muy practico aquí. ¿Quién va a venir y proveer lo que necesito, y lo que necesitan mis animales? Esta es la persona quien tiene el valor no solo para dar el amor y ser amado por el hijo de mi jefe, pero también quien puede cuidar a la casa y los animales con compasión.

Un amigo me advirtió esta semana de no mirar a Rebeca en un contexto completamente patriarcal. No solo es sumisa, sino que ella toma su poder. Rebecca is not powerless, but she takes her power here. Sirve, pero desde un lugar de ser un líder en su casa. También, ella sabe quien es y tiene orgullo en su familia y en sus raíces. Cuando el siervo pide llevarla a la casa de Abraham más rápidamente que es sugerido por su familia, ella es la quien decide que quiere salir. Mientras que ella prepara de salir, llevando joyas y en una procesión, noten la canción que cantan su hermana y la mujer que la cuidaba:  “Oh, hermana nuestra, ¡que seas madre de muchos millones! ¡Que tus descendientes conquisten las ciudades de sus enemigos!”

Esta canción es fuerte. No es mansa y sin pretensiones. ¡Ellas cantan de una mujer quien va a dejar una herencia formidable y quien será triunfante, a lo menos por medio de sus hijos! Esta es la historia de origen de una matriarca poderosa.

Y también es una historia de amor. Al fin de esta sección, escuchamos: “. Luego Isaac llevó a Rebeca a la tienda de campaña de su madre Sara, y se casó con ella. Isaac amó mucho a Rebeca, y así se consoló de la muerte de su madre.”

Y esto es verdad, ¿no es cierto? El amor es una consolación para nosotros. Es una de las cosas mas desafiantes de esta vida, pero también es el yugo fácil y ligero que Jesús nos describe. Es la cosa mas cerca en el mundo del amor de Dios, si es con una pareja, un amigo o un familiar. La cosa mas cerca del gozo perfecto que experimentaremos cuando estamos cara a cara con Dios.

Pero el amor crece a los márgenes. Tal vez este texto nos quiere convencer que Isaac y Rebeca se enamoraron a la primera vista. Y tal vez es cierto. Pero yo sospecho que su amor creció. Cada vez que ella cuidaba a un animal o a un ser querido. Cada vez que el aseguro que ella tuvo lo suficiente para comer y estaba cómoda. Ese amor creció. Love grows at the margins.

Así que, tenemos que perseverar. Recordando que, en los márgenes de nuestras vidas, crece el amor también. Un amor que eventualmente será un fuego en nuestros corazones cuando estamos cara a cara con nuestro Creador y nuestro Dios.  Amen.



[1] Henri Nouwen, “Embraced by God’s Love” Page-A-Day Calendar (Doubleday) for July 6.

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