3 Adviento C + Sorprendido por la dicha + ACL + 12.15.24
Sorprendido por la dicha
3 Adviento 2024 (Sofonías 3, Lucas 3)
All Santos, Oxnard
La Revda. Alene Campbell-Langdell con traducción
por MCL+
El título del libro autobiográfico
de su conversión a la cristiandad del autor CS Lewis fue Sorprendido por la
dicha. Aunque ateo, Lewis fue consciente de todos modos de una larga parte
de su vida de un anhelo de algo que no podía nombrar, algo que siempre fue más
allá de su alcance. El decidió llamar estos vistazos del gozo y de la dicha y él
se refería a este anhelo como una parte principal de su jornada del ateísmo a
ser una persona de fe.
Estos momentos son difíciles
de describir. Sin embargo, si prestamos atención, muchos sabemos de qué se
habla Lewis aquí. Estos son los momentos cuando, a pesar de las circunstancias extérnales,
hay algo que brilla en el mundo. El momento rosado en las montañas de Ojai en
la puesta del sol. La ternura de ver a un bebe durmiendo cuando todo el mundo
parece estar atareado en el momento. En el tiempo del Adviento, en medio de la
oscuridad y la profecía apocalíptica, viene el domingo del gozo. “Alégrense”
dice Pablo a los Filipenses mientras que escribe de la prisión, “Repito:
¡Alégrense!” (Filipenses 4:7)
A primera vista, el momento en
que Juan está bautizando a la gente en el desierto no parece muy gozoso. No nos
dice mucho el texto de sobre por qué Juan está en el desierto, pero podemos
adivinar. Para las ermitas tras los siglos, hay una tradición de salir de la
ciudad e ir al desierto como una forma de protesta. Fue una separación de las
fuerzas injustas y los poderes que oprimían a la gente. Así que, se puede
imaginar la sorpresa de Juan al mirar alrededor en este lugar desertifico y ver
que entre la muchedumbre hay los cobradores de impuestos y los soldados, dos de
los grupos que ayudaron al imperio Romano en mantener el control sobre la
gente. “Pequeños serpientes,” dice Juan, ¿“quien les dijo que deben correr del
peligro que es por venir?”
Estas palabras provocan, pero
sospecho que también fueron dichos con una pequeña sonrisa como ninguna persona
parece tomar muy al pecho el dicho. En vez de esto, la gente expresa su duda que
también expresa su anhelo: “¿Qué debemos hacer?” La respuesta de Juan es casi
tierna. A los que no tienen poder, el los anima a notar lo que tienen para
compartir. A los que están en poder, el los dice que no deben más de lo que se requiere.
En su libro On Tyranny, historiador Timothy Snyder dice (traducido),”la mayoría
del poder de un estado autoritario es dado libremente por el pueblo. En estos
tiempos, los individuos anticipan lo que quiere un gobierno mas represivo
desea, y luego ofrecen esto sin que el gobierno lo pide.” Snyder refiere a esto
como “obedecer de antemano.”[1] La respuesta de Juan da empodera a los que están en una posición relativa
de poder de no permitirse ir más allá de lo que se requiere su trabajo, que los
deseos del poder o las riquezas no les antojen. Que los cobradores no cobren
mas de los impuestos requeridos ni usen su posición para defraudar a otra
persona. Que seamos contentos con lo que tenemos.
Estas frases sencillas fuero lo suficientes como para que la gente se admiraba.
Este maestro nos ensena como resistir las maneras del imperio. ¡Qué bueno! Y se
preguntan a si mismos: ¿puede ser el Mesías, el que Dios nos manda para
guiarnos a la libertad? Pero Juan responde rápidamente a su propio sermón. ¡No
va a clamar poder por su mismo que no es suyo, aun si esta ofrecido con el
mejor intento!
Juan esta sorprendido por la
dicha. Puede ver el trabajo del Espíritu en su alrededor. Así que el dice esto
a la gente. ¿No ven que el viento que los empujo aquí al desierto es más grande
que mí? Parece que Juan dice, Ni siquiera estoy en la misma clase de personas.
Ni siquiera tengo el rol del siervo de la casa del Mesías. El que viene es mucho
mas grande que yo. Y vendrá un tiempo cuando todo lo bueno y nutritivo en sus
vidas estará juntado y protegido mientras que las cosas quebradas de sus vidas-
las cosas que impidan la vida abundante, volarán y serán quemados.
Este es el mensaje de Sofonías.
En los primeros dos capítulos de su libro, Sofonías ha nombrado la paja, las
cosas que impidan las bendiciones de Dios. Luego en capítulo 3, después de describir
como la gente han violado la ley de Dios (versículo 4), nos dicen que Dios dice
que “recogeré a la extraviada; convertiré en honor y fama (v. 19).” Y que Dios
nos reunirá (v. 20). A pesar de la oscuridad del mundo de aquel tiempo, Sofonías
esta sorprendido por la dicha.
La gente que escucha a Juan también
está sorprendida por la dicha. Nos dice el evangelio que “De este modo, y con
otros muchos consejos, Juan anunciaba la buena noticia a la gente” (Lucas
3:18). Juan acaba de decir que El que viene “quemará la paja en un fuego que
nunca se apagará” (Lucas 3:17). Para entender estas palabras de Juan como una
buena noticia, tenemos que recordar que la paja no representa a personas. No
importa lo malo que pensamos que son. La paja es todos los pensamientos, palabras
y acciones que hacen daño a nuestras almas. La paja es lo que nos convence que
no pertenecemos a la comunidad- que somos extraviados. Esto es lo que volará y estará
quemado cuando el viento del Espíritu Santo entra en nuestras vidas.
El quien anticipamos con Juan el Bautista este Adviento es el quien nos reunirá
como el trigo al granero, barriendo nuestra pena y las palabras que nos
dividan, para reunirnos en casa de nuevo.
Que ustedes, como Sofonías, o
Juan, o C S Lewis, estén sorprendidos por la dicha este Adviento. Que se
encuentren en casa cuando sienten perdidos. Que escuchen la voz de Dios regocijando
en ustedes en el lugar desertifico (Sof. 3:17). Y que todo lo que los quiere
hacer daño este dispersado delante del Nino durmiendo en el pesebre. Amen.
[1]
Timothy Snyder (2017). On Tyranny: Twenty lessons from the twentieth century
(Penguin Random House, NY), p. 17.
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