Pascua 2A + Gozo, gozo gozo! + 4.23.17
(From "The Odyssey Online" - "Choose Joy") |
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Hechos 2:14a, 22–32; Salmo 16; 1 San Pedro 1:3–9; San Juan 20:19–31)
“Ustedes aman a Jesucristo, aunque no lo han visto; y
ahora, creyendo en él sin haberlo visto, se alegran con una alegría tan grande
y gloriosa que no pueden expresarla con palabras, porque están alcanzando la
meta de su fe, que es la salvación. “ (1 Pedro 1:8-9)
Es probable que este tiempo de
Semana Santa y Domingo de Pascua no tuvimos la mejor asistencia de todos los años,
pero realmente sentimos un Espíritu lindo durante esta época. El día sábado en
la vigilia de Pascua sentí la presencia de Dios tan fuerte en esa misa tan íntima
y lleno de velas, cantos y campanitas. Luego el día domingo sentimos este gozo
pascual de nuevo, viendo las flores en la cruz, ya no un instrumento de muerte
pero un símbolo de resurrección. Viendo a los niños, algunos por primera vez,
gozando en la búsqueda de huevos. Puro gozo fue. Y continúa. We felt so much joy during the
Easter vigil and day celebrations this year, and that joy continues.
Pero hay momentos en la vida
en que no sentimos ese gozo tan fácilmente. There are always moments, though, when we don’t feel that joy
as strongly. Momentos cuando necesitamos a este Tomas para
preguntar por nosotros una prueba de Jesús. Momentos cuando necesitamos que
Tomas toca a las heridas de Jesus. Y de una manera, el también toca a nuestras
heridas, también. Para que veamos que el realmente este con nosotros. Porque de
vez en cuando podemos maltratar a Tomas, diciendo que el faltaba fe. Pero él es
realmente importante porque el pregunta lo que todos necesitamos escuchar. Y se
entiende.
Los otros discípulos
recibieron una visita de Jesús, completo con una muestra de las manos y el
costado. El soplaba sobre ellos y aquí vemos la misma palabra que describía el Espíritu
que dio vida a toda creación en Génesis.[1]
Entonces sabemos que los discípulos no solo escucharon y vieron Jesús, pero
recibieron su Espíritu. Y esto fue lo que perdió Tomas. ¡Espero que valió la
pena ese donut Tomas! No, es una broma. Pero en serio, Tomas no había recibido
el Espíritu, ni la visita especial de Jesús. Y a veces nosotros sentimos como él.
Con dudas, o sintiendo un poco distante de nuestra fe. Con un choque y una
perdida tan fuerte que no podemos creer por nosotros mismos. Necesitamos ayuda.
We need help. Y aquí Tomas y su ejemplo nos ayuda.
Por ejemplo, esta semana
escuchamos una noticia muy triste. Una compañera clériga que servía la iglesia
de San Pedro en Santa María falleció de una enfermedad repentina. Nadie
esperaba esto. Un día estábamos leyendo en las noticias episcopales de su
ministerio vibrante en Santa María, trabajando con gente agrícola y gente que
hace yoga. Y el otro día escuchamos de su muerte. El gozo de Reverenda Deborah,
apagada como una luz. En la semana de Pascua. Pero nosotros sabemos que no se apagó
su luz realmente. Que ella está en las manos de Dios. A su lado. En su Paz. Ella
ahora está empezando a vivir la promesa de la vida eterna que todos tenemos. Son
nosotros los quienes necesitan del Paz de Dios. Que estamos en la tristeza.
Es en días así que dependemos más
en Tomas. It is on these
sad days when we need Thomas the most. El discípulo
quien preguntó ver la prueba de que realmente fue Jesús resucitado.
Necesitamos ver a alguien tocando las heridas. Para que toque y sane nuestras
heridas. De pérdida. De
sentir falta de fe. We need someone to touch the wounds. Jesus’
wounds and ours. Jesús viene y Tomas toque las heridas y es como alguien sabe
lo que es tener preguntas.
El poeta Rilke nos habla de amar y vivir las preguntas. En su Cartas a un joven poeta, dice:
El poeta Rilke nos habla de amar y vivir las preguntas. En su Cartas a un joven poeta, dice:
“Ten
paciencia con todo aquello que no se ha resuelto en tu corazón e intenta amar
las preguntas por sí mismas, como si fueran habitaciones cerradas o libros
escritos en una lengua extranjera. No busques ahora las respuestas que no estés preparado para vivir, pues
la clave es vivirlo todo. Vive
las preguntas ahora. Tal vez las encuentres, gradualmente, sin notarlas, y
algún día lejano llegues a las respuestas. (Rainer
Maria Rilke)[2] …
Live the questions now. Perhaps then, someday far in the future, you will
gradually, without even noticing it, live your way into the answer.”
Y ¿cuál
es esta respuesta que buscamos? Posiblemente no lo conoceríamos hasta el día de
conocer cara a cara a Dios. Pero sí sabemos que tiene algo que ver con el gozo. What is
the answer? At least in part, it has to do with joy.
En
esta carta de San Pedro a un pueblo en exilio, él dice “se alegran con una
alegría tan grande y gloriosa que no pueden expresarla con palabras, porque
están alcanzando la meta de su fe, que es la salvación.” Pero en mi traducción
del griego tiene aún más énfasis: “Están sumamente llenos de gozo con un gozo
que no se puede expresar en palabras y es un gozo lleno de la gloria de Dios
porque están Ustedes recibiendo el producto final de la fe, que es la salvación
de almas.” Obviamente ellos quedaron con su traducción porque se escucha mejor,
pero ¿no sé si Uds. escuchan todo el gozo que está en esta frase? Me hace
pensar en las caricaturas Ren y Stimpy de mi juventud quien, aunque un poco
groseros, siempre decían “Happy Happy, Joy Joy!” O “¡Felicidad, Felicidad,
Gozo, Gozo!” Que se escucha un poco redundante pero expresa un gozo puro, más allá
de las palabras. Pedro está lleno de gozo porque está tratando de explicar cómo
es que Dios nos inspira con un gozo tan asombroso.
Estamos llenos de gozo porque en su resurrección, Cristo ha roto cada cadena de la muerte y del pecado. Aunque vivimos en un mundo en que hay heridas y dolor, hay un gozo guardado para nosotros para siempre. Nuestra herencia está segura. Porque tenemos la promesa de nuestra fe. La promesa de la salvación. We have joy because we are saved!
Estamos llenos de gozo porque en su resurrección, Cristo ha roto cada cadena de la muerte y del pecado. Aunque vivimos en un mundo en que hay heridas y dolor, hay un gozo guardado para nosotros para siempre. Nuestra herencia está segura. Porque tenemos la promesa de nuestra fe. La promesa de la salvación. We have joy because we are saved!
Tomas
toca a las heridas de Jesús para tocar a nuestras heridas también, para que
pudiéramos sentir su gozo de nuevo y para que expresemos, con él, ¡Mi Señor y
Mi Dios!
[1]
Rolf Jacobson, Karoline Lewis, Matt Skinner, “Sermon Brainwave #537 – Second
Sunday of Easter” https://www.workingpreacher.org/brainwave.aspx.
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