Propio 7 (A) + Iguales en Cristo + 6.25.17
(http://howard-carter.blogspot.com/2015/02/ for-those-of-you-in-cheap-seats-id-like.html) |
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Génesis
21:8–21; Salmo 86:1–10, 16–17; Romanos 6:1b–11; San Mateo 10:24–39)
“En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los
tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos
pajarillos (Mateo 10:29-31).”
Cuando
estaba preparando con estas lecturas esta semana, aprendí de Kenneth Feinberg,
un abogado quien fue encargado de distribuir fondos a los familiares de la gente
matado en el 11 de Septiembre de 2001. El empezó con una formula y
luego ocupaba su discernimiento para distribuir el dinero. Dio entre $250,000 a
los familiares de la gente con trabajos de baja categoría y más que 7 millones
de dólares para los familiares de unos ejecutivos.
Lo
que no se menciona aquí es como esto fue en términos demográficos pero es casi
seguro que la gente blanca mayormente recibió más dinero que la gente de color,
en lo general.
Luego
el conoció a las familias, y empezaba a preguntarse sobre nuestro sistema
legal, en que algunas vidas tienen más valor que otras. Esto, el decidió,
estaba en conflicto con su fe, en que cada vida hay valor. [1] Feinberg
realized that each life really does have the same value, according to his
faith.
Más
tarde, el recibió una llamada de la Universidad “Virginia Tech” con una
pregunta: ¿pudiera el manejar el fondo para mandar dinero a los victimas del
fusilamiento de 2007? El respondió que sí, pero en una sola condición: que los
maestros y los estudiantes recibieran una igual compensación.[2] He would only distribute the funds if
students’ and teachers’ families alike would receive the same compensation.
Dios
ha contado hasta los cabellos de nuestras cabezas y todos cuentan en los ojos
de Dios-no hay nadie demasiado pequeño para ser importante para Dios. There
is no one too small to be important to God.
Pero
a veces estamos recordados de las realidades difíciles de nuestras vidas y que
esto no es la manera en que el mundo nos vea. Por lo general, los altos
ejecutivos se están tratados como otra clase de persona que los que limpien sus
pisos. Y esto no es nuevo. Un ejemplo bien anciano viene de hoy del libro de Génesis.
Para que recuerden la historia de fondo, Sara no podía tener niños, así que pidió
que Agar su esclava tenga niños con Abrahán en su lugar. Luego, milagrosamente,
Dios le dio un niño a Sara, y ahora las cosas se complicaron. Ahora que Sara tenía
un niño legítimo, ella no siente tan tierna al niño de su esclava. Y Agar e
Ismael están mandados al desierto con solo un poquito de comida y un cuero de
agua.
Hay
una teóloga mujerista (o una teóloga Afro-americana y feminista) llamado Renita
Weems y sobre este pasaje ella dice que podemos entender no solo de la relación
entre Sara y Agar pero también sobre la relación entre mujeres blancas y/o
educadas y mujeres de color, especialmente mujeres de color que sin educación y
en trabajos no especializados. Ella dice que Sara pudiera haber hablado por su
parte de Agar como otra mujer en vez de mandarla fuera. Que ella pudiera haber
sido como una hermana para ella.
Dice
que “para los de nosotros que somos educados y empleados, hay siempre la
potencial de ser una Sara(i), y lamentablemente, en nuestra sociedad
capitalista, hay demasiadas oportunidades para que ella aparezca. Pero la mayoría
de nosotros estamos solo a la distancia de un cheque [perdido] de ser Agar.”[3]
Dios
nos dice que nuestras vidas están de más valor que muchos pajarillos, pero ¿es
esto como nos tratamos a nuestras hermanas y hermanos en Cristo, con amor y
respeto? Ahora no quiero hablar solo de nuestros hermanos y hermanas biológicas
porque como Jesús dice obviamente hay también mucha potencial para la división con
ellos, también. Pero ¿Cómo tratamos a nuestros hermanos y hermanas en Cristo
como hermanas y hermanos? Are we treating each person in our life as
a child of God? And are we encouraging others to do so? No importa si seas una persona educada y prestas atención
a si tratas mejor a sus colegas que la persona que viene para arreglar su
inodoro, o si seas un limpiador tienes
que recordar que estas igual en los ojos de Cristo a la persona para quien
trabajas. ¿Cómo podemos nosotros, como dice Weems, ayuda a una hermana que está
metida en líos?[4]
Agar fue en esta situación y tristemente Sara no pudo ver más allá de su amor
para su niño. Pero aunque Sara no tenía compasión aquí, Dios lo tenía. La buena
nueva es que Dios si intervino porque aun si para Sara Isaac fue el hijo más
importante, para Dios Ismael fue importante, también. El seria el padre de un
pueblo. Isaac
and Ishmael, both sons, were both precious in God’s eyes.
Cada
uno de nosotros estamos mandados aquí a propósito por Dios. Ninguno de
nosotros, ni el alma más perdida, es sin valor en los ojos de Dios. There is no
soul too lost for God. Y nosotros estamos aquí en una misión para compartir el
amor de Dios. Así que tenemos que pensar cómo hacer esto cada día. Como ver en
cada uno con quien interaccionamos que no somos administradores ni limpiadores
pero hijos de Dios. Y compartir el amor de Dios con el mundo.
Estaba
en un curso el otro día sobre evangelismo episcopal y las redes sociales, y
aprendimos una frase, que nosotros como Episcopales “buscamos, nombramos y
celebramos la presencia amorosa de Jesús en las historias de toda gente-luego
invitamos a todos a MÁS.” “We seek, name and celebrate Jesus’ loving
presence in the stories of all people-then invite everyone to more.”
Este
es el tipo de evangelismo a que estamos invitados como Episcopales y como
cristianos en general. Un evangelismo que recuerda que Dios tiene muchas
historias – las historias de Sara y de Agar y de cada uno de nosotros, y todos
podemos trabajar para apoyarnos un poquito más uno al otro. Hasta el día en que
no hay ninguna madre soltera metido en líos y ningún niño llorando y llamando a
Dios por su ayuda en el desierto. Entretanto, Dios continúe de entrar en
nuestras vidas y nos recuerda de nuestra tontería cuando maltratamos a los demás
y nuestro valor en sus ojos, especialmente cuando estamos maltratados.
Cada
uno de nosotros es precioso. Each one of us is precious. Las vidas de gente de color tienen valor. Nuestra
sociedad afirma regularmente el valor de las vidas de la gente de descendencia
euro-americana, pero las vidas de gente de color tienen alto valor. Vidas de
gente sin educación tienen valor. Cada uno quien habita en el arco iris de vida
humana es precioso. Let us lift up our sisters and brothers of
every race and background as precious in God’s eyes. Que levantemos nuestros hermanos y hermanas de cada
raza y trasfondo y trabajamos para un tiempo en que cesan las divisiones y
podemos bailar en paz y gozo con nuestro Dios. Amen.
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