Adviento 2 (C) + Jesus, nuestro hogar + 12.9.18


M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Baruc 5:1–9; Cántico 9; Filipenses 1:3–11; San Lucas 3:1–6)

“Dios ha ordenado que se aplanen los altos montes y las colinas eternas,
que las cañadas se rellenen y la tierra quede plana,
para que Israel pase por ellos tranquilamente, guiado por la gloria de Dios.”
(Baruc 5:7)
Todavía no he ido a la Tierra Santa. Es parte de mi plan para mi tiempo sabático en el año nuevo. Pero he escuchado un poco sobre el terreno en esa región del Medio Este. Escucho que es un terreno muy duro, no necesariamente montanas grandes pero muchas colinas y valles y muchas piedras. Y un calor profundo en ciertos tiempos del año que le hace a uno muy difícil hacer el camino.
Estas palabras de Baruc fueron dichos a un pueblo en exilio como una fuente de esperanza. Una promesa que Dios los devolverá a casa, y no solo lo hará, pero lo hará de una forma en que estarán protegidos del calor. Aun milagrosamente el haría plano su camino. Dios guiará sus pasos por el camino de la paz. Y regresarán a la casa.
Cuando pienso en esta imagen, pienso en una mujer joven quien regreso al salón parroquial la semana pasada después del tiempo del convivio. Ella dijo que había regresado de México pero casi no cruzó un cerro. Que el camino fue bien duro. Imagino a Dios hablando con ella. Regresarás a casa (o al hogar que has adoptado) y estarás segura. ¿Sería posible que Dios habla así a los en exilio aquí?
Este tema de regreso a casa esta relevante para nuestra diócesis recientemente. Muchos de Ustedes saben que había una iglesia en la diócesis que tenía una propiedad increíblemente valiosa que decidió separarse de la Iglesia Episcopal hace unos años. Nuestro obispo anterior luchó para mantener esta propiedad en la diócesis. Pero luego el decidió vender la propiedad de la iglesia moribunda. Su pensamiento fue que la venta de esta propiedad pudiera apoyar mucho ministerio en la diócesis. Pero el chiste fue que él había apoyado la fundación de una nueva generación de iglesia en esa parroquia y ¡creció abundantemente! Ahora había una iglesia que no quería estar botado de su propiedad. Y el obispo los cerró sus puertas y un disputo grande resulto en toda la diócesis. Ellos fueron prevenidos de participar en la convención.
Entonces este ano pasado nuestro nuevo equipo de la oficina del obispo nos ha dirigido en un proceso de reconciliación con el Centro Menonita de Paz “Lombard” – no solo con el propósito de sanar esta ruptura pero también de sanar otras heridas que han ocurrido tras los años de hacer ministerio junto en la diócesis. Por ejemplo, como la gente de color ha sentido como menos importantes o centrales en la iglesia. O como la gente que vive lejos de Los Ángeles a veces no sienten incluidos. Y etcétera.
Así que, en la convención diocesana esta semana pasada, tuvimos un voto sobre si re-aceptamos a la Iglesia St. James the Great como congregación con voto en nuestra iglesia.
Solo había un locutor un sacerdote llamado Ian Davies, y el hablo de como el camino hacia la reconciliación no está un camino plano pero como fue un trabajo bueno y que él apoyaba esa decisión.
Y casi todos votaron a favor de incluirlos. And almost everyone voted to accept St. James back as a congregation of the diocese.
Este momento pareció como una cañada rellenada. Continuaremos el trabajo intencional de reconciliación con el Lombard Mennonite Peace Center, pero Dios ocupaba este tiempo para sanación, y hemos hecho progreso.
No todas las piedras se han sido movidas del terreno. Todavía había un par que votaban contra la decisión. ¿Por qué? Pues hay muchas razones. Pero es un empiezo. Dios nos ayuda a regresar a casa juntos. God is bringing us home together.
Esto fue un tema en la convención. Los sacerdotes que estaban bajo restricciones como no poder beber en eventos de la iglesia si tenían problemas con alcohol fueron permitidos votar en la convención.
La tierra quede plana. Fuimos invitados por Obispo Taylor a “Regresar a casa… a donde nuestro hermano nunca es el enemigo, no importa quién sea o que cree,” … el invit
ó a nuestra reunión a “contrastarnos con la manera en que nuestro mundo ahora es un lugar de división y polarización, un lugar de culpar a los demás y participar en pensamientos sobre ‘nosotros contra ellos’” (mi traducción, https://diocesela.org/uncategorized/2018conventionreport1/).
Regresar a casa… ¿Cómo están ustedes invitados a regresar a casa este Adviento? Nuestra diócesis regresa a su hogar.
Esta semana pasada vimos una nación regresar a casa (nuestro catedral nacional episcopal) para honrar un presidente. No todos lo amaban, y algunos fueron herido por sus acciones, justo como algunos beneficiaron alto de lo que hizo como presidente. Pero casi todos vieron una persona que trató de defender lo que pensaba era lo correcto. ¿Cómo podemos nosotros defender al bien en nuestro alrededor? Algunos de nosotros vamos en un rato al centro del gobierno en Ventura para hablar a favor de los inmigrantes en la frontera. Some of us are standing up for what is right by speaking in support of immigrants this afternoon at the Government Center in Ventura.
Mientras caminamos en las valles de esta vida, conocemos muchas altas y muchas bajas; muchos desafíos. Pero perseveramos. Continuamos porque en toda nuestra vida, Dios activamente trabaja para hacer plano nuestro camino. Para protegernos del calor de la vida y de regresarnos a casa eventualmente. Sabemos que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en nosotros, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese. God will complete God’s work in us and guide us home.
Esta semana tuve una plática muy linda con el rector de la Iglesia de St. John’s, Chico, quien se llama Padre Richard. Platicamos de como su comunidad está apoyando a la gente en California del Norte que han perdido sus casas o han sido afectados de otra forma por los incendios. Él está fuerte. Y ellos están fuertes. Están proveyendo a sus necesidades uno al otro – tanto las necesidades materiales como sus necesidades de salud mental y espiritualidad. The church up in Northern California is not just providing for physical needs but also for peoples’ mental and spiritual health. Yo aprendí como nosotros podemos ayudar desde lejos. Ayudamos bastante la otra semana con las tarjetas de Target que encargamos a Susan Helm para traer a los afectados en Paradise. Aunque algunos de los afectados nunca regresaran a casa de la misma forma de nuevo, nosotros como gente de fe podemos ayudar a mostrarlos un hogar en Dios y como parece un nuevo hogar con la ayuda de Dios.
Esta semana también escuchamos a otro sabor de hogar. Los estudiantes en California Lutheran University recibieron cobijas y edredones hechos a mano por miembros de la comunidad como un símbolo de apoyo. Una persona describió a los estudiantes como pequeños burritos, todos envueltos en sus cobijas. – ¡Que preciosa imagen! Y que bendición- darlos un sentido de estar en casa en un tiempo que no ha sido nada de cómodo para ellos.
Vemos a muchos a nuestro lado que están subiendo colinas y entrando a las cañadas del dolor.
Pero todos estamos en una jornada. Una jornada de regreso a casa. Este tiempo de Adviento y siempre.
Y sabemos que, últimamente, Jesús es nuestro hogar verdadero. Jesus is our true home. ¿Qué es lo que escuchamos? “Todo el mundo verá la salvación que Dios envía.”
All flesh shall see the salvation of God.
¿Cómo pueden Ustedes regresar a casa este Adviento? How can you come home this Advent? Y ¿cómo es este Adviento una parte de su continuada jornada de regreso a nuestro hogar en Dios? Amen.

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