Epifanía 6 (A) + Perdona + 2.16.20


M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Deut. 30:15–20, S. 119:1–8, 1 Cor. 3:1–9, S. Matt. 5:21–37)

Hoy escuchamos de Moisés en Deuteronomio:
“Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes; amen al Señor su Dios, obedézcanlo y séanle fieles, porque de ello depende la vida de ustedes y el que vivan muchos años en el país que el Señor juró dar a Abraham, Isaac y Jacob, antepasados de ustedes” (Deut. 30:19b-20).
Y luego de Jesús en San Mateo:
“«Ustedes han oído que a sus antepasados se les dijo: “No mates, pues el que mate será condenado.” Pero yo les digo que cualquiera que se enoje con su hermano, será condenado. … Así que,…
deja tu ofrenda allí misma delante del altar y ve primero a ponerte en paz con tu hermano. Entonces podrás volver al altar y presentar tu ofrenda” (Mat. 5:21-22a).
¡El Sermón en el Monte se puso real! The Sermon on the Mount just got real! Y Jesús nos toca donde nos duele. Quiere decir que no solo tenemos que seguir los mandamientos, es decir, no mentir, no matar, no desear lo que no es de nosotros, no robar, no faltar en respeto a nuestros familiares ni a Dios; pero ¿que Jesús también va a mirar dentro de nuestros corazones? Esto es un dicho difícil. That is a hard one, not just to follow the rules but also to look at our hearts.
Bryan Stevenson, abogado y miembro fiel de la Iglesia Episcopal Metodista Africana, dice, “Somos más de la peor cosa que hemos hecho.” Y muchos terapistas le dirán que no estamos definidos por nuestros malos pensamientos sino por nuestras acciones. Así que, ¿Cómo hacemos sentido de este mensaje?
Primero, hablamos de nuestras acciones. Las leyes son buenas. Lo que hemos visto al nivel político recientemente nos ha mostrado la importancia de los límites que ponen nuestras leyes en nuestra gobernación. Las leyes son unas herramientas útiles para proteger a los más vulnerables. Pero si están usados para oprimir a las poblaciones vulnerables, las tenemos que escudriñar de nuevo. Las tenemos que hacer trabajar para la justicia con misericordia. If laws are unjust, we must look at them again and make them work for justice, with mercy. Porque Dios nos ha llamado a escoger a la vida para nosotros y para los demás.
La película “Just Mercy” salió más temprano este ano y muestra como abogado Bryan Stevenson trabajaba para justicia para los que estaban en el corredor de la muerte en la prisión. En particular escuchamos de un hombre en Alabama quien fue bien trabajador pero como tenía una reputación por su infidelidad con su esposa, el sheriff lo incriminó en una crimen que el no pudo haber hecho. Varias personas fueron testigos de que él no estaba en el área del crimen, sino en un evento para su iglesia. Pero había fallecido violentamente una joven mujer blanca y el sheriff quería sanación para su pueblo, aunque destruyera la vida de este hombre y afectara a su familia. In this film, a man is framed who could not have possibly have committed a crime just because he was black and deemed an easy target. And we see the lawyer work to get him free. Por trabajo diligente y cuidadoso, enfrentando amenazas, Stevenson y su equipo trabajan para librar a este hombre que fue condenado a la muerte en error. Eventualmente le dan de alta pero no sin mucho daño a su salud física y mental.
Una de las preguntas de esta película es a quien sirve las leyes. Si protegen a los inocentes, son buenas. Pero si continúan de apoyar los pecados de nuestra sociedad – nuestro racismo, nuestra falta de tolerancia para los extranjeros o los que son diferentes – son malas. Entonces tenemos que escoger a la vida.
Yo creo que en el pasaje de hoy, Jesús no nos quiere dar culpa. I don’t think Jesus is trying to give us a guilt trip in today’s reading. Pero más bien él nos quiere hacer ver las leyes en nuestra sociedad de una manera más dinámica. ¿Solo seguimos las reglas o miramos más profundamente a quien afectan y como se desarrollan?
Toma divorcio. En el tiempo de Jesús, fue muy fácil por un hombre divorciarse de su mujer, y no viceversa. Un hombre pudiera abandonar a su esposa por una infidelidad pero también por un argumento malo. Solo tenía que escribirla una nota. Resultaba en mujeres abandonadas injustamente. Es por eso que Jesús sugiere que se respete el matrimonio, a fin de proteger a las mujeres de ser abandonadas por poco o ningún motivo. A veces leemos de nuevo nuestra culpa social en torno al matrimonio y el divorcio. Siempre comenzamos relaciones de matrimonio con la esperanza de que duren toda la vida, al menos la mayoría de nosotros. Pero a veces nuestra pareja no ha sido totalmente honesta, o sucede algo que hace que esa relación ya no sea un matrimonio que funcione. Entonces, para elegir la vida, a veces tenemos que elegir la separación. A veces podemos resolverlo. Pero a veces no, y no debemos usar las palabras de Jesús para juzgar a los que no pueden encontrar resolución. Que recordemos que mas tarde en este mismo sermón, Jesus dice que no debemos juzgar.
Porque Jesús conoce nuestros corazones. Y creo que ese es un punto importante. Jesús no es Big Brother, leyendo nuestras mentes y tratando de asegurarse de que no pecamos en nuestros pensamientos. Por supuesto, no queremos guardar malos sentimientos o lujuria por otro. No queremos objetivar a nadie ni dejar que hierva el veneno del desdén (aunque a veces lo sé, es divertido). Pero somos humanos. Los pensamientos descortés e incluso agresivos a veces pasan por nuestras mentes. Dios no nos está juzgando por eso. Jesús está diciendo, presta atención a tu corazón. ¿Qué tienes en tu corazón? Jesus is saying: What is in your heart?
¿Es amor por los demás? ¿O estás enojado con el mundo y llevas antorcha por cada cosa mala que todos te hicieron?
Si es así, déjalo ir. Let it go. Escoja la vida.  Acude a tu hermano en Cristo, ya sea aquí mismo en la iglesia, o tan pronto como puedas si es un amigo o familiar, o vecino, y dile: "Lo siento" o "Te perdono". Si no es apropiado o no será bien recibido, dilo en tu corazón y dilo en serio. Al menos por el momento. Sé que el dolor puede volver. Pero sigue perdonando. Y perdonando. We just keep forgiving.
Pero no te sometas a maltrato o abuso. Eso no es perdón. Eso no da vida. Y Jesús no quiere que lo toleres. El perdón puede ser dejarlo ir a tu corazón sin dejar de estar en condiciones de ser lastimado nuevamente. Pero al mismo tiempo debemos practicar un cierto nivel de vulnerabilidad. A veces es posible que tenga que volver a relacionarse para que se produzca una verdadera reconciliación. Sometimes we have to be vulnerable, but we do not deserve abuse.
Porque si no perdonas, el pasado surgirá. Aparecerá cuando estés cerca de Dios y, sin embargo, no te sientas completamente cerca. Levantará su fea cabeza cuando quieras ser amoroso, pero aún tienes ese miedo. Así que perdona. Y preste atención a las leyes, y exhorte a otros a, pero siempre con un espíritu de amor, de justicia y misericordia. Escoja la vida.
Cuida tu corazón y tus acciones seguirán. Porque se trata del corazón. Al final de "Just Mercy", vemos imágenes reales de una persona que había servido en el corredor de la muerte que fue liberada muchos años después. Y su familiar lo abraza y no puede dejar de llorar y decir: "¡Gracias Jesús!" Y en ese momento, vemos un beso de justicia y misericordia. Que nuestros corazones y acciones sigan.
Amen.


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