Pascua 4 C + No solo en el cielo + 5.8.22
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Hechos 9:36–43; Salmo 23; Revelación 7:9–17; San Juan 10:22–30)
“No [solo] en el cielo cuando muero, pero el reino de
Dios ahora, viniendo a la tierra.” Escuché estas
palabras por Joy J Moore esta semana (en el Sermon Brainwave podcast) y me
conmovieron.
¡Porque ha sido una semana!
Feliz día de las Madres para
las que son madres y otros que han sido como madres. Y a los que no serán
madres, yo los veo también. Se que es un día de diferentes emociones.
Esto ha sido una semana un
poco mezclada para muchas madres y los que pueden ser madres en el futuro. Para
algunos, las noticias de los posibles cambios en el corte supremo de este país
fueron una gran victoria. Para otros, se sienten como un choque. Porque un
procedimiento a que tuvieron acceso esta posiblemente siendo sacado, a lo menos
en otros estados. Y no hay una elección para algunas mujeres. Sienten una falta
de seguridad sobre sus propios cuerpos.
Posiblemente ayudaría a
Ustedes, como me ayudó a mí, escuchar de nuevo que el libro
de Revelación es un libro escrito como un texto de resistencia. Fue escrito a
siete iglesias que no querían someter al imperio romano. Este texto mostró
una manera de expresarse como cristianos, separados de la cultura en que
estaban. Que el imperio no podía alcanzar sus cuerpos y mentes. ¿Resuena esto
con Ustedes hoy? Yo sé que resuena conmigo. Entonces, nosotros, ¿cómo podemos
resistir las fuerzas malas de este mundo? ¿Las fuerzas del imperio? Es un poco
complicado porque hay fuerzas también en nuestro mundo que se presentan como cristianos,
pero no creen igual a nosotros. No acepten a todas las razas, ni a todas las
personas, no importa como aman o creen. Pero en Revelación recordamos que somos
entre ese gran grupo fiel, y que otro mundo no solo es posible, está en el proceso
de nacer. Como dijo el
musico Fran McKendree, “another world is not only possible, it is on the way.” Otro
mundo es por venir.
En la colecta de la Eucaristía
que celebramos en la conferencia de clérigos, la Reverenda Kay Sylvester
escribió:
Tejedor de Amor, recoge
nuestros hilos rotos. Traspasa tu hilo brillante a través del patrón de
nuestras vidas, y haznos de nuevo a tu bella imagen. Transforma nuestra perdida
y dolor, nuestra desesperación e incertidumbre en resiliencia y compasión, para
que sigamos al Cristo Resucitado amando al mundo con tu amor. Oramos por aquel
que lleva las cicatrices de la vida. Amen.
Oremos por el Jesús que lleva
las cicatrices de la vida y quien conoce que no podemos salir de este mundo sin
una marca. También oremos por bella Tabitá,
quien dio tanto de si misma y se fue tan repentinamente. Y, milagrosamente, por
el poder del Espíritu, Pedro la regresó a la vida. ¿Porque sabían que
pudiera regresar a la vida? ¿O solo pensaban que Pedro iba a venir a hacer unas
oraciones? Esta escritura es tan linda, pero también es difícil. Porque todos
tenemos nuestras Tabitás, las personas sin las que no
podemos vivir, o sentimos que no podemos vivir. Y no siempre están devueltas a
nosotros.
Pero hay una buena noticia
allí, también. ¡Dios es Bueno! Porque aun cuando las Tabitás
se han ido, Dios permanece. El Buen Pastor sigue a nuestro lado. Nunca estamos
solos. Jesús está a su lado y no le va a dejar.
Cantante Marsha Stevens-Pino
tiene una canción bien conmovedora que muestra como ella conoció a Jesús y llegó a
ser una cristiana. Creció en un hogar abusivo y cuando aprendió de Jesús, ella
le preguntó en oración donde estaba cuando ella estaba llorando
sola.
Y él dijo:
“Te vi que llorabas en la oscuridad.
Con amor te recuerdo por tu vida morí.” (traducida por
Wilma Hernandez)
Ella sigue
Tu bondad tan grande, no lo entiendo
Y bendito Señor, yo sé que todo fue planeado
Se que tu estas aquí, y siempre estarás conmigo
Pero Jesús, ¿Por qué mí? (“For Those Tears I Died,” Marsha
Stevens-Pino, mi traduccion)
Jesús, ¿Por qué mí? Podremos preguntar
esto. ¿Porque está pasando esto, o porque me escogiste? Pero solo sabe el Buen Pastor.
Escuchen cuidadosamente y fielmente con su corazón, y conocerán a El quien nos
hace yacer en pastos verdes y quien nos llevara a través de cada valle oscuro. Manténganse
fuertes, hijos e hijas de Dios. Resisten el imperio. Resisten el mundo que los
tentara a la desesperación.
Recuerden a estas palabras de Jesús, interpretados por
Marsha Stevens-Pino y Wilma Hernandez:
“Jesús dice ven, de estas aguas tú puedes beber,
la sed de tu alma, también saciare.”
Dios está contigo. Jesús, el
Buen Pastor, no ha salido. Somos aquí para ser testigos al mundo que la palabra
cristiana puede significar amor y respeto para las mujeres, aun mientras
significa el amor y respeto a la vida. Justo como significa amor y respeto para
cada persona, no importa si orientación sexual o expresión de género, su
trasfondo étnico o sus creencias. Somos del Buen Pastor. Somos de la
resistencia, y del amor fuerte. El brillante hilo del Espíritu de Dios nos
traspasa, motivándonos para otro día más brillante. No solo en el cielo cuando
me muero, pero el Reino de Dios, aquí y ahora. En corazones, en mentes, y en
todo hecho nuevo. En todo lo que es lleno de posibilidad. Otro mundo no solo es
posible, está por venir.
Amen.
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