Pascua 7 C + Uno + 5.29.22
M.
Campbell-Langdell
All
Santos, Oxnard
(Hechos 16:16–34; Salmo 97; Revelación 22:12–14, 16–17, 20–21; San Juan 17:20–26)
El mensaje eterno de Jesús hoy se trata de la unidad:
“Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que
sean una sola cosa, así como tú y yo somos una sola cosa: yo en ellos y tú en
mí, para que lleguen a ser perfectamente uno, y que así el mundo pueda darse
cuenta de que tú me enviaste, y que los amas como me amas a mí.”
¿Qué es la unidad? ¿Qué es ser una sola cosa?
La unidad es la oración durante su momento mas oscuro
para saber que no estás solo.
La unidad es parar una persona en un momento de crisis
de hacer un acto de violencia para mostrarle que Dios le puede dar otra opción.
La unidad es compartir amor y solidaridad cuando el
mundo trae terror.
Mas temprano esta semana tuvimos otro fusilamiento.
Las muertes de otros estudiantes y maestros, no lo quería imaginar. Personas en
otro espacio publico que debe ser seguro. Otro espacio que fue invadido por el
mal. Y en medio de esto, había una historia de esperanza. Nuestra
administradora de la parroquia, Mabel, me contó una historia de una niña que es tan apegada a Dios
que siempre oraba con su mama en su camino a la escuela. Cuando vi a su madre después
de aquel día horrífico, ella dijo, “mama, yo estaba orando con toda mi clase.”
Fui en línea para aprender mas sobre esta historia, pero no lo pude encontrar
en esta forma exacta. Pero si encontré otra historia sobre un niño en una clase
de segundo grado y como su maestra les pidió orar en su momento de miedo. Y de
alguna manera, estas imágenes de aquellos niños orando en medio de su terror me
hizo pensar en las escrituras cuando los apóstoles están en prisión y están
orando y cantando. Su fe los llevo al otro lado.
Y ¡Cuál es una de las escrituras de hoy, pero uno de
estas escrituras del libro de Hechos! Pablo, enojado que una joven con un
espíritu de adivinación les estaba siguiendo hablando de su ministerio para
Dios, manda el espíritu de ella y como sus dueños no están muy felices con
esto, Pablo y Silas están mandados a la cárcel. Luego hay un terremoto y Dios
les abre las puertas. ¿Por qué no huyan de allí? Posiblemente Pablo, tan rápido
en reaccionar antes, decide esperar en el Señor un poco más. Y es bueno. Porque
el pobre carcelero casi se mata a si mismo, pensando que había perdido los
encarcelados. Y Pablo lo detiene. Lo muestra que hay otra manera. Y el esta
bautizado con su familia. Y ellos están libres de nuevo. ¡Una historia que
puede haber sido trágico tiene un fin en el que podemos regocijar!
Esto me hace pensar- ¿Quién es el carcelero en
nuestras vidas? ¿Quién mira alrededor y solo vea destrucción? ¿Quién quiere
hacer violencia a si mismo o a otra persona? ¿Quién necesita saber que Dios les
ha dado otra opción? Tristemente hay una enfermedad en este país. Es una
enfermedad de desesperación. Pero como la niña que oraba, y como Pablo y Silas,
siempre podemos mostrar que con Dios hay otra manera que la violencia.
La invitación que dice ¡Ven! Como lo escuchamos tan
lindamente en el libro de Revelación hoy día esta siempre allí. Nunca estamos
sin esperanza. Dios esta aquí. Esto es lo que nosotros como cristianos podemos
compartir con el mundo.
Uno de los nombres para hoy día es el domingo de la Ascensión.
Aunque lo celebramos como iglesia el día Jueves, es el tiempo cuando
conmemoramos que Jesús ascendió para estar con Dios. Mientras hablamos en el
estudio bíblico el miércoles sobre la Ascensión, una persona hablaba de como le
hacia triste pensar en perder a Jesús. Y se entiende. Los discípulos también lo
estaban perdiendo de nuevo a Jesús y no sabían cuando lo iban a ver de nuevo. Nosotros
estamos tristes también esta semana, aunque por otra razón. Pero el misterio
divino aquí dice que Jesús tiene que ascender, como dice una colecta para la Ascensión,
para llenar a todas las cosas. Podemos sentir perdidos y tristes en este
tiempo, pero nunca estamos abandonados por el Espíritu de Dios. Como cristianos
estamos llamados a recordar esto y no perder nuestra esperanza. Cuando el mundo
quiere quitar nuestra esperanza, que seamos unidos y oremos. Para que el mundo sabrá
que hay otra manera.
Porque tenemos que pensar de otra manera para hacer un
cambio en nuestro mundo. ¿Cómo es posible que un joven quien ni siquiera puede
tomar alcohol pudiera comprar un arma, el único uso de cual es para el combate
en la guerra? Nuestra sociedad tiene que valorar mas a las vidas de los
inocentes que tener acceso a cualquiera arma imaginable.
Estoy leyendo un libro sugerido por una feligresa
llamado Lluvia de Oro y se trata de las historias de dos familias
mexicanas que vienen a los EEUU. En la historia, las dos madres principales
ensenan la fe a sus familias en orar a Dios cada mañana y cada noche, dando
gracias por cada día. Aun si enfrentan dificultades terribles, dan las gracias
por haber sobrevivido otro día. En un momento en particular, el carácter Juan
empieza a desesperarse. Y dice a su madre:
"'¿Mamá? ... ya sabes ... es como si ya no
pudiera recordar nuestras orquídeas silvestres ". Su anciana madre sonrió
tristemente sentada a la sombra. 'Sé lo que quieres decir, mi ‘jito', dijo. ‘En
momentos como este, realmente pone a prueba mi paciencia con Dios.’ ‘¿Entonces
tú también estás perdiendo la esperanza, mamá?’ preguntó. '¿Esperanza? Oh, no mi
‘jito. Ni esperanza, ni fe. ¿Pero paciencia? Sí.” (Traducción del inglés de Rain of Gold, capitulo 9, Audible.)
Así que, aun en los momentos cuando perdemos paciencia
con otros y aun con Dios, que nunca perdemos la esperanza.
Lamentamos los que no sobrevivieron esta semana. Y
cuando estamos listos, tambien demos gracias por la bendición de esta vida. Que
Dios nos de corazones y ojos para ver los en nuestro alrededor que están
desesperados, para mostrarlos otra opción. Que decimos a nuestros lideres, a
nuestros amigos y familiares que hay otra manera. El amor siempre tiene la última
palabra.
Finalmente, todos seremos uno. Pertenecemos a Jesús. El
odia la violencia de este mundo, y nos ama fuertemente. Que seamos unidos en la
oración. Oración por un cambio y con gratitud que, en los tiempos difíciles de
este mundo, Dios permanece a nuestro lado. Dios es fiel. Amen.
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