Domingo de la Trinidad + Nosotros, los campeones + 6.15.14
(from: krisfoliver.blogspot.com) |
M.
Campbell-Langdell+
All Santos,
Oxnard
(Génesis
1:1–2:4ª; Salmo 8; 2 Corintios 13:11–13; San
Mateo 28:16–20)
Tuve el gran honor este viernes pasado de asistir a la graduación de George
Moreno y también de Gilberto Valencia de la Pacifica High School. Todo el evento
bien lindo pero al leer los versículos de hoy pensé en un momento específico
durante el programa. Uno de los dos valedictorians (o graduados con las mejores
calificaciones) (la otra fue la hija de otro feligrés nuestro, Paul Johnson) hizo algo que nunca he
visto en ninguna clase de graduación antes. El guío a todos los graduados
en un cantar a coro la canción “We are the Champions” o “Nosotros somos los
campeones” de la banda de rock Queen de los años 70. Pues ¡fue
bien divertido! I
loved the part of the graduation Friday when all the grads started singing
along to “We are the Champions!” Pero
también al leer el pasaje de la Creación en Génesis hoy, pensé en como muchos
toman este pasaje y como los seres humanos están dados “dominio sobre los
animales” y sienten como nosotros somos los campeones de todo el mundo y que
podemos hacer lo que queremos con nuestro mundo.
Para explicar nosotros los episcopales no usualmente entendemos tanto
como una descripción de una creación en seis días literales tanto como una explicación
de la identidad de la gente israelita y como fueron creados en el contexto de
todo el mundo. Si miramos este pasaje, es bien obvio que nosotros somos
solamente una parte de toda la creación de Dios. Fue creado el sol y la luna,
el cielo y la tierra, y animales del mar y de la tierra, y finalmente, nosotros.
Y sí, es cierto que nosotros hemos recibido el cargo de todo esto, pero es un
honor que Dios nos ha dado en encargar la creación a nosotros. Y es algo que
nos puede hacer un poco más humilde si nos damos cuenta de que tenemos un lugar
dentro de la creación en vez de encima de ella. We must remember
that we humans are just a part, albeit an important one, in the entirety of God’s
creation. Hace más sentido
entonces lo que dice el salmista: “¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, el hijo del hombre,
que lo ampares (S. 8:5)?”
Nosotros sabemos quiénes somos, nuestra identidad, en ver quiénes somos
en la creación. Así que no podemos imaginar que nuestro futuro esté divorciado
del futuro de nuestro planeta.
Porque nuestro planeta sufra. Los niveles de los mares están elevando
hasta que hay temor de que muchas partes del mundo con muchos habitantes cerca
del mar pronto estarán debajo del agua. Hemos visto más eventos del clima que
han sido bien extremos cuando comparamos con los eventos de la historia. La
lista continúa. Y sabemos que los pobres van a ver los que están más a riesgo,
porque ¿quién sufre más con un día demasiado caluroso o a resultado de una cosecha
menos productiva?[1] Recientemente vi una foto de lo que ha hecho el proyecto
Tar Sands que construye un oleoducto de Canadá a los EEUU. Aquella parte de
Alberta, Canadá está bien fea como resultado.[2] Our earth is suffering.
Bill McKibben nos dice que este año que viene puede ser un momento crucial para hacer decisiones impactantes en el futuro de nuestro mundo. Hay una reunión con los líderes de los países más poderosos de todo el mundo en Nueva York en Septiembre. Ellos pueden decidir hacer cambios que realmente hagan una diferencia. El fin del 2015 va a haber otra reunión en Paris, Francia con discusiones oficiales sobre el clima. Así que este año que viene puede hacer la diferencia entre continuar en un camino de la destrucción de la creación bella que Dios nos ha dado o de empezar a restaurarla.[3] Nosotros podemos pedir de nuestros líderes que hagamos algo sobre esto. This year and some of the decisions that may come down about various countries’ response to climate change, could make an impact on the lives of generations to come.
Bill McKibben nos dice que este año que viene puede ser un momento crucial para hacer decisiones impactantes en el futuro de nuestro mundo. Hay una reunión con los líderes de los países más poderosos de todo el mundo en Nueva York en Septiembre. Ellos pueden decidir hacer cambios que realmente hagan una diferencia. El fin del 2015 va a haber otra reunión en Paris, Francia con discusiones oficiales sobre el clima. Así que este año que viene puede hacer la diferencia entre continuar en un camino de la destrucción de la creación bella que Dios nos ha dado o de empezar a restaurarla.[3] Nosotros podemos pedir de nuestros líderes que hagamos algo sobre esto. This year and some of the decisions that may come down about various countries’ response to climate change, could make an impact on the lives of generations to come.
Lo que sabemos de nosotros como seres humanos solamente hace sentido
dentro del contexto de la creación entera. Si escuchan hablar los astronautas
que han visto a nuestro planeta del espacio interestelar, dicen algo
interesante. En vez de recordar que “nosotros somos los campeones,” se dan
cuenta de que nuestro planeta, nuestra tierra, es un lugar bien frágil. Que
tenemos que cuidarla.
“¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, el hijo del hombre,
que lo ampares (S. 8:5)?”
Si la historia de la Creación es también la historia de nosotros como seres humanos, también uno puede decir que la doctrina de la trinidad es una doctrina sobre Cristo, y quien es en la deidad. Porque no sé si escuchan el juego de palabras en el salmo arriba, van a notar que habla de la maravilla de que el Dios de toda la Creación piensa en nosotros, los seres humanos, y hasta nos hace un poco menor que los ángeles. Pero también, ¿alguien sabe quién es el hijo del hombre? Para nosotros los cristianos, ¡es Jesús! Entonces en el salmo recordamos la elevación de nosotros como seres humanos tanto como el papel importante, humano y divino, que tiene Jesús, ¡un poco mayor que los ángeles, podemos decir!
Si la historia de la Creación es también la historia de nosotros como seres humanos, también uno puede decir que la doctrina de la trinidad es una doctrina sobre Cristo, y quien es en la deidad. Porque no sé si escuchan el juego de palabras en el salmo arriba, van a notar que habla de la maravilla de que el Dios de toda la Creación piensa en nosotros, los seres humanos, y hasta nos hace un poco menor que los ángeles. Pero también, ¿alguien sabe quién es el hijo del hombre? Para nosotros los cristianos, ¡es Jesús! Entonces en el salmo recordamos la elevación de nosotros como seres humanos tanto como el papel importante, humano y divino, que tiene Jesús, ¡un poco mayor que los ángeles, podemos decir!
N. T. Wright, un teólogo británico dice que la doctrina de la trinidad—que
dice que Dios es a la vez creador, salvador y santificador, o Padre, Hijo y Espíritu
Santo, realmente es una doctrina de quien es Jesús. Porque la religión judía fue
monoteísta, los primeros cristianos tenían que explicar quién era Jesús si todavía
tenemos un solo Dios. Entonces esta doctrina nos muestra, dice Wright, que Jesús
es humano, conectado con pero distinto del Creador de todo y del Espíritu, el
aliento de vida.[4]
We
use the idea of a God that is three and one to explain how on earth we can see
Jesus, who was both human and divine, as part of the one God we believe in. How’s
that for a trip?
Si, podemos divertirnos con diagramas de cómo es Dios a la vez Padre,
Hijo y Espíritu Santo, pero que el Padre no es el hijo, ni el espíritu Santo el
Padre, etc., pero creo que esto es algo bien importante para recordar este
domingo de Trinidad. Que en entender quien Dios es en la Creación, recordamos
que Dios mandó su único hijo para estar con nosotros, salvarnos y darnos una comisión de
hacer discípulos, quien a continuación mandó el Espíritu Santo
para santificarnos y darnos apoyo en nuestro ministerio.
Este hijo del hombre vino y recibió poder, pero noten—su poder que
nosotros heredamos en la ayuda del Espíritu no sirve para dominar como un rey
de la antigüedad; para ser los campeones de la manera del mundo, pero sirve
para bautizar y hacer discípulos. De otra manera, significa que este poder, que
viene de un Dios de amor, es para sanar. Porque nuestro bautizo sí nos hace parte de
la familia de Dios, pero también el bautizo es un proceso de sanación y salvación.
Una renovación de vida en la creación. Porque, ¿de qué hablamos en la
parte inicial de la bendición de las aguas de bautizo? Describamos como el espíritu
movió sobre las aguas en la creación. No podemos desconectar nuestra identidad
ni como seres humanos ni como cristianos de nuestra relación con la creación de
Dios.
Somos un poco menor que los ángeles. Somos una parte bien humilde de la creación
de Dios. Pero tenemos más
poder de lo que pensamos. We are a Little lower than the angels, us
humans, but we have a special role to play in sharing the healing love of God,
as Jesus commanded us in today’s gospel passage. Escuchamos en el evangelio de hoy que Jesús nos ha dado poder para sanar al mundo.
Tenemos una comisión. Y podemos ser los campeones del mundo de la manera que
importa para todos los bautizados y todos nosotros como seres humanos dentro de
esta creación tan maravillosa. Podemos recordar quienes somos dentro de la Creación
y tomar pasos para cuidar a nuestra creación. No vamos a ser perfectos—me encanta
que aun a ver Jesús, en este pasaje de Mateo “algunos dudaban.” Siempre vamos a estar tratando de entender y
hacer lo mejor que podamos, con todas nuestras dudas y preguntas. Pero está
bien, porque estas preguntas son parte de la vida de fe. It’s
cool to have questions and doubts, because it means you are on the journey with
God, trying to understand! But
we can still do our part. Pero
igual podemos hacer nuestra parte, nuestra parte humilde pero bien importante,
solo un poco menor que los ángeles somos. Que podamos vivir así, en la verdad
de como Dios nos ha creado.
[1] Suzanne Goldenberg, “Climate
change: the poor will suffer most,” http://www.theguardian.com/environment/2014/mar/31/climate-change-poor-suffer-most-un-report
(30 Mar 2014).
[2] Cal DeWitt, “The Earth is the Lord’s
(and just look what we are doing with it),” Sojourners
June 2014, p. 29.
[3] Bill McKibben, “The Fateful Year
Ahead,” in Sojourners, June 2014, p.
21.
[4] N.T. Wright, “Trinity Sunday, Year
A” in Twelve Months of Sundays: Biblical
Meditations on the Christian Years A, B & C, 72.
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