Pascua 2 A + Respira en mi + 4.19.20


(Deep Breath by Melanie Weidner)
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Salmo 16; 1 San Pedro  1:3–9; San Juan 20:19–31)
“Jesús les dijo otra vez: — ¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
Y sopló sobre ellos, y les dijo: —Reciban el Espíritu Santo.”
Leyendo este pasaje esta semana, yo pensaba mucho en las imágenes sobre respiración. Recordé lo que leí hace un par de años en un libro por Richard Rohr que describió como nuestra respiración – la acción de inhalar y de respirar para afuera – puede recordarnos que cada respiración que tomamos es un don de Dios y representa el Espíritu Santo respirando en y a través de nosotros.[1]
Pero esta imagen de la respiración trajo lágrimas a mis ojos también, mientras pensaba en todos los que están luchando para respirar en nuestro mundo por el COVID-19. Respira en nosotros, Espíritu de Dios. Envía tu Espíritu.
Y mi oración convirtió en una oración por los que luchan para respirar- y por su paz. Y por nosotros quienes podemos respirar bien – que podamos regocijar en este simple hecho.
Pero ha sido difícil. Este es un tiempo de gran ansiedad para muchos. Nuestra respiración nos dificulta aun si no estamos enfermos. Sabemos que aun el aire que respiramos puede ser contaminado. Científica social Doctora Laurie Santos de Yale tiene un podcast que se llama “The Happiness Lab” y ella hizo una producción especial sobre este tiempo de Coronavirus.[2] Ella notaba que este virus presenta a nuestros cerebros como el equivalente a encontrar un tigre que nos quiere comer en la selva. Nuestros cuerpos responden y nuestros cerebros quieren reaccionar. O huir o luchar. Pero no podemos quedar en este estado por mucho tiempo, y por esto estamos sufriendo ahora. Ella nos conseja que encontramos maneras de parar y respirar profundamente durante este tiempo. Esto puede ser en simple respiración, o en meditación y oración. Solo unas pausas muy breves para una corta meditación u orar el rosario o meditar en una lectura bíblica y especialmente si también tomamos tiempo para respirar, puede tener un efecto profundo en nuestro sistema nerviosa. Puede recordar a nuestros cuerpos que Dios está con nosotros y que no estamos en peligro inmediato todo el tiempo. El tigre no nos va a comer ahoritaJ. Y invitamos que Dios esté presente en el aire que respiramos, confiando que Dios respira en y a través de nosotros.
Yo pienso en la luz de esto que es asombroso ver la acción de Jesús resucitado en el pasaje de hoy. Él les da su paz respirando en ellos. Y comparte el Espíritu Santo con ellos en su respiración. Posiblemente nos modela como podemos vivir, especialmente en tiempos de ansiedad y de puertas cerrados por temor. Jesús sabe lo que necesitamos, y está aquí con nosotros, compartiendo la paz que más necesitamos.
Posiblemente van a escuchar la otra lectura de hoy de la primera carta de San Pedro y van a pensar que Dios nos está probando con nuestros tiempos difíciles. No creo que el escritor de la epístola quiere hablar de pruebas de la manera que nosotros pensamos en ellos. En vez de esto, el habla sobre como mostramos nuestra fe en nuestras acciones – como estas acciones son pruebas de nuestra fe. Esto es una invitación a encontrar en Dios una manera más resistente de vivir. ¿Cómo podemos tomar pausas en nuestros días para levantar a los demás en oración y tomar un tiempito (aunque sea un minuto o tres minutos) para orar, meditar y respirar en Dios?  Puede ser una manera de recordar que el Dios que nos creó en amor nos sostendrá por este tiempo también.
Un comentarista hablando de este pasaje en 1º Pedro me introdujo a una canción estilo “góspel” que voy a citar en inglés y luego traducir. Se llama “I Know Who Holds Tomorrow,” o “Yo se quien trae mañana” y una parte de la canción va así:
I don’t know about tomorrow, I just live for day to day;
I don’t borrow from the sunshine, For its skies may turn to gray.
I don’t worry o’er the future, For I know what Jesus said;
And today I’ll walk beside Him, For He knows what lies ahead.
Many things about tomorrow, I don't seem to understand;
But I know who holds tomorrow, And I know who holds my hand.[3]
En español:
“No sé de mañana, solo vivo día a día;
No me presta el sol de mañana, por si sus cielos convierten en gris.
No me preocupo del futuro, porque yo sé lo que dijo Jesús;
Y hoy yo camino con él, porque él sabe lo que viene.
Muchas cosas de mañana, yo no puedo entender;
Pero yo sé quién trae mañana, y yo sé quién toma mi mano.”
Ninguno de nosotros sabemos que trae mañana. Pero sabemos quién nos toma de la mano. Sabemos que nuestro Salvador esta en cada cuarto de cada enfermo, tomando cada mano ahora mismo. Y que él está en cada cuarto cerrado por temor, respirando y soplando su Paz en nosotros. Invitando el Espíritu Santo a estar renovado en nuestras vidas para llevarnos por este tiempo hasta algo mejor.
Amen.



[1] Richard Rohr, The Divine Dance: The Trinity and Your Transformation, Audiobook, 2017.
[2] Laurie Santos, “Coronavirus BONUS: Laurie’s Personal Tips,” The Happiness Lab Podcast, April 8, 2020.
[3] Ira F. Stanphill, “I Know Who Holds Tomorrow,” lyrics © Warner Chappell Music, Inc., Capitol Christian Music Group.

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