Adviento 1 (C) + Pausen y anímense + 11.29.15

(https://yourcoachingbrain.files.wordpress.com/2014/05/pause-1.jpg)
Melissa Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Jeremías 33:14-16, Salmo 25:1-9, 1º Tesalonicenses 3:9-13, San Lucas 21:25-36)

En aquel tiempo Judá estará a salvo y Jerusalén vivirá segura.
Judá estará a salvo y Jerusalén vivirá segura. (Jeremías 33:16ª)
Anhelamos sentir salvo y seguro ahora, ¿No es cierto? Hay tantas cosas que han estado pasando en el mundo. Justo durante este tiempo festivo, otro ataque, ahora en Colorado en una clínica para la salud de las mujeres. Señor, ten misericordia. Hemos escuchado más de otro joven negro matado en Chicago. Cristo, ten misericordia. Y los defensores del medioambiente dicen que los niveles de dióxido de carbono están peligrosamente altos, más que 400 partes por millón, que significa que nuestro aire puede estar convirtiendo en algo toxico a nosotros. Señor, ten misericordia.
Pero nosotros estamos cansados. Hay una fatiga porque hemos recibido demasiadas malas noticias. Escucho que hasta nuestro festival de comercialismo, Black Friday, no resultó en tantas compras. Sí, la gente compraba lo que buscaba o necesitaba, pero no era tan gran la muchedumbre que buscaba gozo en ir de compras. ¿Sería posible que es porque no podemos encontrar una alegría que perdura en una transacción o en solo escuchar música como “Jingle Bells”?  Buscamos algo más profundo, pero la dificultad es que muchos de nosotros sentimos vacíos, secos. Hasta los predicadores dicen que sus palabras se están secando dentro de sus bocas, que abren sus labios y nada quiere salir, ninguna palabra de esperanza, de alivio.
Pero, Dios no se cansa. Dios no queda seco. God is not dry. Dios nos llama. Pero tenemos que poder escucharlo. Tenemos que parar lo suficiente como para poder entender que es lo que nos quiere decir Dios. We have to be able to slow down enough to attend to God’s voice.
Muéstrame, O Señor, tus caminos; enséname tus sendas (Salmo 25:3).
Muéstrame, O Señor, tus caminos; enséname tus sendas.
Necesitamos este Adviento, este tiempo, más que nunca. A lo menos yo lo necesito. Necesito aprender de los caminos del Señor en el medio del dolor de este mundo.
Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza, porque muy pronto serán libertados (Lucas 21:28).”
En el evangelio de hoy, Jesús dice que cuando los tiempos difíciles vienen, tenemos que animarnos. Tenemos que levantar nuestras cabezas.
Aunque no sabemos si estamos en los tiempos del fin, y de hecho esto es una de las realidades que vivimos durante la estación del Adviento, sabemos que estamos enfrentando tiempos difíciles en nuestro mundo. Así que, ¿cómo vivimos animados? ¿Cómo vivimos con esperanza? How do we live with hope in the middle of the craziness of our present world? Para que nos levantamos la cabeza en vez de encogernos de miedo, o de perdernos en las varias distracciones de nuestras vidas.
Leí un pequeño ensayo del mismo grupo “Living Compass” o “Brújula Viviente” que hizo los libros de reflexiones diarias que vamos a leer durante Adviento (están en el nártex, o la entrada, una para cada hogar), y el tema fue tomar una pausa. Él hablaba de cómo es posible, durante una cena grande como la del Día de Acción de Gracias, tomar pequeñas pausas durante la comida para disfrutar. Estas pausas también sirven como un espacio para dejar que su cuerpo dice que está satisfecho. Y el autor sugirió que esta práctica de tomar pequeñas pausas es algo que uno puede traer no solo al acto de comer pero de vivir esta estación antes de Navidad también. The author suggested that we take small pauses, whether we are eating a big meal, or just in life as we enter this season before Christmas, so that we can really absorb what we are living.[1]
Creo que estas pausas también sirven para otra cosa. También nos ayudan a estar más presentes a la gente a nuestro alrededor. A interaccionar uno con el otro en amor y esperanza, y sin miedo y egoísmo. No podemos evitar estar en situaciones de ir de compras o estar en medio de festividades navideñas antes de la Navidad. Para algunos de nosotros, es nuestro tiempo más ocupado en el trabajo, y para otros, es un tiempo de gozo y quieren disfrutar el medioambiente de Navidad. Es natural. We cannot and sometimes do not want to avoid all the Christmas festivities and shopping that come before Christmas. Pero si podemos tomar una pausa en el medio. Podemos disfrutar del ambiente. Una persona me describió este concepto una vez como una práctica de tomar una pausa de 20 segundos cada 20 minutos—casi no lo nota la genta alrededor de uno, pero le da a uno la oportunidad de solo “estar.” Y así podamos amar a nuestro prójimo lo mejor que podamos.
Yo tuve la buena suerte de visitar a Costco este miércoles pasado. Yikes! De una manera, fue una mala idea. Pero tuve dos cosas específicas y ese fue el momento en que los quisiera comprar. Cuando finalmente logré encontrar un lugar de estacionamiento, entré y ¡me sorprendí por las filas tan largas! Pero decidí entrar y mover con calma, tratando de interaccionar bien con cada persona en mi camino en vez de ver cada uno como un obstáculo, logré obtener mis dos cosas, encontré una fila y milagrosamente todo movió mucho más rápido que lo hubiera esperado. Pero había un momento, en el medio de la muchedumbre, esperando en la línea de la caja, cuando levanté mi cabeza, y disfruté del momento. Cuando me sentí conectada con mis hermanos y hermanas desconocidos en aquel lugar. Y, al salir, traté de ayudar a los demás. Me animé un poco, en vez de solo sentir el estrés.
San Pablo habla a los Tesalonicenses en la lectura de hoy, una lectura que leímos un pequeño grupo de nosotros juntos hace tres años ya. Siempre recuerdo de esa experiencia de como aprendí con Ustedes del amor y cariño que sentía Pablo para los Tesalonicenses y viceversa. Y también como hablamos de su temor de cómo iba a pasar la segunda venida de Cristo y si estarían listos. I always remember from our little Bible Study a few years ago how we discussed the love that the Thessalonians had for Paul and vice versa, and their fear at being unprepared for Christ’s second coming.
Este adviento nosotros también nos preparamos para la segunda venida de Cristo, pero nuestros temores a veces sienten más como miedos uno del otro. ¿Cómo podemos encontrar de nuevo el ánimo y la esperanza que Jesús nos pide tener? Hay algo bien interesante aquí en como San Pablo habla a los Tesalonicenses, porque no los manda amar uno al otro, ni hacer más fuerte sus corazones, pero en vez de esto el pide de Dios que Dios los haga crecer en amor y que Dios los haga firmes en sus corazones.[2] Aunque Pablo, como su líder, los puede hacer un mandato, él sabe que es solo Dios quien puede actuar en nuestros corazones.
Solo Dios puede animar nuestros corazones. Only God can do the work of strengthening our hearts so that we can face this world and whatever it brings.
Pero nosotros podemos hacer el trabajo de tomar una pausa, cada día, posiblemente varias veces al día, para escuchar a Dios, para dejarlo hablar a nuestros corazónes, para que vivamos una vida animada y llena de esperanza este Adviento y todo el año.



[1] Scott Stoner, “Words of Wellness: The Importance of Pausing” (November 27, 2015), http://www.livingcompass.org/wwow.html?ArticleID=339.
[2] Karoline Lewis, Rolf Jacobson, Matt Skinner, “Sermon Brainwave Podcast #449: First Sunday of Advent,” (for November 29, 2015) http://www.workingpreacher.org/brainwave.aspx?podcast_id=687.

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