Propio 14C + Esperando con gozo + 8.11.13
M.
Campbell-Langdell
All
Santos, Oxnard
(Isaías 1:1, 10-20; S. 50:1-8, 23-24 LOC;
Hebreos 11:1-3, 8-16; Lucas 12:32-40)
¡Hola queridos míos! Algunos de ustedes saben que yo estaba
allí con Jesús hace los treinta y tantos años y pasaba algún tiempo con él. Déjenme contarles una pequeña parte de mi
historia.
So
many years ago—about thirty, give or take, I was there with Jesus and the
disciples and I have come to share good news to you, the Hebrews in Rome.
Bueno, muchos de ustedes saben que unos treinta años
atrás yo estaba en Judea pensando solamente en mis cosas cuando me enteré de
este rabino, Jesús. Fui a escucharlo hablar, caminaba un día en el calor de mi
casa y lo encontré con otros de sus discípulos simplemente pasando el tiempo
junto. Debo decir que en ese momento, mi vida cambió. In this moment, meeting
Jesus, my life was changed. Se podría
decir que me fui con él, pero en realidad se sentía como él era el quien entró
en mi vida y de repente todo era diferente.
Nunca olvidaré el día en que nos sentamos - el núcleo de
discípulos y aquellos de nosotros que le habíamos acompañado a Jesús. ¡Estábamos tan inexplicablemente atraídos por
su presencia amorosa! Bueno, de todos modos, este día nos sentó y nos dijo que
no teníamos que preocuparnos, ¡porque Dios ya nos había dado el reino! En realidad
Jesús usó el tenso pasado del verbo.[1] I will never forget the time he told us that
God had already given us the kingdom. Él
dijo “su padre” - el nombre maravilloso que él tenía para nuestro Todopoderoso,
santo Dios – que es su buena voluntad de Dios de darnos el reino. Vaya, pensé,
bueno, ya en caminar a usted y a todos los lugares que hemos ido desde entonces,
¡se me han roto las sandalias! Me gustarían
unas sandalias nuevas, si no todo el reino, ¡por favor! Pero en serio, era
extraño cuando dijo eso, porque de una manera no tenía ningún sentido.
Todos nosotros dependíamos de la bondad de los demás para
el alojamiento y la comida, siguiendo a Jesús, mientras él enseñaba y sanaba y lo
escuchábamos. Ninguno de nosotros sentimos que teníamos todo un reino a nuestra
disposición. None of us felt like we had the
kingdom. We were wandering
following Jesus! Por el contrario, el
reino parecía estar en manos de todos los demás. No tuvimos nada de la fácil
independencia de los ricos, que podían viajar tan rápido de un lugar a otro en
sus cuadrigas y llevaban todas las comodidades con ellos cuando viajaban en la
carretera. Estábamos sin hogar, al menos por el momento, y ni siquiera sabíamos
dónde estaba la próxima comida. De una manera, cuando el rabino Jesús dijo
esto, no tenía ningún sentido.
Y luego tuvimos su próxima platica, aún más extraño.
Nunca me olvidaré de esto, tampoco. I will never forget the next talk,
either. Él nos comparó a los siervos de
una casa - como si todo el mundo fuera su casa - que ¡cuando empezamos a darnos
cuenta que él era el Hijo de Dios - tenía más sentido! Y no estábamos
simplemente siervos pero él era un novio. Y después de la mucha diversión y
momentos de fiesta agotadora de su boda, él iba a regresar en cualquier
momento, y debemos estar preparados para él. Pero no sabríamos cuándo. Bueno, algunos de ustedes han oído hablar de
estas palabras que nuestro amado Jesús nos habló, pero estos fueron algunos de
los más extraños.
Como todos ustedes saben, nosotros los "hebreos"
en Roma hemos tenido muchas dificultades en los últimos tiempos. Nos hemos
enfrentado a persecuciones en que temíamos por nuestras vidas. Hemos sido
humillados. Nuestra comunidad ha perdido la propiedad, las autoridades han
incautado nuestras propias casas y almacenes, todo un esfuerzo para impulsar a
nuestra comunidad de seguidores de Jesús no solo a escondernos, pero de morir
como movimiento. In recent persecutions of us early
Jesus-followers, it has become clear that the authorities want to smash our
movement, not just drive us underground. Las autoridades no les gustan lo que hacemos y lo que
creemos. Temen que somos una amenaza.
Ellos no nos entienden. O tal vez sí, entienden perfectamente. Pero todo este
tiempo en que he esperado a Jesús, uno de sus siervos que le espera en esta
casa de su mundo, no puedo dejar de reflexionar sobre las palabras que
compartió. I’ve had a lot of time—over thirty years—to reflect
on Jesus’ words.
Sabemos por nuestra tradición judía de la fe que Abraham
y muchos otros mantenían cuando todo parecía perdido. Nosotros, también,
estamos en un lugar donde nos sentimos que nuestra comunidad está en peligro.
Abraham sintió la amenaza también - recuerden que estaba casi muerto cuando
Dios vino a él y le dio hijos, los niños que eventualmente produjeron a todos
nosotros. Y nosotros tenemos esta fe, también.
Tenemos fe en que nuestro amo, Jesús, está haciendo su
trabajo alegre, pero que algún día - tal vez la próxima semana, tal vez dentro
de muchos años, él va a volver. Espero que sea en mi vida, porque deseo ver
nuestro nuevo a Jesús, nuestro maestro dulce y el Hijo de Dios. Pero, ¿saben qué? me he dado cuenta de que Jesús
tenía razón. Dios nos ha dado el reino. I
have begun to realize that God really has given us the kingdom. Esos días que nos quedábamos con Jesús, nunca pasamos
hambre por mucho tiempo antes de que se cumplieron nuestras necesidades, y Dios
no me ha fallado, aunque sé que me temía, como todos ustedes, por mi seguridad
en las persecuciones. Pero ¿por qué? Queridos, las autoridades tienen miedo de
nosotros porque ya tenemos el reino. El gobierno imperial cree que poseen el
imperio, pero que no poseen nada en realidad, porque nuestro Dios nos ha
prometido el reino. Pero del mismo modo que sabemos que se vamos a sobrevivir
de lo que importa en estos tiempos difíciles, también sabemos que Jesús no quería
que nuestra enfoque seria solamente en nuestra casa, este mundo ahora. No,
nuestra atención se centra también en lo que sucederá cuando regrese nuestro
novio, cuando nos trae toda esa alegría festiva de la boda y festejamos con él de
nuevo. No hay que perder la esperanza. No podemos perder la fe que él vendrá a
nosotros. We
must hold onto hope that Jesus is coming to us again. Porque sabemos por nuestra tradición que tenemos ejemplos
de fe. Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar
que él le iba a dar como herencia.
Él no sabía hacia dónde se dirigía. Él era un hombre viejo. Yo ya soy una señora
mayor, también, y los viajes me han dado huesos llenos de dolores. Así que puedo
imaginar un poquito de lo que estaba pensando Abraham. Abraham was old, with creaky joints and not
much life in him, but he had faith and trusted God, and we have faith, too! Tenemos fe, también. Tenemos fe porque tenemos ejemplos
de fe en nuestro pasado, como Abel y Enoc y Noé, como Abraham y Moisés, y
muchos más. Y esa fe fue confirmada por nosotros cuando Jesús llegó a nuestras
vidas. Jesús nos mostró en su vida y en su muerte que no tenemos que temer a
las actuales dificultades, porque ya hemos ganado. Dios ya se ha asegurado un
lugar para nosotros. Pero es nuestro deber permanecer fiel hasta el final.
Bueno, queridos, ¿cómo nos mantenemos fieles? Podríamos
caer dormido o distraernos y olvidarnos en la espera de Jesús si no tenemos
cuidado, si nos centramos en la espera solamente. Aquí es donde ustedes pueden
recordar nuestro profeta Isaías, que nos dijo hace tantos años lo que dijo
nuestro Señor. Dijo que tenemos que aprender a hacer el bien, esforzándonos a
hacer lo que es justo, ayudar al oprimido, haga justicia al huérfano y defender
los derechos de la viuda. Jesús hizo todo eso también, y empiezo a preguntarme
si parte del cuidado de la casa de Dios y estar espiritualmente despierto
mientras esperamos a Jesús no es de recordar aquellas palabras de hace tantos
años.
Debemos estar listos para buscar a los que están en
necesidad. Debemos que cuidar bien a la casa de Dios, que es el mundo que Dios
nos ha dado. Hay tantos afectados por las persecuciones de que debemos mantener
la fe y la esperanza de vida, no sólo para nosotros, sino para aquellos que
necesitan nuestra ayuda. We remain spiritually awake by caring for
those in need, which is the only sacrifice God asks of us.
Ah, como ya he dicho, soy una mujer cansada, y la noche
se oscurece. Voy a compartir más con ustedes en los escritos de nuestro amigo
más tarde, pero por el momento tal vez esto es suficiente. I
am a weary old woman, but I think that perhaps this message is enough for now.
Pero antes de que pidamos que Dios nos guarde en el
camino, pensamos un minuto en la fe y el espíritu de Abraham, cuya progenie somos
como las estrellas del cielo. Como él,
también nosotros somos audaces en la fe. Sabemos que el sacrificio de una vida
vivida para los demás es el único verdadero sacrificio que Dios requiere de
nosotros. Y, hermanos y hermanas en la fe, no debemos sentir oprimidos por los
tiempos, pero debemos recordar nuestra herencia en Cristo Jesús. Mientras esperamos el regreso de nuestro amo con
alegría cierta, ¡debemos vivir vidas que valdrían la pena celebrar!
[1]
Richard P. Carlson, “Exegetical Perspective: Luke 12:32-40,” Feasting on the Word Year C, Vol. 3,
335-339.
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