Adviento 1A + 12.1.13 + La luz de un Dios de amor

(image from: http://www.blogos.org/organicfruit/jesus-love.html)
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Isaías 2:1–5; Salmo 122; Romanos 13:11–14; Mateo 24:36–44)

“Un niño de diez años de edad, ‘Josh,’ regresó a la casa un día después de la escuela.  Su mama siempre le saludó, pero ese día ella no estaba. Pudiera haber estado en la tienda o en la casa de un vecino, pero Josh temía mucho.  Su respuesta inmediata a la situación fue que toda su familia había sido llevada en el arrebatamiento.  Josh estaba seguro de que a él le habían dejado atrás.”[1]
Así, traducido, empieza un capítulo de un libro por Barbara R. Rossing llamado “The Rapture Exposed,” que habla del concepto cristiano del arrebatamiento o “rapto”. Este es el concepto de que antes de venir a juzgar el mundo por final, Jesús viene en secreto y va a llevar a solo los creyentes más fieles al cielo consigo.  Este tipo de miedo es muy común en un niño que esta criado con este concepto, un miedo de que vaya a venir Jesús a llevar a todos, y lo van a dejar a él por cualquiera razón.
Yo hice una investigación muy científica la semana pasada para aprender más sobre este fenómeno.  Pregunté a mis amigos de Facebook si ellos tenían alguna experiencia con el concepto del arrebatamiento en su juventud. 
I asked a selection of my friends on Facebook if they had been raised with this concept of the Rapture, of Jesus coming to take up just a chosen few before his final second coming.  Y vi que este tipo de experiencia es muy común en muchos cristianos de trasfondo evangélico.  
¿Quién aquí ha escuchado del concepto del arrebatamiento?  Who here has heard of the Rapture?  Si no fueron criados con el concepto, es casi seguro que no han escuchado nada de ello en nuestra iglesia.  Es un concepto basado en el libro de Revelación, este evangelio de hoy, una de las cartas de San Pablo a los Tesalonicenses, y otras sagradas escrituras.  El idea es que Jesús va a venir de nuevo primero en secreto para llevar a todos los creyentes y después de siete años de tribulación el regresará para juzgar el mundo.[2] La segunda parte tenemos en el credo.  La primera parte, no.  Pero es un concepto bien popular, y posiblemente han escuchado por ejemplo de los libros populares de la serie Dejados Atrás o Left Behind por Tim LaHaye y Jerry Jenkins.  Pero no es muy reciente, ni es muy viejo el concepto actual del “arrebatamiento.”
Cuando estábamos en Inglaterra para visitar a mi abuela, Alene y yo pasamos un tiempecito en una galería de arte llamado Tate Britain y allí vimos un tríptico, tres cuadros de los 1800 que más o menos mostraron el concepto del día del juicio y el fin del mundo.[3]  Nos sorprendimos, porque Alene dijo que casi son iguales a los imagines que ella ha visto en las películas del apocalipsis.  Pero el concepto actual solo viene de los 1800s, cuando un predicador evangélico llamado John Nelson Darby escuchó la visión de una niña quien describió el fin del mundo de justa esta manera.  Aunque muchos creyentes siempre han visto el fin de tiempos y la segunda venida de Jesús con esperanza y de una manera urgente, esta manera de pensar empezó un periodo en la iglesia evangélica de pensar de maneras más temerosas.[4]
OK, so todo esto sí se base en algunas sagradas escrituras, pero no tome en cuenta todo el contexto.  ¿Tiene sentido para Ustedes?  En nuestra tradición de ver las escrituras, vemos también la tradición y nuestro razonamiento para entender cada situación. ¿Qué les parece?   Para mí, no tiene mucho que ver este concepto con la imagen de un Dios de amor, de la imagen de Jesús resucitado, respirando paz en sus compañeros.  Nosotros estamos viendo hacia la Navidad, y ¿podemos imaginar este concepto al lado de ver a los ángeles diciendo a los pastores, “No teman?”
Escuchamos en Isaías que cuando Dios viene a juzgar, hay una paz.  Que hasta las armas de la guerra se convierten en herramientas para la construcción del reino de paz.  Yo no puedo ver al lado un Dios de Amor con este concepto.  Estoy pensando en las películas que muestran que en llevar algunos de los fieles, aviones se destruyen en mucha sangre, en bebes sacado de los brazos de sus mamas.  No puedo pensar que Dios haría esto. I just can’t square a loving God with the images of blood and destruction that I hear described in many of the Rapture texts.
Así que, ¿de qué habla Jesús en este evangelio?  ¿Qué quiere decir en decir que una señora esta y otra no? La verdad, es que no sé exactamente.  Jesús no dice cual es mejor, estar dejado o llevado. Pero creo que no puede ser exactamente lo que dicen.  Posiblemente pensar en lo que él dice sobre los tiempos de Noé nos ayudaría.  ¿Qué saben de los tiempos de Noé?  ¿Recuerdan que fue un momento en que él fue el único hombre de fe verdadero?  Que el problema no fue que ellos comieron, y ¡gracias a Dios por esto, tan cerca del Día de Acción de Gracias!  Pero el problema fue que ellos empezaron a vivir sus vidas solamente en sus cuerpos, sin pensar nada en el Dios quien los creó. Ellos no sabían que necesitaban la ayuda del Señor. 
Así que posiblemente nuestro llamado es en dos partes.  Primero, sabemos que la frase más popular en el nuevo testamento es “no temas,” y nosotros también no debemos temer.  Pero segundo, tenemos que recordar a Dios.  En nuestro vivir tenemos que recordar que Dios es el Creador de todo, la fuente de cada bendición. 
Posiblemente esto tiene algo que ver con la estación de Adviento.  Se dicen que es algo irónico que en el día después de dar gracias por todo lo que tenemos, nosotros vamos de compras para comprar todo lo que no necesitamos.  Una ganga, a good deal, está bien, pero debemos recordar en todo el ir de compras, encontrar el árbol y todo, que esperamos a Jesús.  Recordamos cuando el vino a nosotros la primera vez, y buscamos y esperamos su venida de regreso. La estación de adviento nos recuerda que no solo esperamos a la Navidad, pero también esperamos a Jesús.  Siempre lo esperamos, pero en esta época estamos recordados.
Sabemos que Jesús va a venir, y que va a haber juicio, una hora de la verdad. Pero también sabemos que este día de Juicio también va a traer la paz.  Así que aunque velamos con él, tampoco temamos.  Porque el juicio de Dios trae la paz, un alineamiento en nuestros corazones cuando realmente conocemos el Dios de Amor, y el amor de Dios.
Una de las respuestas a mi pequeña encuesta en Facebook fue brillante.  Un amigo mío, Evan, dijo que si, él se hizo cristiano evangélico y fue salvado como adolescente, y por muchos a
ños él pensó que tenía que reprimir todo lo que él pensaba que era pecaminosa en él, incluso parte de su identidad.  Pero lo maravilloso es que después, toda la presión no le hizo alejar de Dios.  Eventualmente, él dijo, él llegó a creer en la luz de un Dios que le amaba y le entendía por quien es, nada menos, nada más.[5]
Y ¿Qué escuchamos en la colecta del día?  Ah, sí, “danos gracia para despojarnos de las obras de las tinieblas y revestirnos con las armas de la luz.”  Wow, ¿verdad? Sí, tenemos que continuar de buscar la luz en cada uno de nosotros.  ¿Cómo podemos nosotros estar guiados a la luz del Dios de amor en esta época de Adviento?  ¿Cómo podemos ver más allá de las luces que solo prenden por un tiempo para encontrar una paz que perdura? Qué podemos lucir nuestras velas de adviento y las lámparas en nuestros corazones para conectar con un Dios quien nos ama, nos entiende mejor que cualquier otro, quien nunca nos dejará sin consuelo, quien nunca nos abandonará, porque a Dios “realmente no le agrada afligir ni causar dolor a los hombres [ni a las mujeres] (Lam. 3:33 DHH).”



[1] Barbara R. Rossing, The Rapture Exposed (New York: Basic Books, 2004), 19. Traducción mía.
[2] Ibid, 22.
[4] Rossing, 22.
[5] ¡Gracias, Evan Strano!

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