Cuaresma 2 C + Asombro + 3.16.25
Melissa Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Gen. 15:1–12, 17–18; S. 27; Fil. 3:17–4:1; Lucas 13:31–35)
En la película de 1986
llamado Laberinto, que fue uno de mis favoritos de juventud, hay
una mujer joven, Sarah, que tiene que cuidar a su hermano pequeño. Y ella está
tan indignada por las molestias que ella dice que ella haría cualquier cosa si
el niño desaparecía. In the movie Labyrinth, there is a young woman, Sarah, who is just
ready to do anything to get out of babysitting her little brother, so much that
a goblin king takes her at her word! Y un rey de los
duendes escucha esto y le secuestra el bebé, y Sara busca y busca a través de
un laberinto, aprendiendo mucho sobre sí misma en el camino, hasta que
finalmente llega al rey de los duendes, que tiene cautiva a su hermanito. Pero
a medida que se acerca, Sarah se introduce en un escenario de ensueño donde el
rey de los duendes quiere atraerla a quedarse con él en una vida de cuento de
hadas. Y Sara rompe
la ilusión con un simple pensamiento. Sarah breaks the goblin
king’s spell by saying “You have no power over me.” “Usted
no tiene ningún poder sobre mí."[1]
Jesús no estaba hablando con un
rey de los duendes en el evangelio de hoy, pero su mensaje es claro. Jesus is talking to a very different
king in today’s gospel, Herod, the Jewish King who maintained Roman rule in the
area. Y a él, le dice: “Usted Herodes, zorro (que sabemos
que podría haber significado que era astuto, o inteligente o impotente), [2] ¡no
tienes poder sobre mí! Es posible que haya servido la cabeza de Juan el
Bautista en un platón, pero no se puede interrumpir lo que voy a hacer. Porque
soy un Mesías en una misión. Tengo gente que sanar y demonios que echar fuera,
y después, y sólo después, estoy en mi camino.”
Ahora, en Laberinto,
Sara tiene que aprender el amor desinteresado con el fin de solicitar la
devolución de su hermano. In the movie Labyrinth, Sarah has to learn about selfless
love in order to get her brother back. Ella tiene que
aprender a no ser cautivado por las cosas bonitas que ella quiere o el cuento
de hadas que ella quiere que su vida sea.
Tiene que hacer espacio en su
vida para su familia, y en especial para su hermano pequeño. Ella debe estar
dispuesta a sacrificarse por él.
Y lo más sorprendente acerca del
evangelio es que está claro que Jesús está tan por encima de todo el poder y la
politiquería que realmente puede escribir su propio guion, pero él decide dar
su vida. Jesus
could write the script, but he chooses to give his life. Él sabe
que es lo que él tiene que hacer, como Hijo del Dios “Mama Gallina.” [3] Este acto maravilloso del amor. This wondrous act of
love.
Dios muestra esta capacidad de
sacrificar por nosotros en la lectura de hoy de Genesis. Cuando Dios pase a
través de los animales que Abram ha partido en dos, Dios dice que está
dispuesto a sacrificar por nosotros para mantener el pacto con Abram y con la
gente de Dios.[1]
Y nosotros también somos parte de
ese pacto. Somos parte de la historia de los cielos que Dios mostró a Abram,
tantos años atrás. Tú y yo somos las estrellas en ese cielo. Y los niños que se
están bautizando son parte de ellas también. Esta historia en Génesis fue claro
para mí un día en que visité a una sinagoga en Budapest. Tuvimos que caminar a
través de detectores de metales para entrar en la sinagoga, que parecía no gran
cosa, un edificio sencillo, en el exterior. Los detectores de metales se debían
a que algunos tipos de antisemitas que a veces intentaron hacer explotar a
sinagogas. Bueno, una vez que estábamos dentro de la sinagoga, nuestros ojos se
sintieron atraídos por el techo, que fue cubierto con una miríada de estrellas.
El rabino nos dijo que esta pintura fue diseñada para recrear un poco de lo que
Abram, después que vio Abraham, la promesa de Dios de una familia tan grande
que llenó los cielos. ¡Qué maravilla!
"Una cosa he
demandado del Señor; ésta buscaré: que esté yo en la casa del Señor, todos los
días de mi vida; Para contemplar la hermosura del Señor, y despertarme cada día
en su templo (Sal. 27:5-6)." Esto habla de ver la hermosura
del Señor, y Abram la vio ese día con Dios, mirando las estrellas. Jesús la vio
en Jerusalén a pesar de que conocía los lugares oscuros que iban a estar en su
camino.
Porque el camino de los que
buscan la belleza de Dios no está libre de pasar por las tinieblas. Vean a
Abram tirado en el suelo, en un sueño de terror. Recuerden de Jesús, viendo el
terror y la belleza de su camino por delante. Every one of us beauty seekers will
wander through a dark place.
Y tal vez por eso, se nos permite
hacer preguntas. Gracias a Dios, ¿verdad? Que podemos hacer preguntas. Abram
dice, “¿Dios, qué importa tu promesa? Un niño que ni siquiera es de mi sangre
será mi heredero.” Y Dios dice, "Espérate." Y nosotros somos la
prueba, cada uno de nosotros, de la verdad de esa promesa. Cada uno de nosotros
es una estrella de ese cielo de la promesa antigua. Somos hijos e hijas amados de
Dios. Every one of us is a promised star that was but a gleam in the sky
at the time of Abram. ¡Que asombro!
En este evangelio también
existe la tristeza de Jesús. Recuerdo cuando yo estaba en Jerusalén en 2019 y
fui a la iglesia “Dominus Flevit” en el monte de los olivos, el nombre
del cual significa “el Señor lloró,” y la emoción que sentí cuando miré
el panorama de la cuidad antigua y el altar cubierto en un mosaico de la
Gallina con sus polluelos, representando a Jesús y nosotros, y cuando recordé
que, según la tradición, Jesús lloró al estar en ese monte y contemplar a
Jerusalén y lo que iba a transcurrir.
Así que, niños del Dios “Mama
Gallina,” hermanos y hermanas en Cristo, nos esforzamos a ser fieles, a pesar
de las sombras que puedan cruzar nuestros caminos. We will be faithful, despite the
shadows that cross our paths. Hacemos preguntas de Dios, porque hemos
visto a las dudas y preguntas de Abraham, y sabemos que no significan una falta
de fe, que significan una fe comprometida. Podemos
conectar con los demás y crear comunidad. Dios quiere conectarse así con
nosotros, incluso si esto significa que le hacemos preguntas sobre cosas que no
podríamos conocer. Es posible que Jesús también tenía preguntas, pero el siguió
adelante en su camino y confió en las promesas de Dios. Y podemos quedar
en el camino, o regresar al camino también. Porque nosotros, los
cristianos, somos con asombro y somos ciudadanos del cielo. Sin embargo, la
fecundidad que Abram vio en el cielo era de un tipo muy terrenal. Así que vamos
a mantener los pies en el suelo, con corazones enfocados en el cielo, donde
esta nuestra verdadera ciudadanía, agradecido de que los zorros de este mundo
no tienen poder sobre nosotros. Let us joy in the beauty of God and give thanks that we can
ask questions, and spread the love of God around! Vamos a
maravillar en la belleza de Dios, ya que, gracias al amor costoso de Jesús,
podemos hacer preguntas también, y podemos extender un amor que deja al mundo
preguntando: ¿quiénes realmente son esos cristianos? Y tal vez
los mostraremos otra forma de ser un cristiano.
[1] Labyrinth, 1986.
The reference to Lent is because I have sworn off movies apart from during
Sundays during this Lent J.
[2] Leslie
J. Hoppe, “Exegetical Perspective: Luke 13:31-35,” FOTW Year C, Vol. 2, 71.
[3] With thanks to Anne Howard,
“Our Mother Hen God,” http://www.beatitudessociety.org/blog.
[1] Rolf
Jacobsen, Karoline Lewis and Matt Skinner, “Sermon Brainwave Podcast for March
16, 2025,” workingpreacher.org (accessed via Spotify March 8, 2025).
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