Propio 15 C + Division, luego lapaz + 8.17.25
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Isaías 5:1–7; Salmo 80:1–2, 8–18; Hebreos 11:29–12:2; San Lucas 12:49–56)
“El viñedo del Señor todopoderoso, su sembrado
preferido, es el país de Israel, el pueblo de Judá. El Señor esperaba de ellos
respeto a su ley, y sólo encuentra asesinatos; esperaba justicia, y sólo
escucha gritos de dolor.”
Este país que tanto amamos es
como este viñedo. En este viñedo, vienen gente que buscan refugio. Quienes
quieren construir una nueva vida, una vida mejor. Y los han puesto en centros
de detención. Madres lactantes han sido separados de sus niños, y todo en
nombre de la ley de la tierra.
Es esencial seguir las leyes.
Pero la ley nunca debe ser cruel. No debe ser sin corazón, o establecido de manera
injusta. Jesús enseñó que aun las leyes más sagradas deben servir a la
gente de Dios. El sábado es para el hombre, no el hombre para el sábado. Leyes
deben servir a la gente de Dios. Nos deben hacer mejor país y mejor pueblo.
Esto no significa que la gente no puede ser corregido, pero debe ser de manera
justa.
En el evangelio de hoy, Jesús
comparte una verdad difícil. Sus palabras son incomodas. No lleva paz, pero
división. ¿Quiere decir que el desea la división? Yo creo que no, no en sí. ¡A
pesar de todo, después de su resurrección va a toda parte diciendo “Paz sea con
ustedes!” Es el Príncipe de la Paz.
Pero él sabe que sus palabras y acciones
pueden ser entendidos de diferentes maneras. Que la gente manipula la palabra
de Dios para sus necesidades.
Hace un par de meses vi una
promoción para contratar los empleados de ICE y ellos usaron el llamado de Isaías,
“Here I am, send me.” O “Heme aquí, envíame a mí.” Para decir la verdad, me dio
escalofrió. Sentí nudos en mi estómago. Porque estas son nuestras sagradas
escrituras, y las de la gente judía, ¿y los manipulen por su plan? Pues amigos
esto es la cristiandad nacionalista. Es decir, que muchos de los agentes se han
puesto racista y creen que supuestamente proteger a los EEUU no solo es patriótico,
sino que también es seguir a Cristo. Pero sabemos que no lo es. Jesús quisiera
que todos tengamos una oportunidad para una vida mejor. ¿Como dijo Pastor Ron
en su sermón de la otra semana, podemos imaginar un mundo sin fronteras? Se que
amamos nuestros países de origen, pero tal vez evitaría problemas.
Para regresar al tema, Jesús
sabe que habla la verdad. Y que la verdad no siempre es conveniente o cómodo. A
la vez, dice en otro pasaje que la verdad nos libera. Y esto también es
verdadero. Decir la verdad en el amor nos ayuda a separar de las mentiras que
nos aten en una vida que no es saludable para nosotros. Pero antes de
librarnos, a veces la verdad te destrozara. Porque puede causar división. Hay
diferentes maneras de entender la verdad, y esto causa división. En familias.
En países.
Hoy decimos adiós a Karl
Sandin mientras culmina su año de discernimiento diocesano con
nosotros. Dr. Karl nos ha muestro mucho en su tiempo aquí con nosotros en Todos
los Santos. El siente un llamado a compartir una verdad a la iglesia y al
mundo. Esta verdad es que nuestros profesionales medicales realmente necesitan
mejor cuidado espiritual. Han sufrido, porque su trabajo a veces los pone en
situaciones imposibles. Esto se llama el daño
moral. Cuando viene ICE al hospital con unos pacientes enfermos, y tienen que
cuidar a los enfermos, pero la gente piensa que están colaborando con ICE.
Cuando el sistema medical está diseñado para sobrevivir a todo costo y para el
profito de ciertos negocios, así que tienen que mover al próximo paciente, aun
si pierden a alguien. Estamos tan enfocados a veces en cuidar espiritualmente a
los pacientes, que no vemos los médicos. Las enfermeras. Los que limpian. Los
técnicos. Y más. Pero Karl sí. El vea esta necesidad. Ojalá que su verdad no
causa mucha división, pero oremos por el mientras el sigue tratando de cuidar a
los que cuiden a los demás.
Este no es un evangelio
cómodo, pero estos no son tiempos cómodos. Hay retos cada día. ¿Dónde
encontramos la esperanza? Encontramos la esperanza en las promesas de Dios y en
cada uno de nosotros. En los grupos que están trabajando para asegurar que las
familias mantienen lo más seguros posible. En gente como Karl que vean las
necesidades que otros no ven. ¿Estas madres lactantes que mencioné
antes? Sucede que, cuando las llevaron, más que veinte madres locales se
ofrecieron para para ayudar con leche de madre. ¡El apoyo de la comunidad es
poderoso!
Una cosa buena sobre lo que
Jesús dice aquí es que nos recuerda del poder sanativo de la verdad. Que
tomemos un momento y lo diré claramente: todo no está bien en este momento.
Nuestros amigos de los doce pasos nos dicen que admitir la verdad es el primer
paso en la sanación. Reconocemos que lo que pasa en nuestro mundo no está bien.
No tenemos que tener las mismas políticas para estar de acuerdo en esto. Tal
vez sentimos que está mal en diferentes maneras. Pero reconocer la verdad nos
ayuda a sentir menos aislados. No hay nada mal con ustedes. Lo malo es con el
mundo actual.
A la vez, hay esperanza. Mientras compartimos
esta verdad, lo reconocemos y cuidamos el uno para el otro. Vemos esto en el
apoyo comunitario. Conectamos el uno al otro con vínculos de amor.
Que Dios nos ayude a ver con la visión que Dios ha dado a Karl, para ver las
necesidades de los demás. Y que no seamos ciegos a otra forma de cuidado que es
sumamente importante- el cuidado de nosotros mismos. Esto es muy importante
porque hay mucho que hacer, pero si estamos agotados no podemos ayudar a los
demás. Aunque son tiempos oscuros, que tomemos un momento para comer helado, o
bailar y escuchar nuestra música favorita como hace Don Tony, o lo que nos hace
feliz.
Estos son tiempos urgentes.
Resonamos con la urgencia de las palabras de Jesús aquí, pero no nos debemos
dejarnos agotar. Tenemos una oportunidad como una comunidad de fe de seguir
conectando, aun cuando los tiempos son difíciles. Aunque hay división en esta
nación, y a veces en familias y hasta en la comunidad cristiana a veces, Dios está
con nosotros. Están permitidas las ideas diferentes, al menos si no causan daño
a los demás. Debemos coexistir. A la vez, hablamos fuertemente en contra de las
acciones malas que están causando dolor y daño a otros seres humanos.
No siempre nos llama a estar cómodos,
pero estamos llamados a ser compasivos. La verdad nos librera. Aun cuando no
estamos cómodos, el Espíritu viene y es una Consoladora. El Espíritu mora con
nosotros aquí. Ella sabe lo que pasa. Ella manda el amor de Jesús, aun mientras
que el levanta una bandera que nos recuerda de lo que es correcto, lo que justo
y verdadero. Aun mientras que nuestros corazones duelen, seguimos a Jesús quien
sabe la verdad. Y él nos dice que no debemos temer. Paz sea con ustedes.
Amen.
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