Propio 19 C + Grito + 9/14/25
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Jeremiah 4:11-12, 22-28; Psalm 14; 1 Timothy 1:12-17; Luke 15:1-10)
En dos días, hace muchos años,
en el pequeño pueblo de Dolores en México, un sacerdote dio un grito a la gente
indígena. Dijo: “Mis hijos… una nueva dispensación viene a nosotros hoy en
día. ¿La recibirán? ¿Se liberarán a sí mismos? ¿Recuperarán las tierras robadas
por trescientos años de sus antepasados por los españoles odiados?”[1] El desfile que normalmente pasa hoy
nos hace recordar aquel día memorable y días semejantes en varias partes de
América Latina. Aunque tristemente el desfile no ocurre hoy, sé que el espíritu
del “Grito” estará presente en la Placita hoy.
Lo que el Señor Hidalgo y
Costilla quisiera fue libertad para la gente de México, no solo en términos políticos,
sino en su religión. Los españoles habían rechazado la Virgen de Guadalupe, y
conocemos su importancia a mucha gente mexicana.
La libertad es muy
importante. Freedom is important! Es natural buscar la libertad, y aquí en
los EE. EE. EE. UU. también celebramos un día de Independencia, un día de
libertad de la opresión, lo que siempre queda interesante para mí como un
estadounidense de Gran Bretaña.
Pero no es tan
simple. Vemos esta semana la tristeza de una libertad usada de mal manera
en el fusilamiento de la figura controversial Charlie Kirk. Escuchamos a Jeremías
hablando en juicio sobre Jerusalén, porque han maltratado a la gente también. Porque
Israel está salvado, pero la gente de Dios hace malas elecciones, y esto es lo
que nota Jeremías hoy. Que tenemos que arrepentirnos de nuestras malas
elecciones, y guiar mejor a nuestros jóvenes.
Así que, sí, es verdad que la
libertad de la opresión religiosa o política es muy importante. Aunque
nobles son los fines de la libertad, el proceso de conseguirlos es complicado. Hemos visto recientemente que, en vez de
incluir a los inmigrantes, al tratar de proteger la libertad estadounidense,
han oprimido a la gente inmigrante.
En la lectura de la primera
carta a Timoteo hoy, escuchamos a Pablo o a un escritor en su comunidad
hablando a un grupo que ha estado muy enfocado en quién es adentro y quién es
afuera espiritualmente. Él nota que, aunque él antes era en contra del
evangelio, ahora lo ha aceptado, y que no debemos juzgar demasiado rápidamente
a los que parecen pensar diferente que nosotros.
En el evangelio de hoy, Jesús
nota que Dios nos quiere dar la bienvenida de regreso a todos y todas, no hay
nadie fuera de la compasión y el amor de Dios. Solo tenemos que estar
dispuestos a regresar a Dios. ¡Y cuando regresamos, estaremos recibidos con
mucho regocijo!
Ahora, un verdadero pastor
probablemente no dejará 99 ovejas para encontrar solo una, al menos sin apoyo.
Probablemente continuará caminando con su grupo de ovejas hasta que encuentre
de nuevo a la oveja perdida, o lamentablemente pensará que un lobo lo ha
matado. Pero Dios no es como un pastor normal. Dios es el Buen Pastor, dice Jesús,
y él tiene la habilidad de buscar a ambos los perdidos tanto como quedar con
los 99 (si me dan un poco de licencia poética aquí). Él sigue buscando cuando
los pastores de este mundo nos abandonan, si no por ser malos, sino por ser
humanos. Pero Dios no está limitado por los límites humanos.
¿Cómo podemos regresar a Dios
si estamos con miedo y muy enfocados en quién es bueno y quién es malo? ¿Y cómo
podemos orar por los que están perdidos, que se han distanciado del amor de
Dios, para que regresen al camino bueno?
Creo que necesitamos ayudar a
nuestros jóvenes, especialmente los hombres jóvenes, a saber, que no están
solos en su enojo. Que hay en nuestra tradición anglicana episcopal un camino
adelante que es sin violencia, pero con una respuesta a sus emociones tan importantes
y fuertes. Tal vez el grupo juvenil de la Resistencia Sagrada, o Sacred
Resistance, es un inicio. Pero lo más importante es escuchar a la gente joven y
a su dolor y aislamiento y hacer lo que podemos para ellos.
Necesitamos encontrar un
camino que deje que todos estén libres. Así que hoy, que lucharemos todos para
la libertad. Para la libertad interior tanto como para la libertad
como un pueblo. Porque esto pasa uno al lado del otro. La libertad interior
deja más espacio para la libertad externa y viceversa. Cuando tenemos
libertad interior, la libertad de opresión se hace posible para todos. Dios
nos da la fortaleza. May it be so. Que así sea. Amen.
[1] http://www.todahistoria.com/el-grito-de-dolores/.
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