Propio 25 C + Para Cristel y nuestros jóvenes + 10.26.25
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Joel 2:23–32; Salmo 65; 2 Timoteo 4:6–8, 16–18; San Lucas 18:9–14)
“You’re so vain, you probably think this song is about you.”
Así va una canción de la
cantante Carly Simon desde hace muchos años.
Usualmente, cuando tenemos una
oportunidad de enfocarnos en una quinceañera, puede parecer, si no una misa
egoísta, a lo menos una misa enfocada solo en ella. Y, de hecho, es una cosa
linda enfocarse en una joven o un joven y bendecirlos. Y decir que son
importantes para nosotros.
Pero Ana Cristel es la
opuesta. No es egoísta para nada, así que hoy hablaré un poco en su honor, pero
voy a enfocarme en cómo leemos juntos este evangelio y la lectura de 2 Timoteo
desde cualquier momento en la vida.
Tal vez pienso en el egoísmo por el evangelio de hoy. El fariseo parece muy egoísta
de una manera. Mira, Dios, todo lo que hago bien. Y el cobrador de impuestos parece opuesto a
esto. Él sabe que ha hecho mal y pide perdón a Dios. Y parece que él recibe
esta misericordia porque va con un sentido de estar bien con Dios.
Pero me gustó lo que dijo un
comentarista sobre este pasaje. Dijo que ninguno de ellos es la persona
incorrecta aquí.[1] De
una manera, el fariseo no está mal. Puede entender que la vida pudo haber sido
diferente. Ha tenido ciertos beneficios que le han mantenido bien y a salvo de
los problemas del mundo, bendiciones que no han recibido los que vuelven a una
vida de crimen. Está dando las gracias a Dios por la bendición de tener una
vida más fácil para poder dar su diezmo. Estamos en el tiempo de mayordomía y
podemos recordar aquí que algunos pueden dar el 10 por ciento – esto es el
diezmo – de sus ingresos y esto está bien. Pero estar justificado con Dios no
viene solo de esto. Estar justificado con Dios viene de tener una relación con
Dios. Estas dos personas hablan con Dios. Y tienen una relación con Dios. Y
esto es lo más importante.
Ahora, parece que solo el
cobrador de impuestos, el que pide misericordia de Dios, parece justificado,
pero debemos recordar algo. Él no dice que va a dejar de ser cobrador de
impuestos. No sabemos cómo anda después de esto. Pero suponemos que, pidiendo
ayuda a Dios, está abierto a un cambio de vida.
El fariseo puede parecer
cerrado a Dios. Aislado por todo su privilegio. Pero hay un chiste en la
lectura. Cuando dice que está justificado el cobrador, nuestra traducción dice que
el fariseo no fue justificado. Pero cuando lo lea en griego, he escuchado que
se dice “fue justificado” y/o se puede traducir “en vez de” o “al lado del
fariseo”. Es decir, que es posible que diga que los dos fueron justificados si
traduce el idioma original de otra forma. ¿Cómo cambia el significado de este
pasaje si los dos están justificados, cada uno en su propia manera? Uno abierto
a cambiar sus acciones, otro abierto a reconocer sus privilegios y ayudar a los
demás a tener una vida mejor, ¿para estar justificados también?
No sabemos. Porque esto solo
es un momento en las escrituras y en las vidas de estas personas, quienes tal
vez representan arquetipos. La vida es larga y ellos tendrán otros momentos
para desarrollar sus relaciones con Dios.
Uno de estos momentos para Ana
Cristel es hoy, cuando se celebra el logro de haber conseguido los quince años.
Ella ha superado mucho para llegar a este punto.
Muchas veces en una quinceañera se afirma su fe, e implícitamente lo hace
también Cristel hoy. Pero lo hacemos en momentos importantes de la vida porque
queremos que Dios esté con nosotros en cada paso, en cada momento, tanto en los
momentos grandes como en los momentos pequeños.
Esto es para que, al fin y al cabo, podamos decir con San Pablo: “He peleado la
buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel” (2
Tim 4:5).
Y mantenemos esta fe de modo
diario. Cada día al amanecer tenemos otra oportunidad de acercarnos a Dios y orar.
A construir esta relación con Dios. En este tiempo de mayordomía debemos estar
en meditación sobre lo que podemos comprometer al trabajo de la iglesia en el
año que viene, pero va mucho más allá de esto. Si estamos dispuestos, Dios nos
puede guiar en cada decisión. En nuestro trabajo, en las relaciones familiares
y con amistades, si estamos abiertos, Dios nos puede guiar.
No importa dónde estemos en
nuestra jornada de fe, podremos encontrar y estar encontrados por Dios.
Y como escuchamos en Joel,
Dios tiene una revelación para cada uno y hablará a través de los jóvenes,
ancianos y todos los demás. ¿Cómo estamos abiertos a las profesiones de
nuestros jóvenes y de otros grupos?
Finalmente, se dice que la
oración es una autorrevelación. ¿Qué aprenderán de sí mismos en sus pláticas
con Dios hoy? Amen.
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