Adviento 3B ?Como Podemos Dejar de Cantar? 11 Dic. 11

Hay una tensión cristiana en las lecturas de hoy.  Es en comunidad que somos cristianos, pero cada uno de nosotros solo puede caminar nuestro camino individuo de seguir a Cristo.  We are called into community as Christians, but this text reminds us that we can only be ourselves, and live our own Christian life.  Aun la vida de Jesús, lo buenísimo que fue, no sería correcto para nosotros.  Even Jesus’ life wouldn’t be right for any one of us, as much as we try to follow him—because we are called to be ourselves.
Porque…
Juan “confesó claramente: ‘Yo no soy el Mesías (Juan 1:20).’”
“[John] confessed and did not deny it, but confessed, ‘I am not the Messiah.’” (John 1:20)
Posiblemente esto es obvio a Ud.  Pero créeme, esto no es necesariamente obvio para algunos seguidores de Cristo y otros que quieren hacer lo bien.  Sometimes we confuse following Christ with being Christ. Por ejemplo, una vez, conocí a un tipo quien pensaba que era una manifestación de Cristo, y nosotros teníamos que recordarle,
“Ya vino el Salvador, y ¡no es Ud.!”  As many have pointed out, “The Savior already came, and you aren’t him!”[1]
Porque como cristianos Dios nos llama a la vida de gozo descrito en 1º Tesalonicenses, una  vida de “Seguir el Camino,” como los antiguos cristianos lo describieron seguir a Cristo.  Pero no estamos llamados a ser Jesús, ni María por el otro lado.  We have to be ourselves.  Tenemos que tomar dirección de Juan aquí, quien afirma que él no es Cristo, pero es si mismo, es Juan.  John is John, we are ourselves, and that is enough.  Esto basta.
En parte, esto tiene que ver con saber nuestros límites.  Nunca vamos a llegar al mismo estado sin pecado de Cristo, pero vamos a ser versiones muy buenas de nosotros mismos, si intentamos de escuchar lo que es que Dios tiene para cada uno de nosotros. 
Can we confess that we are not a Savior— ¿que Jesús es el Salvador?    ¿Podemos confesar que hemos fallados en ser el Salvador para otros o para nosotros mismos, y reconocer que Cristo es el Salvador, y él ya nos salvó?  Como hemos escuchado, tenemos un Salvador, y “El que [nos] llama es fiel (1 Tes. 5:24ª).”
Y estamos llamados, cada uno de nosotros, como fue María.  María dijo “¡sí!”
Y nosotros dicen “¡Sí!” Y toda la creación dice “¡Sí!”
Cuando recordamos nuestra necesidad para un Salvador, nuestra única ayuda con nuestras limitaciones, y también el quien glorifica en nuestras habilidades, el quien nos hizo “dignos de estar en [la] presencia” de Dios,[2] en otras palabras, cuando recordamos quien es Jesús, podemos empezar a ver mejor quienes somos nosotros también.  Porque todo esto tiene que ver con ser una persona entera.  Wholeness is about recognizing our gifts and feeling affirmed as our whole selves.
Integridad y estar santo en todo su ser es un concepto clave para 1o Tesalonicenses.  
“Que Dios mismo, el Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sin defecto alguno, para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1 Tes. 5:23).”  …”May the God of peace himself sanctify you entirely; and may your spirit and soul and body be kept sound and blameless at the coming of our Lord Jesus Christ (1 Thess. 5:23).”
En vez del dualismo que muchas veces vemos en el mundo Griego, que incluye una separación del cuerpo y alma o espíritu, aquí San Pablo dice que nosotros los cristianos no somos completos si no estamos santificados en todas partes de nuestro ser.  We are not complete if we do not recognize that every part of us is holy, even if it is an area we are still working on. 
Esto significa que encontrar integridad en todas las partes de nuestros seres nos trae a la santidad de nuestros seres enteros.
¡Estén siempre contentos!  Rejoice!  Cuando confesamos que Jesucristo es el Salvador, y no lo soy yo, reclamamos quienes realmente somos, con todas nuestras posibilidades brillantes como niños de Dios.  Vivimos en integridad, y nos podemos aceptar tal como somos.  Podemos enfrentar a la vida con el amor “ágape” de San Pablo—un amor y una compasión no solo para los demás, pero para nosotros mismos también. [3]
Este negocio de Seguir el Camino a veces es difícil.  Learning who you are encompassed a big part of the 70s for some folk, I knowJ.  Pero creo que una gran parte de esto es que en ver quién es Jesús, nosotros como Juan el Bautista podemos tener más claridad sobre quienes somos como individuos y como una iglesia.
Posiblemente han escuchado de la película “The Way,” o “El Camino” en que Martin Sheen es un hombre quien va a España después de la muerte de su único hijo en el Camino de Santiago.  Él hace la decisión de caminar este camino sí mismo. 
El Camino de Santiago es un viaje, muchas veces a pie, de 500 millas por partes de Francia y España, y Caminar el Camino tiene paralelos obvios con el camino cristiano.  Durante mi experiencia de caminar solo 70 millas del camino en España, entendí de nuevo lo que es seguir a Cristo.  Toma mucha confianza, por una parte.  Walking the Camino de Santiago tells you a lot about following Christ—for one thing it takes a lot of trust to walk so many miles just following a bunch of yellow arrows!
Pero una parte de la película “The Way” que me afectó mucho era que en el principio el policía Francés le dice al carácter de Sheen que tiene que caminar hasta Santiago para una razón personal. 
You only walk the way for yourself, is the message. [4] Just like the Christian life.  Cada uno de nosotros tiene que caminar nuestro propio camino.  No somos el Mesías, pero somos nosotros mismos, y esto basta. It is enough to be you.  Si vivimos nuestras vidas con la profundidad que podemos, compartiendo nuestros dones individuos que tenemos, esto basta.  Nuestras bocas llenaran de canciones, como dice en el Salmo 126.  Como dice María, nuestras almas “proclama[ran] la grandeza del Señor (Lucas 1:46b).“ And we will feel all the energy of Isaiah, ready to proclaim this Good News!
Si hay una excepción aquí, podemos pensar en Jesús.  
Because Jesus did walk for all of us.  Él sí caminaba para todos nosotros.  El Camino de Santiago, como muchos peregrinajes, se toma a veces como acto penitencial.  Jesús llevó todos nuestros pecados, para que fueran livianas nuestras cargas. Jesus carried our burdens of sin, perhaps so that we could live out our fullest potential in Christ.  Posiblemente hizo esto Jesús para que cada uno de nosotros pudiera hacer nuestra parte sin perderla en tratar de ser el Salvador.  Él ya lo hizo, y nosotros podemos hacer nuestra propia cosa.
And for that, I rejoice!  En todo mi ser, cuerpo, alma  y espíritu, ¡doy gracias!  ¡Gracias a Jesús por venir y salvarnos!  ¿Cómo podemos dejar de cantar sus alabanzas?
Gracias, Jesús, que va a regresar a ensenarnos más sobre tu amor, y ayúdanos a hacer cada uno nuestra parte hasta esta venida.  Hasta este Adviento.
And with Mary, we say “yes!” to that!
Ven, Señor Jesús, ven.    ¡Así sea! Amen.


[1] As quoted in The Girlfriends’ Clergy Companion: Surviving and Thriving in Ministry, by Melissa Lynn DeRosia, Marianne J. Grano, Amy Morgan and Amanda Adams Riley (Herndon [VA]: Alban, 2011).
[2] Oración Eucarística B, El Libro de Oración en Común.
[3] Lee W. Bowman, “Pastoral Perspective: 1 Thessalonians 5:16-24,” FOTW Year B, Vol. 1.
[4] The Way, 2011.

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