Propio 11A + Buena semilla + 7.19.20


M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Genesis 28:10-19a; S. 139:1-11, 22-23; Mateo 13:23-30, 36-43)
Si son como yo, han escuchado noticias buenas y noticias tristes esta semana. Perdimos a John Lewis y CT Vivian, lideres muy respetados en nuestra tradición. Yo sé que para varios la noticia de que tuvimos que regresar a más restricciones en nuestra vida pública puede sentir como un regreso en vez de seguir adelante. Pero muchos dicen que esto es sabio – lo que tiene que pasar para evitar más enfermedad y muerte. Yo por un sentí un poco de alivio, pero combinado con una preocupación por los pequeños negocios.
Así que parece que la lectura del libro de Génesis hoy viene justo a tiempo. Que para mí dice mucho de Dios. ¿No es cierto que Dios nos dé la palabra adecuada para el momento, si escuchamos? Porque Dios encuentra a Jacob en el desierto y le ama, no por lo que hizo pero porque es su creación. Él está huyendo y descanse en un lugar sin nombre y se convierta en un lugar donde el encuentra a Dios. Jacob vea una visión de ángeles ascendiendo al cielo. El recuerda que no estamos separados de las estrellas. No estamos separados de Dios. Pero somos amados. Porque un mucho más tarde, su nombre de Jacob será Israel, y el tendrá el nombre de su pueblo. Y Dios amara a su pueblo tanto como a él. [1]
Yo tampoco soy paragona de virtud en todo momento, pero confío que Dios me quiere alcanzar en este momento. Especialmente en este. Pero es difícil a veces sentiré esa conexión con Dios cuando la vida diaria está llena de incertidumbre, cuando lo bueno está mezclado con el mal.  Lo que me trae a la lectura del evangelio – La Parábola de las Malas Hierbas.
Se siembra la buena semilla, pero en secreto otro añade la mala hierba- una hierba llamado darnel que es venenoso y parece al trigo.[2] Y luego lo que pareció bueno para la nutrición es algo malo. ¿Por qué dejaría pasar esto Dios? En nuestro contexto actual, ¿Por qué Dios dejaría entra al mundo un virus que mata a gente y cambia nuestras vidas? ¿Por qué dejaría Dios a los políticos hacer este momento un momento político y como resultado dejar morir más gente? ¿Por qué dejaría Dios pasar  el maltrato de gente de color y de los que están en huelga en Portland? Y ¿Por qué dejaría Dios pasar un sistema socioeconómico en que, aun anos después de la esclavitud, la gente blanca todavía beneficien de ese mal social? En fin, ¿Por qué deja Dios entrar tanto mal en nuestro mundo, aun en lugares donde debemos recibir buenas cosas?
Y ¿Por qué no podemos sacar las malas hierbas de la opresión de la raíz? A veces si lo podemos hacer. Pero a veces el trigo nutritivo está mezclado con algo malo. Y tenemos que estar cautelosos- si sea en persona o en línea, de no decidir que una persona es una mala hierba por completo. Las acciones de los demás pueden ser buenas, malas o neutras pero la gente es una mezcla grande.
Veo esperanza en las palabras de Jamie Walters en la revista America. Ella nos urge que no estemos autocomplacientes hasta la última cosecha pero que luchamos en contra de la injusticia porque: “La razón que Dios espera para quemar a las malas hierbas es para proteger al trigo mientras crece. Cuando reconocemos a las malas hierbas como entidades dañinas nosotros también tenemos una obligación de prevenir que sofoquen la potencial de la buena semilla que Dios ha plantado.”[3]
Tenemos que trabajar en contra de las fuerzas del mal pero también recordar que solo Dios pueda sacar la raíz del mal en cualquiera de nosotros. Que oremos que Dios nos libra del mal y que no nos trae a la tentación. Entre tanto, que no solo luchemos. Que nutrimos también.
Así que nos preguntemos: ¿Qué buena semilla está sembrando Dios aun en esta situación oscura en que estemos viviendo? Yo lo veo en la bondad para los demás- la respuesta de tantos de llevar una mascarilla para proteger a los demás. Los que han hecho mascarillas para donar. Los que están trabajando en los lugares esenciales y están bajo estrés en este momento. Los que han encontrado una manera de hablar para los demás, especialmente los que sienten oprimidos o en dolor a pesar de las condiciones difíciles. Los que están orando de su casa para un mundo mejor y por los que están sufriendo.
¡Estamos en la cúspide de muchas cosas buenas! Que no sean sofocadas por las malas hierbas pero que regocijemos en el hecho de que Dios nos ama y nos invita a tener una amistad con Dios. Sabemos que Dios está sacando las malas hierbas aun ahora debajo de la superficie, de una manera que no sea visible hasta la última cosecha. Pero hasta entonces, ¡cada lugar que oremos puede ser la piedra que se hace almohada, un encuentro con el divino, un lugar para recordar que somos amados!


[2] Dan González Ortega, “Comentario del San Mateo 13:24-30, 36-43”, de  http://www.workingpreacher.org/preaching.aspx?commentary_id=2118 (Julio 2014).
[3] Jamie L. Waters, “How the parable of the weeds compels us to fight for justice,” America Magazine, June 26, 2020, https://www.How the parable of the weeds compels us to fight for justiceamericamagazine.org/faith/2020/06/26/how-parable-weeds-compels-us-fight-justice.

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