Propio 11 B + Descanso y compasion + 7.21.24

 

M. Campbell-Langdell

Todos los Santos, Oxnard

(2 Samuel 17:1-14ª; S. 89:20-37; Efesios 2:11-22; Marcos 6:30-34, 53-56)

Otra vez, de Efesios: “Por eso, ustedes ya no son extranjeros, ya no están fuera de su tierra, sino que ahora comparten con el pueblo santo los mismos derechos, y son miembros de la familia de Dios. Ustedes son como un edificio levantado sobre los fundamentos que son los apóstoles y los profetas, y Jesucristo mismo es la piedra principal.”

¿Quién de nosotros sabe sobre ser un extranjero?  Who among us knows about being a stranger?  Pero como cristianos todos somos ciudadanos en cualquier lugar, nunca somos extranjeros porque dondequiera que vayamos somos parte del cuerpo de Cristo en todo el mundo. Encontremos un sentido de estar en casa aquí.

Pero nuestro mundo muchas veces nos hace sentir como extranjeros.  Por ejemplo, el fusilamiento en el discurso del pasado presidente la otra semana nos hizo recordar de la división que hay en este país. A veces nos sentimos como extranjeros, el uno del otro. Y otra vez, una herramienta, un arma, fue usado mal para la violencia innecesaria. Sabemos que no importa nuestra opinión de un individuo, que la violencia esta siempre equivocada como una solución a las diferencias políticas. Pero parece que nuestro mundo ha olvidado esto. A veces sentimos como extranjeros en este mundo. Sometimes we feel like strangers in this world.

A veces hay que salir con Jesús y tomar un poco de tiempo aparte.  Él dice, “Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo.”  A veces tenemos que hacer esto nosotros.  Para mí, solamente puedo recordar que soy miembro de la familia de Dios cuando paro parar un momento.  I need to stop for a moment in order to remember that I am a part of God’s family, the church, and not get overwhelmed by the events of the world. Esto nos recuerda que nuestra identidad se encuentra en nuestra vida cristiana y en nuestra identidad como hijas e hijos eternos de Dios. Esto es algo que recordamos cuando tomamos lo que llamamos “un tiempo de sábado.”

Esto no es fácil.  This isn’t easy.  Es difícil dejar a un lado nuestro celular y solo descansar en Dios, lo que una amiga describió como “lujuriar en Dios”. Las necesidades nos rodean. La gente persiga a Jesús, y mientras nosotros paramos ellos nos van a perseguir también.  Porque hay necesidad en el mundo.  Tenemos que no hacernos molestos cuando necesitamos descansar y la gente nos necesita.  Pero tenemos que descansar también.  Podemos mirar que Jesús toma su descanso y después tiene compasión para los demás. Jesús rested and rest helped him have compassion for those in need.

Nosotros tenemos que descansar porque somos, como dijo Teresa de Ávila, sus manos en el mundo.  ¿Como podremos sanar el mundo si no estamos sanos nosotros mismos?  We need to be healthy ourselves in order to heal the world with God’s help.  Un otro autor dice que somos los bordes de la ropa de Jesús, porque somos sus manos que puedan sanar el mundo.[1]

Nosotros tenemos una tradición de descansar así, de tomar un Sabbat, que viene de nuestra tradición judeo-cristiana.  Dios nos pregunta descansar un día.  Desconectar de trabajo de varias maneras para disfrutar de la creación de Dios.  Esta es una tradición riquísima.  Si toman el tiempo así, estarán renovados, sanados.  Pero es muy difícil a veces.

¿Es fácil tomar un día así?  (¿?) No, ¿verdad?  Algunos tienen que trabajar el domingo.  Ustedes posiblemente me dirán, esto está muy bien, pero mi familia tiene que comer.  A veces, si tenemos días en que tomar una pausa es difícil, ¿cómo es que vamos a tomar un día en la semana? 
Pero su familia también necesita descansar, los niños necesitan saber cómo estar en silencio, como disfrutar de la conversación durante la comida, de las historias familiares. 

Así que creo que podremos tomar descansos, tiempos de Sabbat, más creativos a veces.  Si tenemos que trabajar domingos, podremos encontrar otra manera de descansar con Dios y con nuestras familias. Puede ser una noche en toda la semana que es solamente para cocinar y comer juntos en familia, tocar música y decir cuentos, tomar un momento de silencio para orar y leer en sus dormitorios antes de dormir—un mini retiro, sin celulares y televisión y video-juegos. 
¿Esto parece un privilegio?  Well, as Loreal says, you’re worth it!  Ustedes necesitan un descansito, de cualquiera manera que puedan tomar uno. 

Posiblemente lo que estoy diciendo aquí no es una noticia para Ustedes.  Creo que muchas culturas latinas saben mejor que los de descendiente europeo como descansar y disfrutar un rato.  

Mientras estaba en Chile, yo aprendí un ritmo mas tranquilo. Ahora Alene y yo descansamos los lunes. No respondo a mensajes que no sean urgentes, y vamos caminando, o en el kayak de vez en cuando, o al cine. O solo quedamos en casa. No es importante lo que hacemos, pero es importante que tomamos tiempo de disfrutar los dones que Dios ha dado.

Todo es diferente cuando tomamos este tiempo. Everything is easier when we don’t just get enough sleep, but we really rest sometime during the week. Y esto se va a ver diferente para diferentes personas.

¿Porque es importante esto?  Porque no podremos mostrar una vida mejor a los niños si no estamos saludables de espíritu, si no oramos diariamente.  

Ellos no van a aprender como orar y tomar el tiempo de descanso en Dios si no aprenden de sus padres y su comunidad de fe.  Nosotros no podremos escuchar bien a Dios si no tomamos una pausa a lo menos una vez a la semana a estar un poco quietos y tranquilos. 

Esto no es solo sobre venir aquí—San Pablo nos recuerda en Efesios, como Dios dice a Natán y David en 2ndo Samuel, que no es sobre un edificio de cedro, o venir aquí solamente a un edificio de piedra.  Dios está libre, y nuestros espíritus son libres.  Esto no significa que iglesias no son importantes. Son bien importantes, porque nos dan lugares de construir comunidad cristiana, de crear el edificio espiritual de que somos todos partes en Cristo, la familia de Dios.  Y aquí recordamos que no somos extranjeros, pero ciudadanos del reino de Dios. Pero comunidades de fe no reemplacen nuestras vidas individuas de oración. 

Esta es mi oración: que podremos descansar en Cristo a lo menos una vez al día para orar, y un rato cada semana para estar un poco tranquilos y disfrutar de nuestras familias, y en el encontrar la sanación que necesitamos cada uno de nosotros para poder ayudar a Dios a sanar al mundo.  Así, con la ayuda de Dios, todos sentiremos en casa. Amen.



[1] Karen Marie Yust, “Ephesians 2:11-22: Pastoral Perspective,” FOTW Year B, Vol. 3.

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