Ramos/Pasión 2024
Melissa Campbell-Langdell
¿Como sigues adelante, cuando
no conoces el camino?
Jesús ha caminado en este
camino muchas veces. Aunque es de Nazaret, él hubiera frecuentado a Jerusalén
cada año para las celebraciones religiosas. Y tal vez tomo
este camino desde sus otras viviendas.
Pero esta vez es otra cosa
completamente diferente.
Él manda a los discípulos a traerle el
burro. Aun los prepara para contestar con la razón para que el lo necesita. Va
a parecer extraño – esta cosa de desatar el burro de otra persona. Deben decir
“el Señor lo necesita.”
Jesús hace
esto para cumplir las escrituras de Zacarias. Para mostrar que él, Jesús es el líder
verdadero de la gente. Muchos han hablado de cómo había dos procesiones en Jerusalén
a la misma vez. Una procesión romana con cuadrigas y caballos, y este desfile más
humilde de Jesús- de Palmas y un burro. Con Hosanas proclamado por la gente.
Como lo dice
Roger Walters en el panfleto “Holy Week with Gaza” o “La Semana Santa con
Gaza,” “La venida de Jesús en un burro, celebrado como el Domingo de ramos, fue
un acto profundo en una cuidad cargado con el peso de las injusticias de la
ocupación romana. Según la tradición, el liberador, el rey de Jerusalén,
entrara a la ciudad en un burro, como un símbolo de la paz. La gente grito:
‘Hosana,’ ‘Señor, sálvanos’ de la ocupación romana y sus opresores. También
según la tradición, Pilato haría una gran entrada en Jerusalén durante el
primer día de la semana de la Pascua de los judíos de la puerta occidental- la
entrada primaria-flanqueado por legiones de cuadrigas, caballos, y soldados de
infantería, todos vestidos de vestimentos de batalla y llevando espadas y
lanzas, una demostración clara de que el poder de Roma fue irrefutable.”[1]
De una
manera, a pesar de, o tal vez por la falta de pompa y circunstancia, de
armadura romana y de pisar fuerte, de la demostración de poder militar, la
procesión de Jesús parece mas popular. ¿Es coincidencia? Pienso que no.
Sin embargo,
en ponerse al centro del prisma, Jesús hace que las autoridades, de Roma y del
templo, lidien con su afirmación. No tanto que es un rey – esto es mas en las
bocas de los demás – pero que hay un Reino de Dios inmanente que nos va a hacer
cambiar. A convertir nuestras vidas y comprometernos nuevamente a Dios y el uno
al otro de una forma nueva.
El sabe que
esta es una afirmación peligrosa. Ha caminado este camino antes, pero ahora es
diferente. Y lo va a caminar solo.
Sin embargo,
asombrosamente, durante la Semana Santa, hay una invitación. De caminar este
camino solitario al lado de Jesús.
Roger Waters
nota que mucha de la gente de Gaza está viviendo esto de una forma especial
ahora. Dice: “Nosotros, los palestinos, seguimos participando en un continuo
desfile de resiliencia, demostrando que el poder del pueblo supera el poder de
cualquier imperio. Todos los días gritamos ‘Hosanna, Hosanna, ayúdanos, Señor,
y concédenos la libertad y paz.’[2]
Nosotros
también podemos orar con Jesús mientras se prepara para Su Pasión y Muerte.
Podemos amarlo mientras lava los pies de sus discípulos, ese modelo perfecto de
líder servidor. Podemos llorar con él como él llora en el Jardín, sabiendo que
el sabia y no sabía exactamente cómo sucederá todo esto. Podemos sentir el
dolor, si no plenamente, al menos en parte, del salvador sufriente y de su
madre cuando va a la cruz, cuando muere. Mientras lo ponen en brazos amorosos y
lo cuidan dentro de la comunidad. Todo esto no es fácil. Pero los garantizo
que, si viajan esta semana con nosotros, ya sea en línea o en persona, o
incluso si simplemente lees los evangelios, entrarás a la Pascua con una lente
diferente.
Caminando
esta semana con Jesús, oremos también por aquellos en Gaza, Ucrania y por los
israelíes que aún esperan reunirse con sus familias o que perdieron
trágicamente a sus seres queridos el 7 de octubre. Por los muchos cristianos
perseguidos en todo el mundo, pero también por aquellos que enfrentan
persecución en nuestra propia tierra debido a su raza, orientación sexual,
identidad de género, capacidad física u otro atributo.
Porque toda
esa conexión –con Jesús y con nuestros semejantes- nos ayuda a recordar las
buenas nuevas. Que no importa el dolor que haya en esta vida, Dios siempre está
ahí, caminando delante de nosotros, iluminando el camino, recordándonos la
promesa de vida eterna dada en nuestro bautismo.
Así que
caminan con valentía con Jesús esta semana. No teman, aunque todos los poderes
del mundo parezcan derrumbarse sobre él. Aunque nuestro mundo ahora parece tan
oscuro y aterrador, sabemos quién tiene la última palabra. El amor siempre
gana. Amén.
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