Propio 29C + Viva Jesus el Rey + 11.23.25

 

M. Campbell-Langdell

All Santos, Oxnard

(Jeremías 23:1–6; Cántico 9 LOC; Colosenses 1:11–20; San Lucas 23:33–43)

 

Cantamos “Viva Jesús el Rey” hoy y pensamos en él como un rey, pero hay otra canción que conoce y dice que Jesús no es el tipo de rey que usualmente conocemos. Es un rey diferente.

Hoy es la fiesta de Cristo Rey, es el último domingo del año litúrgico, y es un domingo bien importante para la iglesia. Pero también es una fiesta relativamente reciente de la iglesia y puede causar emociones variables en los que no quieren reconocer a un rey terrenal.  Reconocemos que Cristo es el rey de todos nuestros corazones.  Pero en el evangelio de hoy también estamos recordados de que Cristo no es un rey normal. 
Porque enfrentando su muerte, sabemos que Jesús tenía la oportunidad de empujar la pausa, de evitar todo lo que iba a pasar con su pasión y muerte.  
It is clear that Jesus had the opportunity to press pause on his passion and death, and in the garden of Gethsemane, he is sorely tempted to do just that.  En el jardín de Getsemaní, parece que él casi quiere hacer esto.  Dios, él dice, sí, esta copa puede pasar, pero no mi voluntad, sino tuya.  Not my will, but yours.  Jesús puede presionar pausa, pero él presiona play. Él sigue adelante.

Y él muere por nosotros.  Porque esto es el tipo de rey que él es.  Sabemos que él no es un rey normal, que Dios no tiene una relación buena con los líderes normales. 

Mi profesor del Antiguo Testamento en el seminario siempre decía que Dios decía “Uds. no quieren reyes” a la gente de Israel, y ellos dijeron, “Pues, sí, los queremos.”  Y en el pasaje de Jeremías de hoy podemos ver lo destructivos que son los reyes o los líderes, aquí llamados “pastores” de Israel.  Los líderes de Israel y Judá han causado problemas porque ellos han dispersado a las ovejas del Señor.  Y Dios, por medio de Jeremías, está castigando a los líderes.  God is telling off the leaders of Israel in Jeremiah because they have scattered his sheep, his people.
Pero ¿cómo hacemos con el liderazgo religioso hoy?  Posiblemente no todos de nosotros son líderes ordenados como yo, pero cualquier persona de fe en este mundo puede ser un líder y expresar su opinión sobre Dios.  Y en este mundo hay muchas mentiras sobre Dios y lo que Dios dice de la gente. 
Hace unos años vi una corta película en YouTube de unos jóvenes adultos que participaron en un Slam de la Poesía, un evento en el que representan poesía a un ritmo, con pasión.  Se llamaba “Tell your God” o “Di a tu Dios” y es bien poderoso. Aunque ya es un poco viejo, me tocó el corazón.  Tres jóvenes adultos hablan en ritmo, a veces en unísono, diciendo todas las cosas malas que han escuchado del Señor. 

Dicen que han escuchado que Dios piquetea en funerales, que Dios los juzga por ser diferentes, que están construidos los morales del cielo para excluirlos.  Expresan que se sientan abandonados y llamados bastardos, huérfanos, pecadores.  Dicen que han escuchado que el perdón de Dios solo da permiso para tener la venganza.  Que sienten que Dios está demasiado ocupado para atender sus oraciones.

Sienten que están abandonados si no son chicas blancas en los Estados Unidos.  Dicen: “Di a tu Dios que lo menciono en mis oraciones.”  Dicen que debemos recordar a Dios que ellos son bellos también, y amorosos. Terminan diciendo “Di a tu Dios, ‘te perdono.’”[1]  Me empezó a llorar. 
Porque si lo piensan bien, ¿no le hace pensar en Jesús, en la cruz?  Él está en el momento de la más humillación de toda su vida corta.  Dicen que él es rey, que él puede salvarse a sí mismo.  Pero él no vino por esto.  El vino para salvarnos a nosotros, no para salvarse a él.  Él presione play aunque ellos le atormentan y maltratan.  Y ¿qué hace?  
Muestra perdón en medio de todo esto.  In the middle of all of this, he shares forgiveness.  En este momento más inolvidable, él perdona a sus enemigos.  Justo como él menciona en otra parte del evangelio “ora por los que le abusan”[2]  Él, como estos jóvenes adultos, muestra amor y perdón, aun incluyendo y ofreciendo salvación al criminal que arrepintió.  Hoy, estarás conmigo en el paraíso.

Y ¿qué es el paraíso?  Originalmente, fueron las tierras de caza para los reyes de Persia.  Pero en la tradición judeocristiana, y para Jesús aquí, están convertidos en el Edén del cielo.[3]  Porque Jesús es este tipo de rey.  Él no tiene poder por sí mismo, no vive por sí mismo y no muere por sí mismo.  Pero todo lo que él hace es para nuestro perdón y salvación.  De contraste, ¿qué imagen de Dios compartimos nosotros con el mundo?  ¿Presionamos play, o presionamos pausa en compartir el amor de Dios con los demás?  ¿Es un Dios que comparte amor y perdón y salvación?  ¿O es un Dios que solo muestra juicio e ira, condenación?  Hay que recordar cuál rey seguimos.  Porque, como dice Eberhard Busch, un teólogo:

“Este hombre es nuestro rey en las tierras bajas, porque él no quiere que suframos y muera en aquella región triste y oscura.  Posiblemente “hoy” está Ud. En un lugar oscuro, pero porque el Santo está consigo hoy, y por Ud. Hoy en esa oscuridad Ud. estará con él hoy en el paraíso.” [4]

Aquí Busch reimagina el paraíso.  Porque Cristo está con nosotros, aun el lugar más oscuro puede convertirse en un paraíso, un lugar de amor y perdón.

  ¡Demos gracias a Dios!”


[1] http://www.youtube.com/watch?v=RBAtdqiF0kE&feature=youtu.be  “BNV 2013 Finals Round 4 – Denver” (accessed 11/22/13).

[2] Vernon K. Robbins, “Exegetical Perspective: Luke 23:33-43,” FOTW Year C, Vol. 4, 335.

[3] Ibid, 337.

[4] Eberhard Busch, “Theological Perspective: Luke 23:33-43,” FOTW Year C, Vol. 4, p. 336

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