Propio 13 C + Ricos con Dios + 7.31.22
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Oseas 11:1–11; Salmo 107:1–9, 43; Colosenses 3:1–11; San Lucas 12:13–21)
“Piensen en las cosas del
cielo, no en las de la tierra.”
Pueden decir, esto es fácil
para el escritor de la carta a los Colosenses decir, pero ¿qué tiene que ver
con nosotros quienes tenemos que vivir en el mundo real? Pero sabemos que no
debemos juntar nuestro valor como personas con lo que esta en la cuenta de
banco. Porque el dinero es lindo, pero viene y se va. Y nuestro valor integral
queda por siempre. Este pasaje nos hace recordar que la verdadera riqueza se
encuentra en las relaciones- la relación con Dios y la relación con otras
personas.
Noten- el hombre rico aquí
parece estar completamente encerrado en si mismo. Hasta se habla a si mismo en
vez de a Dios. Dios ha dado el fruto de sus granjas, pero el vea la abundancia
como algo que solo el produce. Me hace pensar, ¿no hay personas con hambre a
las que el pudiera haber vendido el grano en vez de almacenar a todo? Es como
el piensa solo en si mismo y no en los demás. También tiene que decir a su alma
que “descansa.” Esto me dice que el esta agitado por dentro, porque algo no
esta bien. El tiene que aprender como compartir para estar libre.
Para poner esto en contexto,
quiero hablar sobre a quién Jesús habla aquí en el evangelio. Es cierto que el
habla al interlocutor quien le pide interceder con su hermano para el para
compartir su herencia. Pero también Jesús sabe que este señor habla no solo por
si mismo, pero puede estar diciendo algo que también piensan los demás. Así que
el habla también a la gente alrededor. Del hombre que quiere su parte de su
herencia, no sabemos su historia. Es posible que su pregunta es completamente
justificada. Pero es obvio que Jesús no quiere meterse en los detalles
difíciles de la división de bienes. El quiere que el hombre reenfoca en lo que
es importante.
¿Es su derecho tener su parte
en su herencia? Claro que sí. ¿Tiene mas valor la herencia que su relación con
su hermano? No, para nada. Jesús sugiere que tenemos que tener una visión mas amplia
sobre los bienes. Por ejemplo, el hombre rico en la parábola pudiera haber
encontrado otra riqueza en aprender a compartir con los demás.
Una cosa que he notado en esta
comunidad especial de fe de Todos los Santos, es que estamos ricos en comunidad.
Si hay recursos financieros en la iglesia. Pero, aunque no podemos cambiar las
grandes circunstancias de las vidas de las personas, si nos apoyamos unos a los
otros. Tratamos de identificar necesidades y o apoyar a los demás en encontrar
recursos o proveer algunos recursos básicos cuando un miembro esta en crisis.
Ser parte de esta comunidad es tener una riqueza especial. Porque, aunque
queremos ser independientes según lo posible, sabemos que hay un apoyo allí. Si
estamos en necesidad, hay una comida o un apoyo espiritual/emocional. Hay un
raite o un mano de ayuda. A la comunidad cristiana también podemos ir cuando tenemos dudas o tristeza, o para compartir los gozos
también.
Muchos de Ustedes son de
comunidades inmigrantes que conocen mas de que esto que yo. Hay en ciertos
grupos una manera de juntar sus recursos para alcanzar metas que no se puede
realizar solos o aun en una familia, especialmente si no tienen crédito u otras
cosas que piden los bancos. Estos sistemas pueden ser sabias y generosas.
Por supuesto, nuestro enfoque
como una comunidad cristiana es un poco diferente. Primariamente estamos aquí
para adorar a Dios juntos y crecer espiritualmente. Así que no debemos
enfocarnos solamente en responder en las necesidades materiales de las
personas, para no perder la vista de las relaciones y el propósito de nuestra
institución. Hacemos lo que podemos, pero con los ojos fijos en lo espiritual.
Sin embargo, nuestras
comunidades nos recuerdan que, en este mundo, nuestro valor no se basa
solamente en lo que tenemos ahorrado o guardado. Como un comentarista dijo,
“Antes pensaba yo en el contexto de este pasaje en San Lucas y sentí que no fue
muy consolador. Las lilas del campo no tienen prestamos estudiantiles [nosotros
podemos reemplazar con nuestros gastos]. Ahora lo leo con más ternura, pensando
en un Dios quien vea mi ansiedad, nombrando los cabellos de mi cabeza mientras
que refresco la pagina de red de mi banco otra vez bajo la luz baja de mi
escritorio. No importa lo que yo tengo guardado, mi vida vale más que esto.”[1]
No importa lo que piensan que
es su valor en este momento, recuerda que su vida esta escondida en Dios. Que
su valor es infinitamente mas de lo que tienes en el banco. En la parábola que
cuenta Jesús, el hombre rico escucha que va a “perder” su vida. Esto lo tomamos
muy literalmente a veces. Pero tal vez Jesús quiere decir, como dice en otras
partes, que el tiene que perder la vida que tiene para encontrar otra vida más
abundante, una vida que puede compartir con los demás.
En luz de esto, y sabiendo tu
valor infinito, examina a si mismo hoy día. ¿Hay una manera de vivir una vida más
generosa con los demás? O ¿hay algo que quiere Usted pedir de los demás – aun
si es emocional en vez de apoyo material? Porque esto es ser una comunidad
cristiana, estamos aquí uno por el otro.
Amen.
[1]
Jessica Mesman, “Reflections on the Lectionary: July 31, 2022) from Christian
Century July 13, 2022, p. 19. (Mi
traducción/ interpretación al español).
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