Cuaresma 2C + Bendito + 3.13.22
M. Campbell-Langdell
All Santos, Oxnard
(Genesis
15:1-12,17-18; Salmo 27;
Filipenses
3:17-4:1; Lucas
13:31-35)
¡Bendito el que viene en el
nombre del Señor!
Esto decimos cada domingo
durante la Santa Comunión.
Jesús nos mostró como
usar esta afirmación para recordar que el Mesías venia; para recordarnos buscar
el momento de salvación. Y esto es importante no solo por las palabras que
dijo, pero por el contexto en que hablaba Jesús.
Aquí los Fariseos le dicen a
Jesús que Herodes lo quiere matar- y esto probablemente fue la verdad. Pero
también lo dicen porque ellos quieren que Jesús salga de Galilea. Irónicamente,
Jesús sabe que es en ir a Jerusalén que el se va a morir. Porque Jerusalén, la
bella ciudad de nuestra fe, también es un lugar que rechaza a los profetas, a
los que quieren expresar algo diferente sobre Dios. Y Jesús es fuerte. El dice
“Mira, hoy y mañana expulso a los demonios y sano a los enfermos, y pasado
mañana termino. Pero tengo que seguir mi camino hoy, mañana y el día siguiente.”
El sabe lo que es su misión y no es la hora de botarlo de la ciudad todavía. El
si va a enfrentar peligro y muerte, pero no antes de servir a la gente de Dios.
El dice que es como una gallina que quiere juntar a sus pollitos bajo sus alas-
que imagen tan tierna. Me hace pensar en la Iglesia en el Monte de Olivas desde
que puede uno ver a Jerusalén. Y en su altar hay una gallina y sus pollitos. Y
el nombre de la Iglesia es “Dominus Flevit” o “el Señor lloraba”- porque se partido
su corazón de Jesús, pensando en el rechazo de su amado Jerusalén. Pero aun
pensando en su fin, Jesús dice que no volverán a verlo hasta que llegue el
tiempo en que decimos: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” Y esta
frase es como saludamos al Mesías. Aun pensando en su muerte, Jesús piensa en
su regreso triunfante, y nuestra salvación. Como decimos en el rito de
entierro, aun en la tumba hacemos nuestra canción, una canción de resurrección.
Esto es importante de recordar
hoy en día porque cada día estamos viendo destrucción. Vivimos en un mundo en
que el zorro parece haber entrado en la casa de las gallinas. ¿Vieron Ustedes
que Rusia bombardeó a un hospital de maternidad en Ucrania el otro día? ¿Qué
tipo de líder y país destruye a madres y sus bebes? Esto no refleja la
cristiandad, ni ninguna de las grandes fes de este mundo.
Y nosotros tenemos que
levantar nuestra voz. Porque si no lo hacemos, hasta las piedras gritaran. Un
sacerdote en Rusia levantó su voz la semana pasada y predicó
en contra de la guerra en Ucrania. El fue encarcelado y seguramente va a sufrir
por su posición abierta en contra de las acciones de su país (Newsweek 3/7/22).
Pero el dijo que no pudo guardar silencio mientras que otros sufrían.
Nosotros también tenemos una
oportunidad de hacer una diferencia. Podemos dar a los esfuerzos del Desarrollo
y Alivio Episcopal en Ucrania y podemos orar para nuestros hermanos y hermanas.
Podemos levantar nuestras voces para la gente de color en Ucrania que están
sintiendo discriminación en el proceso de tratar de salir del país.
La semana pasada hablamos
sobre como el tiempo de Jesús en el desierto fue parte de una búsqueda
espiritual para él. Y hoy día el sigue habitando en el tiempo especial de Dios,
de Kairós. El sabe que no es su momento para morir, porque el todavía tiene
trabajo para hacer. Y sabe que Dios lo tiene. Nosotros también estamos en las
manos de Dios, y estamos en un tiempo especial de Dios. Porque durante la
Cuaresma entramos en el tiempo especial de viajar al lado de Jesús en su
ministerio mientras se acerca a la Cruz. Y aun cuando pensamos en su
sufrimiento, recordamos, ¡Bendito es el que viene en el Nombre del Señor! Si,
bendito el y bendito nosotros. Porque no estamos solo. Tenemos un Mesías que
tiene un propósito para su ministerio y para nuestras vidas.
Tomamos acción, no solo porque
estamos salvados, pero porque creemos que podemos ayudar a los demás en el
proceso, justo como Jesús sanaba a la gente y expulsaba demonios en su camino a
la Cruz.
Esta semana Pastora Alene y yo
alquilaba un cuarto en Ucrania. No tengan miedo, no vamos a ir allá. Lo
alquilamos por Airbnb y pedimos a la mujer que alquila su apartamento que lo
use para el beneficio de los refugiados que están en su región de Ucrania, si
sea posible. Ella respondió que si lo iba a compartir con la gente en necesidad
y que ella espera que nosotros visitamos en tiempo de Paz. Decimos que esto
queremos hacer y entre tanto, estaremos en oración por ella y por la gente
huyendo de sus hogares.
Bendito el que viene en el
Nombre del Señor. Porque tenemos este Señor, este Jesús como nuestro hermano y
Salvador, yo confío que tendremos la oportunidad de ver ese día de paz. Y el
día ultimo de paz más allá. Ese día en
que todos pueden sentir paz y bendición. Cuando todos podemos unirnos bajo las
alas de esa Gallina Divina, Jesús. Seremos como los polluelos felices bajo sus
alas. Y él no estará llorando entonces, pero en ese momento de paz, el estará
feliz con nosotros. Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Amen
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